CAP. 49 ESCAPE…
Después que el Secretario del
Consejo Escolar le dio la escasa información que poseía a Eirian, ésta miró a
Dorila quien le hizo un gesto de asentimiento.
-
Profesora por favor, vaya por los Douglas -- le
pidió
-
Si no le importa -- dijo el Secretario con cierta
incomodidad -- insistieron mucho en que los buscase yo
mismo.
Eirian lo miró por un momento,
lo que aumentó la incomodidad del individuo.
-
¿Y sabe usted dónde buscar?
-- le preguntó, para vergüenza
del Secretario -- Lo suponía, así que si no tiene inconveniente
la Profesora Leaves
lo guiará.
Salieron y se dirigieron hacia
las escaleras.
-
¿No deberían estar presentando exámenes? --
preguntó el individuo al ver que llegaban al vestíbulo
-
Esta mañana no les correspondía ninguno -- dijo
Dorila
En la puerta del Edificio casi
atropellaron a Delos, en el rápido intercambio de miradas, Dorila supo que ya
Jonathan estaba ejecutando el plan de Giulian, fuera este el que fuera, pero
también notó que había algo más.
-
Profesor, este es el Secretario del Consejo Escolar --
dijo con la mayor calma
-
Un placer conocerlo -- dijo Delos tendiéndole la mano con la misma
serenidad
-
¿Podríamos darnos prisa?
-- dijo el hombre ignorando la
presentación
-
Claro -- aceptó Dorila
-- pero no pensé que la prisa
estuviese reñida con los buenos modales.
El hombre enrojeció y saludó a
Delos como era debido.
-
¿Puedo ayudarlos? -- preguntó él
-
Buscamos a los Douglas -- dijo Dorila
-- ¿Los has visto esta mañana?
-
Deben estar en el Edificio del Ala Norte, hasta donde sé no tenían
exámenes esta mañana -- le contestó
Iban a salir cuando Frieg y sus
amigos venían entrando.
-
No se moleste Profesora -- le dijo
-- los Douglas no están en su
edificio.
Por un momento tanto Dorila,
como Delos sintieron pánico de que aquel pequeño monstruo los pudiese delatar.
Sin embargo, estaban lo suficientemente bien entrenados como para no perder la
calma.
-
¿Sabes tú dónde están? -- preguntó Delos
-
Hace un rato los vi dirigirse hacia las pistas, pero vengo de allí y no
están --
les dijo
-
Gracias Lery -- dijo Dorila y se dispuso a seguir
-
Profesores -- llamó Lery y ellos giraron las cabezas --
parecen haber desaparecido en el aire
-
No digas necedades Lery -- lo reprendió Delos --
convengo en que son desagradables, pero te aseguro que no tienen el
poder para desaparecer dentro de un área restringida.
Dicho esto continuaron su camino
hacia el edificio del Ala Norte, con los resultados esperados. De allí se
dirigieron hacia la biblioteca, haciéndole creer al Secretario que tal vez
estuviesen estudiando. El bibliotecario les aseguró que no los había visto.
Delos sugirió que estando cercana la hora de la comida, tal vez estuviesen
camino al Comedor. Para ese momento el Secretario ya estaba muy molesto. Llegaron al Comedor justo en el momento en
que se abrían las puertas, de modo que pudieron constatar que allí tampoco
estaban.
-
Creo que deberíamos decirle a Eirian que convocase a los demás
Profesores para efectuar una búsqueda completa
-- dijo el hombre con preocupación
-
Es posible que tenga razón
-- dijo Delos --
Develieng es muy grande, podrían estar en cualquier parte y podría
llevarnos horas encontrarlos, y según entiendo, tiene usted prisa.
De modo que se dirigieron hacia
la dirección nuevamente. Y mientras caminaban el Secretario iba pensando en lo
muy mal que podía irle si no encontraba a aquellos niños pronto. Por alguna
razón el Delegado de Justicia los quería en Kelten a primera hora de la tarde,
y tenía muy pocas dudas, después de todo lo que había venido ventilándose en la
prensa, que sería por el asunto de la custodia.
