CAP. 19 SEGUNDO AÑO
El primer trimestre de ese año
pasó a la velocidad del rayo, cuando se dieron cuenta, ya casi estaban a las
puertas de Valborgsaften.
El sábado en la mañana cuando
los chicos bajaron a desayunar, había mucho alboroto en el comedor. Ese día la
carrera de Vliegend era entre el Ala Norte y el Ala Sur, es decir, entre
Arzhvaels y Nemhains. La primera carrera
del año había sido entre el Ala Este y el Ala Sur, en ella habían ganado los
Elfos, con un marcador de 2580
a 1820, en 15 vueltas. Pero en la segunda, el Ala Norte
le ganó al ala Este, con un marcador casi perfecto, 2700 a 1350, en solo doce
vueltas. De modo que la carrera de ese día era de suma importancia, porque si
ganaba el Ala Sur, estarían todos en las mismas condiciones, una ganada y una
perdida. Mientras que si ganaban los Arzhvaels, eso los colocaba al frente de
la clasificación.
Kenneth se acercó a los chicos y
se sentó junto con ellos a desayunar.
-
Espero que hoy lo hagan tan bien como en la carrera anterior -- les
dijo a Gail y a Danny
-
Según lo que hemos escuchado, no será tan fácil --
dijo Gail
-
Ustedes ocúpense de mantenerse sobre sus Glide --
dijo Kenneth mirando a Gail.
El chico recordó con desazón,
que había sido tirado de su Glide en dos oportunidades en la carrera pasada, y
no dudaba que los Nemhain harían hasta lo imposible por hacerlos caer.
-
¿Sabías que eres de lo más desconsiderado Kenny? --
preguntó Aderyn mirando mal a su hermano
-
¿Por qué? Les hago la mejor recomendación que puedo hacerles -- se
defendió él
-
No te interesa en lo más mínimo su seguridad, todo lo que te importa
es no perder puntos en esa estúpida carrera
-- dijo la niña
Sam no era especial amante del
Vliegend, pero había notado que Aderyn le tenía verdadera antipatía. Cada vez
que Kenneth estaba cerca, invariablemente terminaban discutiendo por el mismo
asunto. De modo que antes de que comenzaran otra de sus interminables
discusiones, en las que por lo general Aderyn terminaba llorando, decidió intervenir.
-
Kenny -- dijo llamando la atención del chico --
¿Suspenderán la carrera si llueve? Cuando me levanté noté que había muy
mal tiempo.
-
¿Estás loca? -- preguntó Diandra
Sam la miró con extrañeza, pero
Kenny la miraba con una expresión muy parecida a la de Diandra.
-
Por supuesto que no -- dijo él finalmente -- no
se suspenden las carreras de Vliegend así nada más.
-
Créeme Sam -- dijo Aderyn
-- estos imbéciles prefieren
pescar una pulmonía antes que suspender su dichosa carrera.
Mael que había notado la
intención de Samantha, al ver la expresión apenada de ella al no haber tenido
éxito, decidió acudir en su ayuda.
-
¿Cuándo se nos permite escoger la carrera que seguiremos en el nivel
superior? -- le preguntó a Kenny
-
¡Hombre! -- dijo Gail, que al igual que Danny, nunca se
enteraba de nada -- Apenas estamos en segundo
-
¿Cuál es tu apuro? -- preguntó Danny
-
Eso demuestra inteligencia
-- dijo Diandra --
cosa que por supuesto en ustedes escasea.
-
Creo que hasta que no estamos en sexto ¿no? -- dijo
Aderyn mirando a su hermano
Mael sonrió satisfecho, había
logrado su objetivo y le guiñó un ojo a Sam, quien le dio un silencioso
“gracias”
Una vez finalizado el desayuno,
comenzaron a desplazarse hacia las pistas. Las gradas estaban inusualmente llenas,
pero no era extraño dada la importancia de aquella carrera.
A pesar de todas sus quejas y
discusiones, Aderyn no dejaba de asistir, aunque era la que más parecía sufrir
con ello. Diandra por su parte, era una fanática a toda prueba, y Sam asistía
más que nada por su hermano y por Gail, pero al igual que Aderyn, lo pasaba
bastante mal.
