Ninguno lo es...

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viernes, 2 de mayo de 2014

LA MAGIA DE A-RZHVAEL El inicio - Cap. 41 -

CAP. 41 REVELACIONES…

Iván respiró profundo y se preparó mentalmente para lo que venía.
-         ¿Y bien?  --  preguntó Giulian  --  ¿Dónde están Angela y Sabrina?  --  vio la incomodidad de ellos y agregó  --  No esperaba que Sabrina estuviese esperándome, no después de diez años, solo díganme que no se casó con el infeliz de Delos.
Los otros tres se miraron.
-         ¡Oh, por favor!  --  exclamó Giulian  --  ¿Lo hizo?
-         No Giulian  --  dijo Iván 
-         ¿Y entonces?  --  insistió  --  ¿Por qué no está con ustedes?
-         Giulian… Sabrina está muerta  --  dijo Vlad
Por un momento Giulian lo miró como si no comprendiera lo que acababa de decirle, pero poco a poco las palabras fueron abriéndose paso desde su cerebro hasta su corazón, y un dolor muy superior a los muchos que le habían infligido en los últimos años, lo atenazó. Se dejó caer en el sillón y sin poder evitarlo las lágrimas se desbordaron. Eve no estaba en condiciones de consolarlo, porque lloraba del mismo modo en brazos de Vlad, de manera que Iván se acercó a él y le puso una mano sobre el hombro. Después de un rato, Giulian levantó lo ojos enrojecidos.
-         ¿Cómo fue?  --  quiso saber  --  ¿Sufrió mucho?
-         La atraparon  --  dijo Iván llegando a la conclusión de que no valía la pena mentir  --  y ya conoces sus métodos.
-         Murió creyendo que la había abandonado  --  dijo más para sí mismo que para ellos
-         ¡No!  --  exclamó Vlad  --  Cuando la encontramos aún estaba viva, y lo último que me pidió fue que no dejara de buscarte y que cuidara de los gemelos.
Giulian sentía tanto dolor como si le estuvieran poniendo un hierro ardiendo. Después de otro largo momento, hizo la pregunta a la que más miedo le tenían.
-         ¿Quién lo hizo?
-         Ya te dijimos que la atraparon, y…  --  comenzó Iván
-         ¡Maldita sea, Iván!  --  lo interrumpió  --  Ustedes saben quién lo hizo
-         Una de las seguidoras de Bastian  --  dijo Eve
-         Su nombre
-         Giulian…
-         ¡Su nombre!
-         Morgana  --  dijo Vlad con sumo desprecio
Aquel nombre no le decía nada a Giulian, pero eso carecía de importancia, en cuanto la encontrara la destrozaría con sus propias manos. Luego de otro breve silencio, miró a Iván y este supo que venía lo más difícil.
-         ¿Dónde está Angela?
-         Giulian… Angela…
Pero Giulian no lo dejó continuar y lo asió por la camisa estampándolo contra la pared.
-         ¡Maldito infeliz, permitiste que la mataran también!  --  le gritó
Vlad intervino quitándoselo de encima.
-         ¡Giulian basta!  -- le dijo  --  No es así, Angela lo abandonó.
-         ¿Qué?  --  dijo mirando a uno y a otro  --  Eso no es verdad… ¡no puede ser verdad!
-         Giulian…
-         ¿Qué le hiciste?  --  preguntó  --  Algo tuviste que hacerle, para que ella…
-         Giulian escúchame  --  dijo Vlad  --  Iván no hizo nada, Angela…
-         ¡No lo defiendas!  --  exclamó Giulian con indignación  --  Angela nunca habría abandonado a su hijo, algo tuvo…
-         ¡Giulian!  --  le gritó Vlad sacudiéndolo por los hombros  --  la Angela que tú conociste, está muerta.
-         Pero…  --  y lo miró con los ojos desorbitados  --  ¿qué dices? ¿has perdido el juicio?
-         No, no lo he perdido y créeme que quisiera  --  le dijo Vlad  --  pero la Angela de nuestra infancia, ya no existe, se convirtió en una despreciable traidora…
-         ¡Vlad, estás hablando de nuestra hermana!  --  exclamó Giulian horrorizado
Miró a Eve que lloraba de forma inconsolable y a Iván que se había dejado caer en el sillón y tenía el rostro escondido entre las manos. Luego volvió a mirar a su gemelo que lo veía a su vez con los ojos enrojecidos, solo que no lloraba por Angela, sino por el dolor que le estaba causando a su hermano y por el que aún le iba a causar.
