CAP. 32 EL REGRESO
En una antigua mansión
construida siglos atrás, por Brevalaer
Nemhain, y que en la actualidad era utilizada como cuartel general de los
Nemhain que constituían el ejército de Nurión, se respiraba un aire de victoria
anticipada. Los allí reunidos y que a
los efectos y planes de Nurión, se hacían llamar El Ejército de las Sombras,
miraban a su señor en actitud expectante.
-
Morgana -- llamó Nurión, dirigiéndose a una mujer muy
hermosa, pero cuyo rostro reflejaba una inusitada crueldad --
¿Dónde está el niño?
-
Arriba, mi señor. ¿Deseas verlo?
-- preguntó
-
No -- dijo en tono seco --
Menshikoff, quiero hablar contigo.
Dicho esto, dio la espalda y
caminó alejándose del grupo. Un hombre
de aspecto hosco se levantó y lo siguió. Todos se miraron, pero nadie dijo
nada. Nurión se introdujo en otro salón y cando Menshikoff entró, la puerta se
cerró tras él.
-
Quiero que escuches atentamente
-- dijo
-
Sí mi señor -- contestó el hombre
-
Tomarás al niño y lo llevarás a tu país. Vivirá a partir de ahora
contigo y con tu mujer, y no se les ocurra tener hijos, se dedicaran
exclusivamente al cuidado del mío. Lo protegerás con tu vida --
hizo una pausa antes de continuar
-- Tengo muchos enemigos, de modo
que llevará tu apellido ¿Has comprendido?
-
Sí, mi señor -- y luego miró asustado
-
¿Qué quieres saber?
-
Perdóname mi señor, pero ¿por
qué el niño no puede quedarse contigo? Ya está grande y no creo que le agrade
la idea de…
-
¿Eres estúpido acaso o te niegas a cumplir una orden mía? --
preguntó interrumpiéndolo y con la crueldad que lo caracterizaba -- ¡NAKAZYVAT!
El desdichado comenzó a gritar
de dolor ante la mirada impasible de aquel hombre. Mientras los Nemhain que
estaban afuera, se preguntaban en silencio, qué habría hecho aquel infeliz para
merecer la ira de su señor.
-
Tengo aún mucho trabajo por hacer, así que no puedo seguir perdiendo
el tiempo contigo. Levántate, llévate al chico y que nadie se entere dónde
están, solo yo debo saberlo. Ahora lárgate.
El hombre salió lo más aprisa
que pudo, teniendo en cuenta el daño y el terrible dolor al que acababa de ser
sometido. Nurión salió y se reunió nuevamente con los demás.
-
Mi señor -- dijo Morgana con prepotencia --
Menshikoff es un inútil, sea lo que sea que necesites, yo puedo hacerlo
mejor.
-
¡Calla! -- dijo Nurión abofeteándola --
¿Cómo te atreves a discutir mis órdenes?
Se hizo un silencio incómodo,
todos conocían el mal genio de aquel hombre, pero nunca lo habían visto tratar
así a Morgana.
-
¿Tenemos noticias de Gurval?
-- preguntó
-
No, mi señor aún no --
contestó uno de los presentes
Los demás hacían lo indecible por mirar a otro lado, y de haber sido posible
se habrían hecho invisibles, porque cuando aquel individuo estaba contrariado
era mejor estar muy lejos. Sin embargo
parecía que había otra cosa que ocupaba su mente.
-
¿Y nuestro “invitado”? -- preguntó y una sonrisa torcida se dibujó en
sus labios
-
Igual, parece haber perdido la voz
-- dijo otro
-
Veremos si eso es cierto cuando vea lo que está por llegar --
dijo Nurión
Después de lo cual, comenzó a
reír de forma demente.
**************************************************
Samantha escuchaba voces
preocupadas a su alrededor, pero por algún motivo no podía abrir los ojos.
Lentamente su consciencia comenzó a darle información. Era la voz de Iván lo que escuchaba, y con
ese reconocimiento irrumpieron con fuerza los recuerdos.