Eirian organizó la búsqueda,
pero una hora después y luego de haber registrado hasta el último rincón de
cada uno de lo edificios, no había señales de los chicos. Los Profesores, en su
mayoría, estaban terriblemente consternados, los que conservaban la calma eran
la directora, Endering, Delos y Dorila, aunque asumían la adecuada postura de
preocupación. En tanto que Fysisk estaba indignado.
-
Esos niños siempre han sido un problema --
decía enfurecido -- no podrían
negar aunque quisieran que son hijos del infeliz de Douglas. Es evidente
que se escaparon de la escuela.
-
Profesor, por favor -- dijo Endering
-- Sabe perfectamente que eso es
imposible.
-
¿Imposible? -- dijo mirándola -- No
me dirás que has olvidado las muchas veces que Douglas, Natchzhrer y los
Cornwall desaparecían misteriosamente.
-
Eso no significa en ningún caso, que saliesen de Develieng --
dijo Eirian
El Secretario miró la hora cada
vez más desesperado.
-
Si no es así -- dijo mirando a Eirian --
¿Dónde demonios están?
-
Es obvio que no tengo más idea que usted -- le
contestó ella -- pero seguiremos buscando.
-
Les digo que perdemos el tiempo
-- insistió Fysisk -- no
están aquí.
-
Fysisk -- intervino Alcemi -- te
sugiero dejar de protestar y ayudarnos a seguir buscando, porque como dijo
Eirian, no pueden salir de la escuela, al menos no sin ayuda, y ninguno de
nosotros lo haría.
Aún bajo protesta Fysisk tuvo
que disponerse a seguir con la inútil búsqueda. Pero lo que dijo Alcemi
despertó un temor en el Secretario, que algo tardíamente recordó que Dorila y
Delos eran, antes que simples Profesores, Arzhaelíes y sin duda amigos de
Natchzhrer. Sin embargo, se tranquilizó pensando que ambos habían estado casi
todo el tiempo con él desde su llegada, de modo que no habían podido ayudar a
los chicos en su hipotética salida de la escuela.
Faltando media hora para el
momento en que se suponía debían llevar a los niños ante el Delegado de
Justicia, llegó un mensaje del Presidente del Consejo Escolar, preguntando en
tono muy airado qué había sucedido. A pesar de que al Secretario no le hacía
ninguna gracia presentarse ante él con las manos vacías, no tendría más remedio
que afrontar esa situación. De modo que
dando por finalizada la búsqueda, partió a encontrarse con su superior.
Eirian dijo a los Profesores,
que fuesen a comer ya que todos se habían saltado la comida por dedicarse a
buscar a los chicos. Y una vez que estuvieron solos, Dorila se volvió hacia
Delos con urgencia.
-
¿Qué sucede? -- le preguntó, ya que durante las dos últimas
horas no había podido conversar a solas
-
Eirian -- dijo Delos
-- nosotros debemos partir de
inmediato -- y miró a Dorila -- La
reunión con el Consejo tal y como
esperaba Eowaz, fue una trampa bien montada para detener a Iván y no fueron
nada delicados.
Aunque Dorila habitualmente lo
disimulaba bastante bien, Delos la conocía lo suficiente y la preocupación en
sus ojos no le pasó desapercibida.
-
Descuida, él está bien, todos lo están, aunque causaron considerables
destrozos en la Sala
del Consejo. Eowaz está seguro, y yo
estoy de acuerdo con él, que en cuanto se enteren de la desaparición de los
niños, e Iván no se presente a la audiencia, que será en breve, vendrán por
nosotros.
-
Deben marcharse de inmediato
-- dijo Eirian --
comprendo que debían estar mientras se efectuaba la búsqueda para no
despertar las sospechas de éste hombre, pero ya han demorado mucho, váyanse ya.