Ya llevaban algún tiempo en las
tribunas, cuando vieron que los corredores comenzaban a salir de los
vestidores. Se alinearon en la línea de meta y unos segundos después sonó el
silbato dando inicio a la carrera.
Kenneth era un hábil corredor, y
era además perfectamente capaz de defenderse de los continuos intentos de los
contrarios por derribarlo de su Glide. Por esta razón, Danny y Gail habían sido
designados como los Dilynwyr encargados de evitar que los del equipo contrario
derribaran a su Canllaw. Kenny dispuso así las cosas porque pensó que les
resultaría mucho menos complicado a los chicos, ya que solo tendrían verdadero
trabajo a partir de la décima vuelta, cuando él tuviese que concentrarse en
coger el Medalje. No obstante, tanto Danny como Gail, se tomaban lo suyo muy en
serio, y ese día, estaban librando una verdadera batalla con los Dilynwyr del
Ala Sur, porque se estaban portando de una forma salvaje. En la tercera vuelta,
Gail recibió un codazo en pleno estómago, sin embargo, se mantuvo firme sobre
su Glide. En la quinta vuelta, el Canllaw de los Nemhain, vio la oportunidad de
poner fuera de juego a Danny y se lanzó tras él cuando el chico se las veía con
una lluvia de rocas.
Algo tarde Danny se dio cuenta
de las intenciones de aquel individuo, aun así zigzagueó de manera enloquecida,
hasta deshacerse de las piedras mientras se preguntaba indignado cómo era
posible, que al otro no lo afectaran. Lo que Danny no sabía, era que el
obstáculo de un corredor, no afectaba a otro, lo que era un serio fallo de
información. Con todo, logró salir indemne y el Canllaw olvidó el asunto para
atender su propio problema al verse amenazado por los Dilynwyr del Ala Norte,
que habían acudido rápidamente en ayuda de Danny.
En la novena vuelta, Gail
libraba una batalla con uno de los Dilynwyr que hacía todo cuanto podía, y de
la manera más deshonesta, por derribar a Kenny. Ya se acercaban a la meta que
marcaba la décima vuelta, cuando Gail vio con satisfacción que aquel desdichado
se estrella estrepitosamente contra un muro.
En la vuelta trece, Danny
intentaba desviar a uno de los Dilynwyr, cuando inesperadamente otro le llegó
por detrás y recibió un terrible golpe con la punta de la Glide , en la espalda. Nadie
pudo explicarse como no había caído de forma inmediata. Sin embargo, el otro
aprovechó el momento para propinarle un golpe que recibió en la nariz. Comenzó
a sangrar profusamente, pero aún así se mantuvo sobre la Glide , y por efectos de la
rabia, viró clavándole la punta de su Glide en la pierna al corredor, quien al
perder el equilibrio cayó. El Dilynwyr
que lo había golpeado primero se lanzó en su persecución y Danny ascendió a
toda velocidad. En ese momento escuchó el silbato que anunciaba que alguien
había cogido el Medalje. Su último pensamiento antes de perder el sentido fue
que hubiese sido Kenny.
Danny no fue consciente del
súbito silencio que se había hecho en las gradas cuando lo vieron caer de su
Glide y desde semejante altura. Gail y otro de los Dilynwyr, habían virado en
dirección hacia Danny, en un intento por detener de algún modo la caída. Sam se
desmayó y Mael la detuvo, mientras Aderyn lloraba histéricamente, y Diandra
casi se cae de las gradas porque se había puesto de pie al ver caer a Danny y
tenía medio cuerpo afuera.
Danny abrió los ojos y se
encontró con los de su hermana, que lo miraba con preocupación.
-
¿Danny? -- probó ella
-- ¿Danny puedes escucharme?
Ciertamente no estoy sordo,
pensó el chico, pero por alguna razón no podía hacer que su lengua transmitiera
el mensaje. Parpadeó varias veces hasta enfocar bien. ¡Demonios! Otra vez en la
enfermería, Iván me va a matar, pensó con desánimo. Miró bien y estaban todos
sus amigos y compañeros de equipo allí, pero no vio a Iván por ningún lado, ni
a ninguno de los mayores. Bien, se dijo, la cosa no será muy grave.