-         Ya no tenemos una hermana Giulian  --  le dijo  --  esa niña a la que tu recuerdas, se convirtió en una criatura perversa capaz de abandonar a su marido y a su hijo, y de traicionar a todos los seres que la amaban.
-         ¡Cállate!  --  le gritó  --  ¡Nada de lo que estás diciendo es posible!
-         Sí, sí lo es, y sabes que podemos demostrar lo que estamos diciendo  --  dijo Vlad, y aunque no se veía con fuerzas como para un paseo por el Rum Tid, estaba dispuesto a ello si era necesario
-         No puede ser  --  dijo Giulian de nuevo  --  esto tiene que ser una pesadilla
-         Yo también lo desee muchas veces  --  dijo Vlad  --  hasta que me convencí de que no lo era. Cuando abandonó a Iván, pensamos que había sido por inmadurez, por miedo a las responsabilidades, buscamos mil excusas, pero poco tiempo después descubrimos la verdadera razón  --  hizo una pausa en la que tomó aire  --  se había unido a lo Nemhains de Bastian O’Neill
-         ¡NO!  --  gritó Giulian
-         Sí, y no solo eso, sino que insultó a Iván diciendo…
-         Vlad  --  lo interrumpió Iván  --  no creo que sea necesario…
-         Sí, sí lo es, debe saber toda la verdad  --  y continuó  --  dijo que había cometido un terrible error al casarse con un vampiro y uno mucho mayor al haber engendrado un hijo con él, y era algo de lo que se arrepentía mucho.
Giulian lo miraba con los ojos desorbitados y aún sin poder creer todo aquello.
-         Se jactó de que gracias a ella, Bastian había podido matar a Amy y a Daniel
-         ¿Qué?  --  logró articular
-         Los traicionó Giulian  --  le dijo su hermano  --  Angela los traicionó, nos traicionó a todos
Eve e Iván miraron a Vlad con ojos suplicantes, pero él no estaba dispuesto a ocultar nada.
-         Y por último, Angela murió para convertirse en… Morgana  --  finalizó
Cuando la magnitud de la monstruosidad de lo que acababa de decirle Vlad, penetró en el cerebro de Giulian, éste pensó que enloquecería de dolor, cayó de rodillas en el piso y emitió un grito de dolor agonizante. Si no podía imaginarse a su hermana abandonando a su esposo y a su hijo, ni denigrando de ellos, si no podía imaginársela traicionando a los que habían sido como sus hermanos, imaginarla matando a la mujer que él amaba era una imagen que simplemente no tenía cabida en su mente.
Los años pasados en aquel infierno, le parecieron a Giulian una ínfima molestia, en comparación con el dolor que estaba experimentando en aquel momento. Para Iván, Eve y Vlad que llevaban años soportando aquella pena, ver a Giulian consumido por los años de encierro y maltrato y ahora destrozado al ver deshechos los recuerdos y esperanzas que lo habían ayudado a sobrevivir durante su cautiverio, era un dolor demasiado grande.
Después de todo el tiempo que le tomó asumir los hechos, Giulian levantó el rostro, y los otros se sorprendieron del cambio. Donde hasta hacía poco había un rostro marcado por el agotamiento y el dolor, ahora solo se veía una máscara de frío odio y absoluta determinación. Había llorado a la mujer que amaba, y a su hermana, muertas ambas, y el dolor había sido sustituido por el único propósito que alimentaría su vida de ahora en adelante: la venganza.
Se limpió el rostro y miró a los demás.
-         ¿Vive?  --  preguntó
-         Sí  --  contestó Vlad
-         ¿Cómo has permitido que siga respirando?
-         Porque es astuta, sabe que si la encuentro tendrá que matarme o morir, y ha huido de mí tanto como ha podido  --  le dijo
-         Bien, entonces yo me encargaré de corregir ese error.  Que se prepare a ser cazada como un animal salvaje  --  dijo Giulian con ira
-         Giulian… es tu…
-         No te atrevas a decirlo nunca más. Ya Vlad lo dijo, no tenemos…   --  pero  se detuvo abriendo mucho los ojos y mirando a Iván  --  ¿Gail?
