CAP. 30 LA
MISION (II)
En cuanto Iván les dio la orden
de correr, los niños comenzaron a hacerlo a todo lo que daban. Vlad iba la
frente, Eve a la par de los pequeños, e Iván cerraba la marcha cubriéndolos.
Llegados al pie de la montaña
helada que debían escalar, Vlad se detuvo un momento considerando el mejor
sitio para subir con menor dificultad. Finalmente pareció encontrarlo y
comenzaron el ascenso.
El asunto no se presentaba
fácil, porque a la pronunciada inclinación se sumaba lo resbaladizo del
terreno, y aunque los ganchos eran de ayuda ésta no parecía ser suficiente.
Con todo y las dificultades,
lograron superar la primera etapa. Se detuvieron un momento para que los niños
descansaran un poco. Y por primera vez desde que había comenzado el viaje,
ninguno de ellos parecía tener nada que decir.
Después de una media hora
aproximadamente, Iván se puso nuevamente de pie y los miró con preocupación,
pero no podían detenerse mucho más.
-
Debemos continuar -- les dijo
Los chicos comenzaron a ponerse
de pie, pero Vlad no.
-
Vlad -- lo llamó Iván
Unos segundos después él levantó
la cabeza, y tanto Eve como Iván vieron con consternación, que tenía los ojos
enrojecidos.
-
Vlad -- dijo Iván acercándose a él --
¿Estás bien?
-
Estoy bien -- dijo él levantándose y evitando que Iván se le
acercara -- Vamos.
Comenzó a avanzar, mientras Eve
e Iván se miraban preocupados. Ciertamente aquel era el peor momento para que
Vlad se derrumbara, pero tampoco podían permitirle seguir si estaba mal. De
modo que Iván decidió que esa noche, si continuaba así, le enviaría un mensaje
a Delos para que se reuniera con ellos, y enviaría a Vlad a casa, quisiera o
no.
A los niños por su parte, no se
les había escapado que algo sucedía, pero la única que parecía tener una idea
clara de qué exactamente, era Samantha. Ella había estado preocupada por Vlad
desde el inicio de las vacaciones, y ahora se le había hecho evidente que Iván
y Eve también. Sin embargo, nada dijo a los demás, pero sí se adelantó hasta
alcanzar a Vlad y metió su mano en la de él. Vlad volteó y le sonrió, pero ella
lo miraba con los ojos muy abiertos.
-
Vlad, estás ardiendo -- le dijo, pero él se llevó un dedo a los
labios
-
Estaré bien linda, ya te dije que pesqué un resfriado -- le
dijo --
pero no hay necesidad de alarmar a los demás ¿bueno?
Sam no confiaban para nada en lo
que le estaba diciendo, pero aún así guardó silencio y siguió caminando de su
mano.
Volvieron a detenerse un poco
más tarde de mediodía, para que los niños comiesen algo, pero mientras lo
hacían, vieron a Vlad y a Iván empuñar sus Gwialen, y para sorpresa de los
chicos, Mael dejó caer lo que tenía en las manos.
Mael había sentido
repentinamente, que se le erizaba el vello de la nuca. Se puso de pie y miró
hacia sus espaldas, y aunque todos siguieron la dirección de su mirada, no
alcanzaron a mirar nada.
-
Tranquilízate -- le dijo Iván
-
No puedo -- dijo el chico
-- siento como si… -- pero no sabía describir la sensación
-
Es la presencia de Lobos
-- le dijo Vlad, y el niño lo
miró confundido
-
Mael, te sientes así porque estás percibiendo la presencia de otros
seres de tu raza -- le
explicó Iván -- inferiores, pero básicamente la misma raza.
El chico volvió a sentarse, pero
no se le pasó aquella extraña sensación.
-
¿Y cómo saben que son Lobos?
-- preguntó Gail -- ¿No
podría ser otro animal?
-
En primer lugar, Vlad pocas veces se equivoca en cuanto a eso --
dijo Iván -- y segundo, Mael lo acaba de confirmar.
-
Supongo que debemos prepararnos para ser atacados ¿no? --
dijo Danny
-
Aunque tienen una pésima publicidad
-- dijo Vlad -- en
realidad no suelen atacar a los humanos, a menos que la manada esté pasando un
muy mal período para conseguir alimento, o que se vean atacados por el hombre.
Sin embargo, estamos invadiendo su territorio, y son muy celosos con ello. De
modo que nos seguirán, pero de momento y a menos que como dije las cosas estén
muy mal, no nos atacaran.
Un poco más tranquilos, y
después de esperar un rato más, reanudaron el ascenso. A pesar de que era muy
temprano, ya había empezado a oscurecer.
Y con la oscuridad sus “acompañantes” decidieron acercarse más. Los
niños lo notaron al comenzar a ver destellos en la oscuridad y que estaban
seguros no pertenecían a luciérnagas precisamente. En un momento determinado,
escucharon claramente un gruñido nada tranquilizador. Vlad giró la cabeza, Iván miró
a Eve y probablemente le transmitió un mensaje, indicándole que
protegiera a los niños.
Pero mientras este intercambio
silencioso tenía lugar, Mael se había adelantado y caminaba con decisión hacia
donde se veían los ojos brillantes. Sam y Gail estiraron los brazos para
detenerlo, pero Eve sujetó a Sam e Iván a Gail, en tanto que Vlad apenas había
tenido tiempo de agarrar a Danny y ponerle la mano en la boca antes de que
empezara a vociferar y alterara a los Lobos.