-
Eirian, el imbécil de Fysisk… -- comenzó Delos
-
Delos -- lo interrumpió ella -- él
al igual que tú, nunca profesó afecto a Daniel ni a ninguno de sus amigos, la
diferencia es que tú eres un Arzhaelí y él no. No te preocupes que yo me
encargo de él.
-
Gracias -- dijeron ambos, y se marcharon
****************************************
Para mayor consternación del
Secretario, una vez que llegó al despacho del Presidente del Consejo Escolar,
se encontró con un mensaje ordenándole dirigirse directamente al Dómi, donde
esperaban a los niños. De modo que se dirigió hacia allá, y en cuanto llegó,
tal y como suponía, su jefe enfureció.
-
¿Cómo que desaparecieron?
-- gritó --
Unos niños no pueden haber “desaparecido” de la escuela, imbécil.
-
Solos no -- dijo Lery
Y Agnan que estaba a su lado,
puso la peor de las caras.
-
Supongo que son conscientes del hecho sumamente inquietante, de la
presencia de dos Arzhaelíes como Profesores del Colegio --
dijo Lery -- y no me cabe la menor duda, de que prestaron
la ayuda necesaria para sacar a los niños de la escuela.
-
¿Los viste? ¿Dónde estaban?
-- le preguntó el Presidente al
Secretario
-
Todo el tiempo estuvieron conmigo
-- les aseguró --
ellos no pudieron hacer nada.
-
¿Ah no? -- dijo el Presidente cada vez más furioso -- ¿Y
cómo explicas esta desaparición entonces?
-
Yo se los advertí en su momento
-- dijo Lery --
darle entrada a los Arzhaelíes a Develieng, era un gran error.
Al ver la reunión que tenía
lugar en la entrada, Bastian dejó su lugar y se dirigió hacia allá.
-
¿Qué sucede?
-
Me apena mucho esto señor O’Neill, pero los niños no pudieron ser
hallados en ningún lugar de la escuela
-- dijo Agnan
-
¡Se los dije! -- gritó Bastian
-- ¡Les advertí que tomaran
medidas contra esos miserables, y no me escucharon! ¿Quién responderá ahora por
la desaparición de mis nietos? ¡Los harán desaparecer y nunca podré
recuperarlos! ¡Y ustedes serán los únicos responsables!
El tumulto había crecido
notablemente, porque en cuanto Bastian se había dirigido hacia la puerta, todos
dirigieron la atención en aquella dirección.
-
¡Perdí a mi hijo, perdí a mi nieta, y ahora perderé a mis nietos y
ustedes son los únicos culpables!
-- siguió diciendo --
¡Esos criminales los utilizaran quién sabe con qué fines, o los mataran!
-
Señor O’Neill, por favor tranquilícese
-- pidió Agnan
-
¿Qué me tranquilice? -- preguntó con fingida y bien estudiada
indignación -- ¿Sabe lo que me está pidiendo? ¿Cómo puedo
estar tranquilo? ¡Cuando se que los únicos parientes que me quedan están en
manos de esos desalmados, y encima son solo NIÑOS!
Los miembros del Consejo se
miraban unos a otros, con visible desesperación, mientras que Peter y Eric, se
alegraban enormemente de que los chicos hubiesen logrado escapar.
-
Que traigan a los dos Arzhaelíes
-- dijo Agnan
-
Como siempre sus medidas son tardías
-- dijo Bastian --
¿Realmente creen que se quedaron a esperar? Porque si es así están tan
equivocados en eso, como en la suposición de que Natchzhrer se presentará a la
audiencia.
-
Si no están allí y si Natchzhrer no se presenta, serán declarados
fugitivos con orden de captura, y la Orden una organización al margen de la
Ley --
le aseguró el Delegado de Justicia
-
No puedes tomar una decisión como esa de manera unilateral --
dijo Eric
-
Puedo y lo haré -- dijo él
-- y estoy seguro de que no es
unilateral, estamos presentes todos los miembros del Consejo y dudo mucho que
los demás profesen el mismo amor que tú a la Orden.