-         No sabe nada, piensa que su madre está muerta y no sabe que ustedes son realmente sus tíos por derecho de sangre  --  le dijo
-         ¿Por qué?
-         Porque fue necesario dejarlo al cuidado de una pareja, a la que hicimos pasar por sus abuelos  --  dijo Vlad  --  ni siquiera lleva nuestro apellido.
-         Pero…  --  Giulian los miraba a los tres  --  ¿Qué hicieron?
-         Giulian, todos estábamos en peligro  --  dijo Iván  --  Amy y Daniel muertos, tú desaparecido, Sabrina…  --  se detuvo y continuó  --  Después que Angela se marchó, tuve que llevar a Samantha a un Orfanato y entregar a mi hijo a otras personas para poder seguir la lucha en contra de Nurión.
-         ¡No llames así al maldito bastardo!  --  gritó con rabia
-         De acuerdo, cálmate  --  le dijo  --  Nos estaban matando Giulian, debíamos poner a salvo a los niños
-         Y según veo las cosas no han mejorado mucho.
-         Casi fuimos exterminados  --  dijo Vlad  --  Solo quedábamos, Eowaz, Leomer y nosotros tres. Más tarde fueron aceptados Dorila y Delos, pero nadie más hasta ahora.
-         ¿Y qué han estado haciendo?
-         Tanto como hemos podido  --  dijo Eve  --  pero Nu…  --  se detuvo cuando Giulian la miró, y rectificando continuó  -- Bastian ha extendido su poder de manera impresionante al mundo de los Firbolg, y se ha ido infiltrando en nuestro  mundo destruyendo sistemáticamente nuestras estructuras.
-         Pero…
-         Giulian, la situación es peligrosa, ahora quizá más que antes  --  dijo Iván  --  y debemos proteger a los niños hasta que estén listos para enfrentarlo.
-         No podemos sentarnos y dejarles el trabajo a los niños.
-         No es eso  --  dijo Iván  --  pero ha quedado demostrado que nadie…
-         Mientras pensemos así seguirá destruyéndonos  --  dijo mientras se paseaba de un lado a otro  --  y todo por las predicciones de un individuo estúpido y mediocre.
-         Giulian  --  dijo Vlad plantándose frente a él  --  sabes que no lo quiero más que tú, pero hasta ahora el infeliz no se ha equivocado.
-         ¡Al demonio con eso! No voy a sentarme a esperar que otros hagan las cosas por mí, y les juro que le haré la vida tan miserable como me sea posible.
Ni Iván, ni ninguno de ellos, tuvieron la menor duda de que a partir de aquel día, se verían involucrados en las más locas misiones para fastidiar los planes de Nurión. Giulian había vuelto, y eso significaba problemas de la peor especie.

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Los chicos volvieron a la escuela, y la explicación que le dieron las niñas a sus nuevos amigos, fue que Samantha se había puesto enferma y había tenido que ser trasladada a Edernez. Y aunque esto no convenció mucho a ninguno, nada pudieron hacer, pero hizo que las relaciones de Casander con los chicos, que nunca habían sido las mejores, se deterioran aún más.
En la última clase de Speller y Curses, la profesora Hudolia les había enseñado un hechizo en extremo útil, en opinión de los chicos. Consistía en cómo extender sus Gwialen.
-         En una pelea cuerpo a cuerpo,  nuestras Gwialen pueden sernos de gran ayuda  --  le dijo la mujer  --  ya que pueden convertirse en una vara de mayores proporciones, que nos permita golpear no solo a nuestro enemigo, sino desviar varias maldiciones al mismo tiempo. Pero esto lo verán en sus clases de AV, yo me limitaré a enseñarles cómo lograr la extensión de sus Gwialen. Ahora, tómenlas de esta manera.
La profesora asió la suya por el centro de la misma, y la colocó en forma paralela a su cuerpo.