-
¡DANNY! -- gritó
En ese instante abrió los ojos y
se encontró con los muy preocupados ojos de Iván. La realidad la golpeó y
comenzó a llorar de forma histérica. Iván intentó tranquilizarla, pero parecía
inútil
-
Sam, tranquilízate por favor -- decía mientras la asía por los hombros
-
No pude hacer nada… no pude hacer nada
-- repetía de forma incesante
De forma lejana, escuchaba a los
demás hablar, pero en su cerebro no había lugar para otra cosa que no fuera el
dolor. Miró a Iván que seguía intentando calmarla.
-
¡Nos mentiste! -- le gritó
-- ¡Dijiste que era un lugar
seguro!
-
Sam…
-
¡Déjame! ¡Suéltame! -- gritaba mientras se sacudía de las manos de
Iván
Escuchó la voz de Eve que
llamaba a Iván, pero no le prestó atención, solo quería que la dejaran, solo
quería correr muy lejos.
-
¡SAMANTHA ESCUCHAME! -- se impuso finalmente Iván por encima de sus
gritos
Era la primera vez que Iván le
alzaba la voz en todos los años que llevaba conociéndolo, tal vez esto más que
el grito en sí, fue lo que la hizo callar.
-
Linda, todo está bien -- le dijo suavizando la voz
Ella lo miró con los ojos muy
abiertos, y se preguntó cómo podía decir aquello. Pero pensó que quizá ellos no
sabían nada. Y a continuación otra interrogante se hizo en su cerebro, cómo
había llegado hasta allí.
-
¿Sam? -- llamó Iván al ver que no reaccionaba, pero al
mismo tiempo irrumpió en los pensamientos de ella y entendió su
desesperación -- Linda cálmate y escúchame…
-
Iván… Danny…
-
Sam.
La niña abrió mucho los ojos y
miró a Iván. Él le sonrió y la ayudó a ponerse de pie, y aun si poder creerlo
ella se lanzó en los brazos de su hermano.
-
¡Oh, Danny! -- dijo sollozando
-
Tranquila -- le dijo él
-
Pero… cómo… qué…
-
No tengo más idea que tú
-- le contestó el chico y ambos
miraron a Iván
-
Soy yo quien está esperando una explicación -- les
dijo él
Les hicieron un breve relato de
lo sucedido. Diandra, Eve y Aderyn ahogaron un grito, cuando llegaron a la
parte donde Lofn le había pedido la vida de uno de ellos, y Gail soltó una
maldición. Pero cuando llegaron al
momento en el que llegaron al balcón, ambos se miraron.
-
¿Y? -- preguntó Gail
-
¿Cómo escaparon? -- preguntó Diandra
-
Nadie escapa de Asgard -- dijo Aderyn
Y todos giraron de nuevo la
cabeza hacia Iván, pero antes de que él pudiese aventurar alguna teoría, Mael
se llevó las manos a los ojos cuando un destello incandescente se los
hirió. Los demás aunque no sufrieron el
mismo efecto, si entrecerraron los suyos por un breve momento y luego vieron la
fulgurante figura de una mujer.
-
¡NO! -- gritó Sam aferrando a Danny, en cuanto la
reconoció
Los demás no necesitaron que se
les informara de quién se trataba, por la reacción de Sam, les había quedado
clara la identidad de la mujer. Inmediatamente los niños cerraron filas frente
a los gemelos. Vlad que había permanecido recostado, hizo un esfuerzo y se
levantó, y aunque el resplandor también hería sus ojos, los fijó en la figura
que se alzaba frente a ellos.
-
Saludos Arzhvaels
-- dijo Lofn, y miró a los
niños --
No teman, no he venido a hacerles
ningún daño.
-
Quizá no a nosotros -- dijo Gail
-- pero tampoco se lo hará a
ellos
-
Daniel, acércate por favor
-- pidió ella
A pesar de que los demás intentaron
impedirlo, el chico avanzó.
-
No era mi intención escapar
-- le dijo -- le
di mi palabra y pensaba cumplirla. No sé cómo llegamos aquí.