-
Solo espero que encuentren a mis nietos antes de que sea demasiado
tarde, o los haré directamente responsables por lo que les suceda --
dijo Bastian y dándoles la espalda se dirigió de nuevo a su asiento con
la intención de esperar a Iván, sabiendo que éste no llegaría.
Si les hubiese resultado posible
a los presentes, ver a aquel individuo por dentro, habrían sido testigos de su
regocijo. Las cosas habían salido exactamente como esperaba. Natchzhrer no se
presentaría porque le había quedado claro que todo era una trampa, y su mayor
logro era haber convertido a los niños en fugitivos, de modo que sus hombres
podrían darle caza, y sus muertes recaerían sobre los Arzhaelíes. Nunca podrían
recuperarse de este desastre, y él se había asegurado de ello. Todo este
escándalo había sido recogido diligentemente por la prensa y estaría en primera
plana al día siguiente, junto con la noticia de que los Arzhaelíes no solo
habían sido removidos de sus cargos, sino que ahora serían declarados al margen
de la Ley. Sí, todo había salido tal y como esperaba, ahora solo restaba el
paso final, y para eso tenía tiempo aún.
**************************************
En cuanto Jonathan y los chicos
entraron al Bosque, experimentaron la sensación opresiva de costumbre. Ya
habían estado allí en compañía del Profesor Alcemi, y siempre les había
sucedido lo mismo, era como si los sonidos del exterior desaparecieran de
manera súbita, sustituidos por un escandaloso silencio que hacía que cualquier
sonido por pequeño que fuese, resultara amenazante.
-
¿Están todos? -- preguntó Jonathan descubriéndose
-
¿Nos podemos quitar las Skik?
-- escuchó la voz de Gail
-
Sí -- le contestó
Así lo hicieron y pudo constatar
que estaban todos, aunque en el caso de las chicas, tenían expresión de susto.
-
Supongo que llevan todo lo necesario
-- dijo Jonathan
-
Si te refieres a nuestras Gwialen y a nuestros Athame --
dijo Danny -- es algo que aprendimos desde primer año.
-
Bien -- dijo mirándolos a todos -- no
tenemos que ir muy lejos, pero aun así debemos estar atentos.
Jonathan se sacó una esfera del
bolsillo y acercándosela a la boca, musitó algo que los chicos no entendieron.
-
Cyfeiriadedd
Una vez que hizo esto, miraron
la esfera que se parecía a esos adornos que tienen una figura dentro y al
moverlos parece que fuese un paisaje donde cae nieve. Pero en este caso vieron
aparecer unas letras, y luego de una atenta observación, Jonathan les indicó
por donde seguir.
-
¿Qué es eso? -- preguntó Danny
-
Una especie de brújula ¿no?
-- dijo Aderyn
-
Algo así -- contestó Jonathan y luego sonrió -- es
un invento de los gemelos y creo que de sus padres, pero no estoy muy seguro, porque Iván siempre habla
de la Vejledning, como propiedad de
los gemelos.
-
¿Vejledning? -- preguntó Diandra
-
Así se llama esta bonita “cosa”
-- les dijo moviendo la esfera en
su mano -- y se supone que nos ayudará a salir de aquí.
Después que habían caminado
alrededor de diez minutos, Gail los hizo detenerse.
-
¿Qué sucede? -- preguntó Jonathan
-
¿No escuchan eso? -- preguntó él a su vez
Mael agudizó su oído, pero no
logró captar nada, y Jonathan que tenía todos sus bien entrenados sentidos
alerta, tampoco.