-         ¡YMESTYN!  --  dijo sacudiendo ligeramente su Gwialen
Inmediatamente ésta se extendió, y de los entre cincuenta y ochenta centímetros, que suelen medir, alcanzó una longitud aproximadamente igual a la altura de la profesora. Les ordenó a los alumnos hacer lo mismo siguiendo sus instrucciones, pero solo Danny y Mael, lo consiguieron al primer intento, para gran consternación de Lery y sus amigos. Sam y Gail, fueron los siguientes en lograrlo. Los demás seguían esforzándose, pero aparentemente, no era tan fácil como parecía.
-         Como con todo conjuro  --  les dijo Hudolia  --  deben concentrarse en lo que desean.
Diandra y Aderyn, finalmente y luego de varios intentos, también lo habían logrado, y aunque no toda la clase lo consiguió, la profesora quedó bastante satisfecha, de modo que no les dejo tantos deberes.
Las clases de AV, seguían siendo una pesadilla para Danny y para Gail, porque a pesar de ser muy buenos en la materia, Dorila no los quería más ahora que al principio, de modo que cada vez que se dirigían a aquella Aula, ambos recordaban con muy poca simpatía a sus padres.
En la clase de Metamorfosis, Gail y Sam solían lucirse, ya que eran los únicos que hasta la fecha, habían logrado cambios razonablemente buenos en sus aspectos.  Mientras que en la clase de Alquimia, los mejores eran Mael, Diandra y Aderyn.
Pero a pesar de que todo en la escuela parecía marchar bien, los chicos vivían en una constante preocupación, por las noticias que llegaban desde el exterior. El regreso de Giulian, que un principio había supuesto una alegría para todos, se había convertido en un dolor de cabeza.
Su aparición había causado gran revuelo en la comunidad Arzhvael, y en Develieng no se comentó otra cosa durante semanas. Tanto alumnos como profesores, y hasta Arthur McFarlan, para sorpresa de los chicos, comentaban el hecho y recordaban sin cesar las aventuras, travesuras, locuras o hazañas, según fuera el caso de quien narraba, de aquel personaje junto a su hermano y sus amigos. Esto colocó a los chicos en una incómoda posición durante los meses siguientes, y les dejó claro que ser hijos de individuos que se habían convertido en leyenda, antes de salir de la escuela, podía ser una carga muy pesada. Ya que así como había gente que los admiraba, había quienes los odiaban, y esto se hacía extensivo a sus retoños.
Sin embargo, esto fue algo con lo que se acostumbraron a vivir. Lo que sí estaba minando su tranquilidad, eran las noticias que llegaban del exterior, ya que la prensa se hacía cargo de documentar tanto como le era posible, los pasos de los Arzhaelíes. Eso habría sido lo de menos, el asunto era que los chicos estaban positivamente seguros, que los corresponsales de prensa, no sabían ni la mitad de lo que sucedía realmente, y estaban tan seguros de eso, porque habían leído las crónicas de lo sucedido en el edificio del Consejo de Estado, y ciertamente era una noticia muy “maquillada”, ellos que habían estado allí lo sabían mejor que nadie.
Por otro lado, Lery y sus amigos eran cada más desagradables si es que esto era posible, y se habían convertido en una verdadera amenaza para Samantha.  A la salida de una clase de Alquimia, Sam caminaba acompañada por Casander, cuando Lery la detuvo.
-         Veo que insistes en hacerme la cosas difíciles, bonita  --  le dijo
-         Y yo veo que tú sigues teniendo dificultades para entender que tu presencia me enferma  --  le dijo ella y él sonrió de manera desagradable
-         Olvídalo Lery  --  intervino Casander  --  ella no está a tu alcance.
Frieg lo miró con desprecio al igual que a Mael que ya se había deparado del grupo que venía más atrás, y se había colocado al lado de Sam.
-         Tampoco al tuyo Lébedev, ella tiene predilección por los traidores y los engendros que…
Pero se detuvo súbitamente y comenzó a dar muestras de no poder respirar. Los alumnos que miraban ahogaron un grito cuando vieron que de los oídos, la nariz y la boca de Lery, empezaba a salir sangre. Danny y Gail que habían sido detenidos después de la clase por el Profesor Alcemi, para ser reñidos por su falta de interés en la misma, se abrieron paso a empujones hasta llegar a donde estaba la causa del atasco en el pasillo. Ambos vieron con suma satisfacción el estado lamentable de Lery, y nada hicieron. Mientras que Aderyn sujetó un brazo de Sam.