-
Fueron tus sentimientos y la
determinación de tu hermana de salvarte, lo que los devolvió con los suyos
-- dijo -- Ambos demostraron estar dispuestos a dar sus
vidas desinteresadamente, por salvar a los demás, y un amor suficientemente
fuerte, como para no abandonarse el uno al otro.
-
Eso quiere decir…
-
Que quedas liberado de tu
palabra, te has ganado el derecho a seguir adelante -- le
dijo
Danny sonrió y abrazó a Sam.
-
Gracias -- dijeron ambos
La mujer miro al grupo
deteniéndose en cada uno de sus integrantes.
-
Eyra
-- dijo Lofn
Enseguida vieron que otra mujer
igualmente hermosa hacía su aparición, no miró a nadie solo se limitó a
entregar a Lofn una frasco y luego desapareció.
-
Samantha
-- la llamó, y la niña se
acercó -- EYRA,
es la Diosa de la Salud, y esto -- le dijo entregándole el frasco -- contiene lo que necesitan para curar a los
enfermos. Los encargados de velar por la salud en tu dimensión, podrán
descifrar sus componentes, y en tu bolsillo, llevas el otro -- la miró unos instantes y luego a Danny -- Es una pesada carga la que llevan sobre sus
hombros, pero no es más de la que pueden soportar. Han nacido con un poder
superior que aún está por desarrollarse. Daniel, FREY, Dios del Sol naciente y encargado de mantener la paz entre los hombres,
te concede sus habilidades para la
difícil tarea que enfrentarás -- y luego miró de nuevo a Sam -- Samantha, tienes la capacidad de amar
profundamente a tus semejantes, es por ello que FREYA, Diosa del Amor, te otorga todos sus dones.
Hizo una pausa y miró a los
otros niños.
-
Natchzhrer -- dijo,
y los tres la miraron con atención, pero era evidente que se dirigía a Gail,
por lo que este dio un paso al frente
-- Procedes de la mezcla de dos razas, y por lo tanto tienes
características de ambas, pero por tu valor y tu lealtad, te será concedido
también el poder de ambas.
-
Berserker -- llamó, y Mael se adelantó a tientas -- Puedes abrir los ojos -- y
el chico lo hizo sin que el brillo lo dañara --
Orgulloso hijo de una raza antigua
de gurreros audaces y valientes. Posees fuerza, tenacidad y el valor propio de
tu raza, y por el amor que te une a los que consideras tus hermanos, te será
otorgado el poder de comunicarte con ellos del mismo modo que lo haces con los
de tu raza -- hizo una pausa y los miró a ambos --
TYR, Dios del combate, les concede
a ambos, sus dones.
Luego de esto, miró a las niñas
y éstas se sentían un poco intimidadas, ya que si bien Mael y Gail, descendían de razas poderosas y los gemelos
tenían una ascendencia de un poder indiscutible, ellas pertenecían a familias
“normales” y sin lo que consideraban atributos especiales que destacar.
-
Aderyn, Diandra
-- llamó Lofn, y con paso
vacilante las niña se adelantaron
-- Se equivocan al pensar de ese modo, descienden de familias cuyos
miembros se han destacado por su valor y lealtad -- les dijo
-- Aderyn, por tu pasión y amor al
conocimiento, BRAGI, Dios de la
Sabiduría y la Elocuencia, te otorga su don
-- y luego miró a Diandra -- Diandra, por tu agudo sentido para encontrar
aquello que está perdido, SKAÖI Diosa de la Caza te otorga su don, todo
aquello que persigas podrás encontrarlo.
Después de dicho todo aquello, una
luz brillante que parecía formada de estrellas diminutas, envolvió a los niños
durante breves segundos y luego desapareció.
-
Lo que les ha sido dado, empléenlo para el bien de su raza -- les
dijo
Ahora su mirada se detuvo sobre
los Arzhaelíes. Miró detenidamente, y por un largo momento a cada uno.