-
Danny -- volvió a intentar Sam --
¿Puedes escucharme?
-
Sí -- dijo finalmente --
¿Por qué no habría de escucharte?
-- y luego miró a Kenny -- ¿Y
bien? --
le preguntó -- ¿Lo cogiste o no?
Kenny sonrió y levantó la mano,
en la que brillaba la estrella.
-
Bueno, al menos valió la pena que me tiraran de mi Glide --
dijo Danny
-
¡Eres un idiota igual que este!
-- chillo Aderyn aun con los ojos
rojos de tanto llorar -- Nosotros aquí muriéndonos por saber si estás
bien y a ti lo único que te interesa es saber si cogieron esa estúpida
estrella.
Pero los chicos decidieron ignorarla.
-
Nadie te tiro de la
Glide -- dijo Kenny
-
Pero me caí igual, espero que no nos hayan afectado mucho esos puntos
al final -- dijo él con pesar
-
No Danny, no perdimos ningún punto, es más hiciste el juego casi
perfecto -- le informó Kenny --
como sabes hay cinco obstáculos para cada corredor en cada vuelta, cada
uno con valor de diez puntos. Fueron trece vueltas, y tú obtuviste un marcador
de 600, lo que significa que solo te faltaron cinco obstáculos por superar, para
haber hecho el juego perfecto. Y no
perdiste ningún punto porque técnicamente, caíste de tu Glide una vez
finalizada la carrera.
-
¡Genial! -- dijo Danny
-- ¿Cuánto fue el marcador final?
-
3000 contra 1560, estamos al frente
-- dijo Gail con una gran sonrisa
Después de esto, Danny miró a
Sam.
-
¿Qué me rompí esta vez? -- le preguntó
-
A pesar de que pudiste haberte roto hasta el alma, no te sucedió
nada --
dijo ella -- gracias al profesor Delos --
agregó acentuando el nombre
-
¿Qué?
-
Fue él quien detuvo tu caída
-- dijo ella
Danny miró a Gail, y éste
asintió. Si bien estaba contento de no haberse roto nada, no lo estaba tanto de
debérselo a aquel individuo.
Luego de una rápida revisión lo
dejaron salir de la enfermería. En realidad si se había roto algo, pero no por
la caída, sino por el infeliz que le había golpeado la nariz, y el que le había
clavado la Glide en la espalda, pero eran heridas leves, y aquellas eran unas cuenta que los chicos no
tardarían en saldar.
Durante las breves vacaciones de
Valborgsaften, y durante la cena del
tercer día en casa, Sam hizo una petición.
-
Iván, no tenemos fotografías de nuestros padres --
dijo la niña -- y me gustaría tener alguna, al menos para
tener un recuerdo de ellos.
-
Claro linda, lo comprendo
-- dijo él -- no
tenemos muchas, pero las que tenemos son tuyas.
-
Gracias -- le dijo ella
Pero después de unos minutos
Vlad dijo algo que los sorprendió.
-
No tenemos muchas fotografías, pero podemos mostrarte algo mejor -- miró
a Iván y este luego de unos segundos,
asintió
Los chicos terminaron de comer
apresuradamente, porque tenían prisa en ver qué era aquello que Vlad les
ofrecía. Pasaron al Salón y Vlad los miró.
-
¿Listos?
Ellos asintieron y Vlad se
acercó a una pared y deslizó la mano por ella, sin tocarla. Unos segundos
después se materializó un portal. Danny enseguida entendió de qué se trataba,
ya había vivido esa experiencia. Sin embargo, y aunque se lo había contado a
Sam, ella no. Iván le tendió la mano a la niña y comenzaron a avanzar.
Lo primero que sus ojos captaron fue a las
personas que ya conocían, es decir, Iván, Eve y Vlad, pero también estaba allí
otra mujer a la que no habían visto. Era alta de cabellos negros y ojos azules.
Y “otro” Vlad. Y un poco más allá, vieron a sus padres. El corazón les dio un
vuelco. Sintieron deseos de abrazarlos, pero sabían que era imposible, por lo
que tendrían que contentarse con verlos.
Vlad se volvió hacia ellos.