-         Suéltalo Sam  --  susurró con urgencia  --  ¡Vas a matarlo!
-         ¿Qué sucede aquí?  -- preguntó una voz con enfado
La sonrisa de Danny y de Gail, se borró de inmediato al ver aparecer a Dorila. Sam soltó a Lery,  y mientras su compañeros lo sujetaban, miraron a Dorila.
-         Douglas atacó a Lery, Profesora Leaves  --  dijo uno de ellos, y Dorila enseguida volteó a mirar a Danny  --  Ese no  --  dijo el chico con fastidio  --  la otra.
-         ¿Señorita Douglas?  --   dijo mirándola  --  ¿Puede explicar esto?
-         Disculpe Profesora, pero me resultaría del todo imposible explicar la razón de por qué este individuo es tan miserable  --  le contesto ella con voz calmada
-         A la dirección  --  dijo Dorila con indignación, aquella niña definitivamente era igual a su hermano y a su padre
-         Profesora…  --  dijeron Danny y Gail al mismo tiempo
-         ¡Cállense los dos!  --  exclamó con ira  --  A la dirección Douglas  --  repitió y se volvió hacia los Nemhains  --  Llévenlo a la enfermería
Pero antes de marcharse Sam lo miró.
-         La próxima vez que insultes a mis amigos, no seré tan misericordiosa  --  le dijo con voz fría
-         ¡DOUGLAS!  --  chilló Dorila e hizo intento de sujetarla pero Sam la miró y una fuerza invisible pareció impedírselo  --  Por tu propio bien, espero que no le hayas causado ningún daño serio
-         Eso sería en verdad lamentable  --  le contestó Sam con indiferencia
Dorila estaba furiosa cuando llegaron a la dirección,  y al entrar Sam se sorprendió al ver el gran número de “personas “ que había allí. Dorila hizo un rápido resumen de lo sucedido y Eirian le pidió que las dejara solas. Una vez que se hubo marchado miró a Sam, que aún seguía mirando a su alrededor.
-         Samantha  --  la llamó
-         Disculpe Profesora  --  dijo la chica volviendo su atención a la directora
-         Gracias señores  --  dijo Eirian  --  continuaremos nuestra conversación más tarde  --  y luego miró a Sam  --  Es la energía de antiguos Profesores o sabios maestros a los que eventualmente pido consejo
-         Pero…  --  Sam no sabía cómo expresar bien lo que estaba pensando, sin embargo Eirian pareció comprender
-         Una vez que dejamos esta dimensión, nuestra energía pasa a formar parte de la energía universal, pero nuestras ideas, nuestros pensamientos y nuestras experiencias hacen parte de la memoria universal, una especie de archivo cósmico, una huella personal de nuestras vivencias. Y en ocasiones, éstas me ayudan a ver mejor o a entender algunas situaciones.
-         ¿Y todos podemos hacer eso?  --  preguntó
-         En teoría sí  --  le contestó  --  pero como bien sabes, cada Arzhvael como toda criatura mágica, posee un poder otorgado en forma de don por las fuerzas universales, por tanto algunos tenemos este poder más desarrollado que otros.
Después de una pausa las miró.
-         Samantha ¿Qué sucedió?
-         Que estoy cansada de que Lery me persiga a todas partes e insulte a mis amigos.
-         Comprendo, pero ¿eres consciente de que has nacido con un gran poder que debes aprender a controlar?
-         Puedo controlarlo, Profesora  --  dijo la niña  --  lo que no puedo controlar es la estupidez de ese idiota.
Eirian la miró un momento y luego agregó.
-         Sabes que tendré que castigarte por esa agresión ¿verdad?
-         Aunque no creo merecerlo, cumpliré con el castigo que se me imponga.
Eirian le dijo que podía marcharse, y la chica así lo hizo. E quedó largo rato pensativa hasta que una voz a sus espaldas la sacó de sus pensamientos.
-         El final está escrito Eirian  --  escuchó  --  lo incierto radica en la forma de llegar a él, y eso depende del espíritu de cada individuo.
-         Posee un gran poder, pero es un camino muy difícil el que le tocará recorrer, y una carga muy pesada la que le ha sido encomendada, mi señor.
-         Pero nadie mejor para llevarla a cabo  --  dijo el anciano tras ella  


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