-
Poseen ya, todo lo que
necesitan -- les dijo
-- Son sumamente poderosos, son los
guerreros con más poder dentro de su raza
-- miró a Iván -- Eres sabio y tu sabiduría será el punto de
apoyo, para aquellos que tendrán que enfrentar grandes peligros -- posó
sus ojos sobre los de Vlad -- Vladimir,
poderoso y valiente. Lo que esperas puede suceder, pero no sigas postergando
decisiones importantes que cambiarán el curso de las cosas -- le
llegó el turno a Eve -- Eveska,
un
mensaje te fue dado hace poco, te lo repito, lo que nunca fue tuyo nunca lo
será, pero aquello que te pertenece
espera por ti -- los miró a los tres -- Sobre sus hombros descansa la
responsabilidad de proteger y guiar a la sangre de Baldr, háganlo.
Los miró a todos y una hermosa
sonrisa apareció en sus labios.
-
Han cumplido con su misión, ya
pueden regresar a su dimensión
Los Arzhaelíes doblaron una
rodilla en tierra, y los niños los imitaron.
-
Gracias mi señora -- dijo Iván
-
Heimdall encárgate de hacerlos volver de
manera rápida y segura -- ordenó Lofn
Todos vieron aparecer al Dios
guardián, que hasta hacía un momento no había estado allí. Pero antes de que se
movieran, Lofn volvió a hablar.
-
Berserker -- y Mael levantó la cabeza -- Hay alguien que a partir de ahora te
pertenece, será tu compañero y siempre que lo necesites, acudirá a tu llamado.
Mientras hablaba, vieron
acercarse unos ojos verde esmeralda que brillaban como estrellas. Y cuando se hizo del todo visible, notaron
que se trataba de un imponente y hermoso Lobo Gris que se acercaba a Mael. Una
vez que estuvo frente a él, dobló una de las patas delanteras y agachó la
cabeza frente al chico.
-
Su nombre es Blaidd -- le
dijo --
te servirá bien y con fidelidad.
Luego de esto, escucharon un
sonido ensordecedor y el piso tembló bajo sus pies, unos segundos después
estaban en el punto de partida.
Miraron a su alrededor y vieron
a Dorila acercarse a toda prisa seguida de Delos.
-
¡Por los Tesoros del Gran Druida!
-- dijo la mujer
-
¿Todos bien? -- preguntó Delos mirándolos con preocupación
-
Sí -- dijo Iván
-- todos estamos bien -- y
luego miró a Delos -- ¿Cómo es que estas aquí? ¿No deberías estar
en la cima?
Delos y Dorila se miraron y
luego al grupo.
-
Estuve -- dijo Delos
-- pero después de rastrear todo
el lugar durante dos días, y no tener señales, ni noticias de ustedes,
decidimos regresar aquí.
-
¿Dos días? -- preguntó Vlad
-- ¿De qué hablas? Apenas hace
unas horas que…
-
No estoy loco Cornwall -- lo interrumpió Delos --
Hace una semana que desaparecieron.
Los recién llegados se miraron
entre sí, pero otro asunto de mayor importancia asaltó los pensamientos de
Iván.
-
No importa -- dijo
-- no tenemos tiempo que perder,
debemos regresar ya.
-
Hay ciertas cosas que nos gustaría que tuvieses la amabilidad de…
-
Les daré todas la explicaciones que quieran y sean necesarias, una vez
que llevemos eso -- dijo señalando el frasco que aún tenía Sam en
sus manos -- a Edernez.
Reunieron a los niños y
desaparecieron.
-
¡Estúpido arrogante! -- masculló Dorila en cuanto desaparecieron
Delos la miró y sonrió en forma
maliciosa.
-
Pero aún suspiras por sus huesos
-- le dijo
-
¡No digas estupideces, Delos!
-- exclamó -- No
hay nadie que me importe menos, en cambio tú no puedes decir lo mismo, y no
estás más cerca de tenerla a ella, de lo que yo estuve de tenerlo a él -- dijo con antipatía
Por un momento un brillo
peligroso apareció en los ojos de Delos, pero ella lo ignoró y le dio la
espalda disponiéndose a reunir a los Kriger para regresar.