-
La chica es Sabrina Hallinger
-- les dijo -- tu
madrina Sam, y ese otro sujeto -- dijo con una sonrisa -- es
Giulian.
Amy y Daniel se encontraban reunidos con sus amigos, ambos
muy deprimidos, e Iván les dijo que era por la decisión que habían tenido que
tomar con respecto a ellos, pero conscientes de que era lo mejor para poder
protegerlos.
De pronto llamaron a la puerta, era Eowaz y por
la cara que traía, supusieron malas noticias.
- ¿Señor? - dijo Daniel
- ¿Se siente bien? - pregunto Sabrina
- No, estoy realmente asqueado, y me disculpan,
pero acabo de enterarme de una desgracia, la familia Richmond ha sido
exterminada.
Las chicas se llevaron las manos a la boca para
ahogar un grito. Las tres pensaron en su amiga Daphne, a quien desde que
salieron del colegio, hacía apenas unos meses, no habían visto. Sus padres, no
le permitían acercarse a ellos, ya que veían con espanto como estaban siendo
cazados.
- ¿Todos están muertos? - preguntaron con un
hilo de voz
- Todos excepto Daphne, pero está en el
Hospital. Fue torturada y violada. Hasta ahora permanece inconsciente, pero los
Läkare no saben qué consecuencias hayan podido producir todos los daños que le
causaron.
Todos permanecieron en un silencio opresivo, por
sus mentes pasaban escenas aterradoras. De pronto Amy soltó un gemido apenas
audible, pero Daniel la escucho y corrió a su lado.
- ¿Qué tienes, amor? --preguntó asustado
- Creo que ha comenzado -- contestó Amy, sujetando su vientre.
Todos se pusieron en movimiento, la súbita
revelación del parto inminente los sacó de sus pensamientos.
- Voy por un Läkare – dijeron Giulian y Vlad al
mismo tiempo
- No -- acotó Eowaz -- me
temo que las señoritas tendrán que hacerse cargo.
- Pero señor, ninguna de ellas es una Läkare, ni
siquiera son Nyrs -- dijo Giulian.
Daniel se encontraba muy ocupado tratando de llevar a Amy a la cama.
- Dadas las circunstancias que rodean a este
parto, y a las medidas que se tomaran a partir de ahora, nadie más puede
participar en él. ¿Estoy en lo correcto al pensar que pueden ustedes asistir
este parto? -- preguntó a las chicas
Estaban estupefactas, pero reaccionaron
enseguida.
- Haremos todo lo que esté a nuestro alcance
señor --
dijo Sabrina
- Bien, ustedes
-- dijo mirando a los
muchachos -- encárguense de proporcionarles todo cuanto
necesiten para esto.
- Las próximas tres horas transcurrieron a la
velocidad del rayo -- dijo Vlad
-- Daniel caminaba como loco, tan
pronto estaba sosteniendo las manos de Amy, como tirándose de los cabellos.
- Amy
-- dijo Sabrina -- pondré en práctica todo lo que sé, pero debes
ayudarme, es la primera vez que hago esto y estoy tan nerviosa como tú.
- Igual yo
-- dijo Eve
- No se preocupen -- contestó Amy -- confío en ustedes, sé que lo harán bien.
Pasada otra hora y cerca de la medianoche,
después de un desgarrador grito, que le partía el corazón a Daniel, se escuchó
el primer llanto. Daniel que le sostenía a Amy una mano, no sabía si reír o
llorar, Giulian entre tanto se puso a brincar, olvidando que le estaba
sosteniendo la otra mano a Amy. Sabrina cortó el cordón y le pasó el bebe
a Eve que lo recibió y envolvió en una
manta.
- Es un hermoso niño -- dijo emocionada. Ya se
dirigía a colocarlo en brazos de su madre cuando Sabrina la detuvo.
- Aún no, Eve, falta el otro y ya viene -- Eve
se volvió y le dio el bebé a Iván
Amy volvió a retorcerse del dolor, pero ya no le
quedaban fuerzas ni para gritar.
- Vamos Amy
-- instó Sabrina -- un último esfuerzo, ya está por salir.
A los pocos segundos, se escuchó otra vocecita,
que aunque no llegó a ser el llanto fuerte del primero, fue perfectamente
audible.