-
¿Qué exactamente es lo que estás escuchando? -- le
preguntó
-
Es como… ¿voces? -- dijo Gail con duda --
Como si alguien estuviese hablando
-
Amigo -- dijo Danny
-- escuchar voces no es… --
pero Gail le hizo una seña para que guardara silencio
Por las dudas, Jonathan había
extraído con rapidez su Athame, y estaba trazando un círculo mágico alrededor
para evitar sorpresas. Pero Gail se salió de él y caminó hacia un Roble y antes
de que Jonathan pudiese ordenarle volver, todos vieron con asombro que del
árbol estaba saliendo… ¿una mujer? Los chicos se volvieron asombrados hacia
Jonathan, pero él con expresión de asombro estaba acercándose a Gail y a la
mujer.
-
Es una Dríade -- susurró apresuradamente Aderyn a los demás
Los chicos prestaron atención a
la mujer. Era hermosa aunque el color de su piel no era exactamente igual al de
ellos, sino más bien parecido al del Roble. Sus cabellos eran del mismo color
las escasas hojas que le quedaban al árbol, y lucía marchito, mientras que sus
ojos eran de un azul intenso, que a Sam le recordó al color de los ojos de los
gemelos.
-
Señora -- dijo Gail, pero no se le ocurría qué mas
decir
-
Saludos descendiente de Syke --
dijo ella y Gail abrió mucho los
ojos --
Tú y tus amigos son bienvenidos al Erdö.
-
¿Erdö?
-
Este Bosque -- dijo ella
-- pero hay muchos peligros aquí,
hagan lo que han venido a hacer y regresen a su mundo.
-
Bueno gracias -- dijo Gail, y luego no pudo evitar
preguntar -- ¿Eras tú a la que escuchaba?
-
Puede ser -- dijo ella
-- pero llevamos rato intentando
advertirte.
-
¿Llevamos? ¿Hay más como tú?
-
Así es -- dijo ella
-- pero no parecías entender
-
Disculpe, pero no es usual para mí hablar con los árboles --
dijo él con su habitual forma directa
-
¡Gail! -- exclamó Aderyn -- No
es un árbol
-
Bueno, lo siento y de todas formas, ustedes no escucharon ¿por
qué? --
preguntó mirando a la Dríade
-
Solo pueden vernos o escucharnos si así lo deseamos, pero en tu caso,
es tu derecho de sangre -- le dijo
-- Ahora deben irse.
Y aunque Gail no estaba nada satisfecho con aquella respuesta
que no entendía, Jonathan estuvo de acuerdo en que debían irse.
-
Gracias señora -- le dijo a la Dríade --
Vamos Gail
Jonathan volvió a sacar la
Vejledning, y luego de consultarla los urgió a seguir.
-
Bueno -- dijo Danny mientras caminaban tras Jonathan
-- ahora resulta que tú también eres un
“príncipe”
-
¿Qué dices necio?
-
Por alguna razón puedes hablar con los árboles, así que eres príncipe
de los árboles -- dijo con maligno placer
-
Que no son árboles -- porfió Aderyn
Pero mientras ellos discutían
Sam iba dándole vueltas a un asunto que la había estado molestando, no porque
fuese un problema en realidad, sino porque era algo a lo que no le encontraba
explicación, y lo que había dicho la Dríade, sumado a sus propias
observaciones, la habían hecho pensar de nuevo en el asunto. Sin embargo, eso
tendría que esperar porque Jonathan los hizo detenerse, y esta vez, todos habían escuchado perfectamente.
Unos segundos después, de detrás
de los árboles salieron unas criaturas de aspecto espantoso, que hasta donde
podían recordar, no habían visto en ningún libro de texto. Tenían el cuerpo de
un perro muy grande, pero las patas traseras terminaban en pies humanos,
mientras que las delanteras eran garras muy afiladas. La cola tenía el aspecto de un látigo, y las
movían de forma muy amenazante. Pero lo más espeluznante era la cara. En líneas
generales podría decirse que tenía la cabeza de un lagarto grande, pero con
unos colmillos de varios centímetros y una lengua bífida. Y todo el conjunto
rematado con una cabellera larga parecida a la de un humano y unos ojos
amarillos y malignos.