******************************************************
Un grito de furia resonó en las
paredes de la vieja Mansión Nemhain.
Nurión miró con desprecio y rabia a los hombres ante él, y sin el más
mínimo sentimiento de compasión, dio salida a una ira ciega.
-
¡VNEZAPNAYA SMERT!
Unos minutos después, la
estancia estaba sembrada de cadáveres en distintos estados de destrucción.
Nurión miró a su alrededor, y luego se dirigió a los Nemhains que permanecían
aún en pie y rogando porque la ira de su señor no se hiciera extensiva hacia
los que nada habían tenido que ver en
aquella misión.
-
¡Cinco años! -- exclamó
-- Cinco malditos años esperando
la oportunidad de atraparlos y estos desgraciados se atreven a perderlos. Es la
segunda vez que se escapan, pero no habrá una tercera.
Nadie dijo nada, en realidad ni
siquiera se atrevían a respirar. Pasaron
algunos minutos y el silencio se hacía opresivo. Pero bajo ninguna
circunstancia se habrían atrevido ni a moverse. Luego de lo que les pareció una
eternidad, una sonrisa torcida se dibujó en el rostro de Nurión. Se volvió hacia
ellos y varios temblaron.
-
No todo está perdido -- dijo y luego llamó --
Morgana
La mujer se movió presurosa y se
arrodilló a los pies del hombre.
-
Ha llegado el momento de probar si tu lealtad es lo que dice ser --
dijo
-
Estoy dispuesta a hacer lo que ordenes, mi señor --
dijo la mujer
-
Ven conmigo -- ordenó
-- que alguien se deshaga de la
basura -- dijo mirando con desprecio los cuerpos que
cubrían el piso mientras caminaba hacia
la puerta
Una vez que desaparecieron, los
Nemhains se miraron unos otros con cierto alivio.
-
No me gustaría estar en los zapatos de Morgana --
dijo uno
-
Ni a ti, ni a nadie -- dijo otro
-- especialmente después de
esto --
dijo señalando a los desdichados que yacían a sus pies
-
Sea lo que sea, lo que vaya a ordenarle --
dijo un hombre mayor -- más le vale no fallar
-
¿Alguien sabe cuál es la obsesión que tiene por estos chicos? --
preguntó un Nemhain joven
-
No, y más te vale no hacer preguntas, si no quieres acabar como estos
desgraciados -- dijo el mayor
Entre tanto, en el sótano de la
Mansión, uno de los Nemhain, entró a un calabozo húmedo y oscuro. Miró al
prisionero que permanecía sujeto de pies y manos por unos grilletes adosados a
la pared.
-
Seguirás solo por el momento
-- le dijo el Nemhain
Y mientras le hablaba verificaba el estado de una aguja clavada a
uno de los brazos del hombre y que estaba a su vez unida a una delgada manguera,
por donde se veía pasar la sangre. Aquel individuo estaba siendo desangrado,
presuntamente como método de tortura. Pero al escuchar las palabras del
Nemhain, hizo un esfuerzo y levantando la cabeza sonrió. El Nemhain lo miró con
asombro.
-
Imagino que Bastian debe estar “feliz”
-- dijo con voz ronca, lo que
denotaba que no debía hablar mucho
El Nemhain lo golpeó con saña.
-
¿Cómo te atreves a llamarlo así?
-
Porque no es más que un desgraciado infeliz --
dijo el hombre
-
¡Cállate! -- exclamó el Nemhain, golpeándolo de nuevo
-
Me va a dar un gran placer matarte
-- le dijo el hombre
El Nemhain rio en forma desagradable
-
De aquí no saldrás vivo.
-
El que no lo hará serás tú imbécil
-
Vete al infierno -- dijo el Nemhain dándole la espalda para salir
-
Si tengo esa desdicha, allí te estaré esperando idiota -- le
contestó
El Nemhain salió dando un
portazo. Que le hubiesen asignado aquella tarea, en un principio no le pareció
tan malo, pero aquel hombre era simplemente exasperante. Y no entendía para qué
demonios Nurión, lo mantenía con vida.
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