- Por los tesoros del Gran Druida --
exclamó Sabrina -- Es...una
NIÑA!!!!
Eve cogió
otra manta para tomar a la bebita. Daniel estaba en estado de shock,
Giulian lloraba y reía al mismo tiempo.
Sabrina se dejó caer en el sillón y escondió su rostro entre sus manos aún
llenas de sangre y comenzó a llorar, era un gran alivio haber podido ayudar a
traer al mundo a esos bebes sin complicaciones, pero la tensión la venció.
Daniel besó a su esposa y luego tomó a su hija
en brazos. Amy muy agotada pidió ver a sus hijos y Daniel y Giulian se
acercaron con los bebes. Ella besó a su hijo en la frente y preguntó:
- ¿Daniel Iván...? -- mirando a su esposo.
- Me parece bien
-- contestó él
Luego se giro a su hija, la miró, la besó y
dijo:
- Samantha Sofía.
Luego miró a sus amigas y las llamó para que se
acercaran.
- Sabrina, Eve
-- dijo tomándoles las manos
-- nunca podré agradecerles lo que hoy
han hecho por nosotros, del mismo modo que aunque viva mil años no
podré agradecerles lo que aún están por hacer. Gracias.
Las tres mujeres se abrazaron y en silencioso
llanto se expresaron el profundo cariño que las unía.
-
Vamos a avanzar un poco en el tiempo
-- dijo Iván --
Aproximadamente un mes después.
-
Se acercaba el momento de la separación
-- dijo Vlad
Amy miraba a sus hijos y se deshacía en
llanto. Daniel estaba que se trepaba a las paredes de desesperación.
-
Cuando tomaron la decisión les pareció lo más apropiado y seguro para
ustedes -- dijo Eve
-- pero después que los habían
tenido en brazos, que los habían besado y sentido, no lograban calmar la
desesperación que los consumía.
-
La pequeña ceremonia de bautizo
-- dijo Iván -- se llevaría a cabo ese día, uno antes de
la separación definitiva.
Eowaz llevaría a cabo la ceremonia, ya que era
imposible que nadie más lo hiciera.
- Bien vamos a comenzar, Amy, Daniel por favor acérquense.
Así lo hicieron y ambos dijeron, colocando a
Danny en brazos de Eve y de Iván, y a Samantha en los de Sabrina y Giulian.
- Estamos colocando en sus manos, lo que para
nosotros es más precioso, si nosotros llegáramos a faltar -- Amy soltó un sollozo -- ¿Juran ustedes, educar, guiar y
proteger a estos niños como si fueran propios, aún a costa de sus
propias vidas?
- Lo juro - dijeron los cuatro
Todos sacaron sus Gwialen, las de Amy y Daniel
apuntaron al corazón de Giulian, Sabrina, Iván y el de Eve, mientras que
las de ellos, apuntaron al corazón de los niños.
- El encantamiento que van a realizar los unirá
de por vida a estos niños, si lo rompen tendrá consecuencias tan serias, que
hasta podría costarles la vida, ¿Están dispuestos? --
preguntó Eowaz
- Si --
aceptaron los cuatro
- Bien --
procedan.
- Protegere per Vita
-- dijeron Daniel y Amy
- Protego Totallus Semper -- dijeron los
cuatro padrinos
De las Gwialen de los Douglas salió un rayo
dorado que dio en los corazones de los padrinos y al mismo tiempo un rayo del
mismo tono salió de las Gwialen de estos hacia el corazón de los pequeños.
Eowaz volvió a preguntar.
- ¿Juran ustedes cumplir con esto durante toda
su vida?
- Lo juro - volvieron a decir todos
- Que así sea - dijo Eowaz
De la Gwialen de Eowaz salió una especie de
cinta que parecía cristalina y los envolvió a los seis, a los niños y a sus
padrinos, y luego desapareció dejando en la frente de los niños una especie de
rocío y en las manos de los padrinos un imperceptible tatuaje en forma de
estrella.
- Ese es el símbolo de su compromiso, lo
llevarán hasta el día de su muerte.