-
Pero… ¿qué… -- comenzó Danny
-
Las chicas detrás de mí -- dijo Jonathan con urgencia -- y
ustedes -- dijo dirigiéndose a los chicos --
atáquenlos con un rayo destructor, pero asegúrense de acertar.
De pronto aquellas monstruosas
cosas, se levantaron sobre las patas traseras y emitieron un aterrador sonido,
que era mitad aullido y mitad rugido. Los chicos no perdieron el tiempo y
atacaron.
-
¡EGWYL!
-
¡SCRIOS!
-
¡DINISTRO!
-
¡PERERYV!
El único problema, fue que no se
pusieron de acuerdo y Gail y Danny, atacaron al mismo monstruo, de modo que
éste cayó, al igual que el atacado por Jonathan y al que atacó Mael, pero aún
quedaron dos en pie. Uno atacó a Jonathan con extraordinaria rapidez, mientras
que el otro iba hacia las niñas que estaban paralizadas de terror.
Blaidd apareció y se abalanzó
sobre el que se le había ido encima a Jonathan. Aderyn y Diandra se había movido
hacia atrás, pero Sam se quedó clavada en su sitio, mientras aquella cosa se acercaba
peligrosamente. Danny y Gail corrieron para situarse en otro ángulo, porque
desde donde estaban podían herir a Sam, pero de pronto otra criatura igualmente
amenazante atacó al monstruo clavándole sus afilados colmillos en el cuello y
sacudiéndolo con violencia hasta lanzarlo como un fardo hacia un lado. Blaidd
también había dado cuenta del que había atacado a Jonathan y éste se había
puesto de pie con brazo sangrante, mientras los chicos miraban aterrorizados
que la nueva criatura se volvía hacia Sam. Pero reaccionaron rápidamente y
levantaron sus Gwialen, sin embargo, Jonathan los detuvo.
-
¡NO! -- les dijo interponiéndose
-
¡Quítate! -- le gritó Danny --
Sam…
-
No le hará daño -- aseguró Jonathan
Y efectivamente, al momento
siguiente vieron que la criatura se agachaba ante Sam y luego, para el mayor de
los asombros de los chicos, adoptaba la familiar figura de Mael.
-
¿Cachorro? -- dijo Gail aún sin poder creérselo
Todos se acercaron a ellos, pero
fue Jonathan quien lo ayudó a levantarse.
-
¿Estás bien? -- le preguntó con preocupación
-
Eso… creo -- dijo él inseguro
Tenía la ropa hecha jirones y
estaba todo manchado de sangre, aunque no sabían si propia o ajena.
-
¿Crees que puedes caminar?
-- preguntó Jonathan y él
asintió -- ¿Seguro?
-- insistió el Arzhaelí
-
Sí -- contestó Mael
-
Bien, apresurémonos entonces, ya quiero salir de aquí --
dijo y consultó nuevamente la Vejledning
Caminaron tras él, pero todos notaron
que ciertamente Mael se movía con cierta dificultad, de modo que Sam y Diandra
lo sujetaron por los brazos. No caminaron mucho, cuando llegaron a un claro.
-
Bien, desde aquí podremos…
-- comenzó Jonathan pero fue
interrumpido por un sonido nada tranquilizador y un estremecimiento del
suelo --
¡Sujétense! -- dijo con premura
-
¿Qué es eso? -- preguntó Aderyn a punto de soltarse a llorar
-
No lo sé -- dijo Jonathan
-- pero no nos quedaremos a
averiguarlo
Pero mientras decía esto y los
chicos se sujetaban para desaparecer, vio que los árboles que rodeaban el
claro, comenzaban a estremecerse.
-
¡Maldición, voy a matar a Giulian!
-- dijo antes de concentrarse en
su destino
Después de esto, todo fue
oscuridad.
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