-
Avanzamos al día siguiente
-- dijo Iván
Ese fue uno de los días más duros que todos los
que estuvieron presentes podía recordar. Amy tenía los ojos rojos e hinchados
al igual que Sabrina y Eve. Daniel tenía unas ojeras que delataban las muchas
noches sin dormir. Giulian y Vlad habían abandonado su habitual temperamento
jocoso y se los veía tristes y cabizbajos. Iván era el que permanecía más
ecuánime, y sin embargo había huellas delatoras en su rostro, del mismo
sufrimiento de sus amigos. Pero llegó el momento. Y aquí Iván decidió hacer una
pausa y transmitirles una información.
- Lo que
les dijo Eowaz el primer día -- les dijo
-- no es del todo exacto.
- ¿Qué quieres decir? --
preguntó Danny
- Yo debía llevarte a Irlanda y dejarte en el
Orfanato, hasta que todo se resolviera
-- continuó él --
pero eran Giulian y Sabrina, a los que correspondía cuidar de Sam.
-¿Y qué sucedió?
-- preguntó Gail
- Giulian casi enloqueció cuando fueron
asesinados Amy y Daniel -- dijo Vlad
-- se obsesionó con la idea de
matar con sus propias manos a Nurión y comenzó una cacería sin tregua.
- Por eso Sabrina, se fue a nuestra casa --
dijo Iván -- Eve y Vlad, casi todo el tiempo estaban con
Giulian de un lado para otro, u ocupados con nuestras obligaciones como
Arzhaelíes. Poco más de un año después de la muerte de sus padres, Giulian no
regresó de uno de sus viajes, y unos meses después Sabrina fue asesinada. Así
fue como terminaste con nosotros -- dijo Iván mirando a Samantha --
aunque ya llevabas tiempo allí, a partir de ese momento se hizo oficial.
Pero muy poco tiempo después, mi esposa también fue asesinada. De modo que me
vi en la obligación de ejecutar las órdenes del Consejo y llevarte a un
Orfanato también, al mismo tiempo que tenía que dejar a Gail con sus abuelos
maternos. En unos pocos días los perdí a los tres --
dijo Iván con profunda tristeza
Los niños se acercaron a él y lo abrazaron.
- Pero ya nos tienes de nuevo contigo papá -- le
dijo Gail -- y no te vamos a dejar.
Luego de estas explicaciones continuaron.
- Señor
-- decía Amy a Eowaz --
sabe que esto es lo más difícil que he tenido que hacer en toda mi vida,
la mitad de mi corazón se va con ellos. Le pido un minuto más para realizar un
antiguo encantamiento que los mantendrá unidos a pesar de que no estén juntos.
- Adelante niña.
Daniel y Amy tomaron sus Athame y se
hicieron un pequeño corte cada uno en la palma de la mano, luego hicieron lo
mismo con las de sus hijos, unieron las suyas a las de sus hijos y la de los
bebes entre ellos. Y pronunciaron el conjuro.
- Unite per Sanguis Semper.
Una luz que parecía provenir de todos los
envolvió cegando a los demás que estaban en la habitación. Danny abrió los ojos
y lanzó un grito mientas su hermanita también los abrió un segundo después,
pero solo miró a su madre. Cuando todo volvió a la normalidad se soltaron. Los
Douglas caminaron hacia Eve y Sabrina, entregándoles a sus hijos en los brazos.
- No sé por cuánto tiempo llevarás esta
responsabilidad sobre tus hombros
-- dijo Amy mirando a
Sabrina -- pero cuídala mucho y asegúrate de decirle a
diario que la amamos, aunque no lo entienda aún -- y mientras silenciosas lágrimas rodaban por
sus mejillas, miró a Eve -- Si llegásemos a faltar, por favor asegúrate
de reunirlos en el momento apropiado.
Después de esto, Daniel se acercó beso a sus
hijos en la frente y se dio vuelta incapaz de soportar aquello un minuto más.
- Las cosas no siempre son como esperamos, pero
nuestro corazón se queda con ustedes, y algún día la fuerza de la sangre nos
unirá nuevamente -- dijo Amy
Besó a sus hijos en la frente. La pequeña
Sam miró a su madre como si entendiera lo que decía, le dedicó una dulce
sonrisa, que no se borraría nunca más de los ojos de Amy, porque fue lo último
que vio de su pequeña hija.
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