De modo que los chicos vieron
aterrorizados, como Mael se acercaba a aquellos ojos, que era lo único que
podían ver, y que lucían bastante amenazantes.
Mael se detuvo y luego de unos segundos, vieron que un par de aquellos
ojos se acercaba sin prisa a él.
Aunque Iván y Vlad, estaban
bastante seguros de que el chico no corría peligro, de todas formas
sujetaron sus Gwialen con fuerza, y las
colocaron en posición de ataque. Vlad, que
era el único que podía ver la escena sin perderse un solo detalle, vio al Lobo
que sin duda era el Macho Alfa de la
manada, acercarse en actitud suspicaz,
había estrechado los ojos y tenía la cola recta paralela al suelo. Observó por largo tiempo los ojos de Mael, y
luego asumió una actitud de sumisión activa, echo las orejas hacia atrás, bajó
la cola y acercó el hocico a Mael
reconociendo en él una especie dominante, e inmediatamente después rodo
boca arriba exponiendo la garganta, asumiendo así un estado de sumisión pasiva
al reconocer de manera instintiva, que
Mael por su superioridad era un Alfa. Los demás miembros de la manada, al ver
la actitud de su guía, comenzaron a acercarse rodeando a Mael y en el mismo
estado.
Siendo que Vlad, era el único
que había podido ver todo aquello, en cuanto los demás vieron que los ojos se
movían en dirección al chico, se tensaron, y en el caso de Iván y Eve, apuntaron sus Gwialen en dirección a él.
-
No se muevan -- ordenó Vlad en un susurro apenas audible
Los niños no se atrevían ni a
respirar. Unos minutos después, que a
los que apenas si podían distinguir a Mael, les parecieron una eternidad, Vlad
vio que el chico daba tres pasos hacia atrás al mismo tiempo que el Lobo que
tenía al frente, y luego se dieron la espalda y avanzaron hacia sus respectivos grupos.
-
¿Qué? -- preguntó Danny que ya
no aguantaba la tensión
-
Fue un invierno duro -- dijo Mael
-- y debido a la presencia de
estaciones de investigación de los Firbolg, el verano no está siendo mucho
mejor, ya que hay poca caza.
-
Pero… ¿De qué hablas? -- preguntó Gail
-- Estamos aquí pensando que
caminabas directo a ser destrozado por una manda de Lobos y tú…
-
Gail -- lo interrumpió Iván, y miró a Mael instándolo
a continuar
-
No tenemos que preocuparnos, una vez que aseguré que no pretendíamos
adueñarnos de su territorio -- hizo un pausa y sonrió --
dijo que no atacarían a mi “manada”
-
Bien…
-
Espera, espera -- interrumpió Danny --
¿Cómo está eso de que “dijo”?
-
Niños -- dijo Eve
-- están olvidando de nuevo lo
que es Mael
-
Claro que no -- dijo Gail
-- pero… --
dudó antes de continuar -- ¿Cómo se supone que pueden haberle “dicho”
algo?
-
¿Es algo así como Leomer?
-- preguntó Danny
-
No, es más sencillo que eso
-- explicó Iván --
Leomer puede comunicarse con todos los animales a un nivel más
rudimentario, en tanto que Mael pudo comunicarse porque son de la misma raza. Por lo tanto no es exactamente como se lo
están imaginando, no se trató de una “conversación”, sino de una
comunicación telepática que no consiste
en palabras como las conocemos.
-
Entiendo todo eso -- dijo Aderyn
-- pero tengo curiosidad por algo
-
¿Qué cosa? -- preguntó Iván
-
Según lo que he leído, los animales defienden de manera furiosa sus
territorios, y los Lobos son una de las especies más agresivas en esa materia,
aún con los de su misma especie -- expuso la niña --
entonces ¿cómo es posible que hayan cedido tan fácilmente?
-
Porque no solo lo reconocieron como un miembro de su especie --
dijo Vlad -- sino como uno superior, un macho Alfa, que es
como se designa a los guías de una
manada.
-
Bueno, bien por ti cachorro
-- dijo Gail y luego agrego con
una sonrisa traviesa -- ahora tenemos a dos “príncipes” dentro de
esta “manada”
Danny lo golpeó en la cabeza,
mientras los demás reían y emprendían de nuevo el camino. Después de un par de horas más,
aproximadamente, decidieron detenerse. El frío realmente estaba golpeando muy
duramente a las niñas y a Danny, e Iván había notado con preocupación que la tos de Vlad había
empeorado mucho.
Los niños se sentaron muy
juntos, mientras los adultos hacían los preparativos para asegurar el lugar.
-
Iván, cuando dejábamos a Delos
-- dijo Sam, mientras comían --
dijiste… mmm… dijiste que todavía debíamos… --
parecía tener dificultades para decir lo que quería decir --
llegar a la cima.
-
Así es -- le dijo él observándola con atención y se
sorprendió al ver tanta confusión en su mente
-
¿Ya estamos aquí? -- preguntó la niña, pero pareció darse
cuenta que aquella pregunta carecía de
sentido -- Quiero decir… ya estamos en la cima ¿ahora
qué?
-
Verán -- dijo para todos, pero sin dejar de prestar
atención a Sam -- supongo que todos han escuchado lo suficiente
acerca de Asgard.
Pero era evidente que el “todos”
y el “suficiente” se reducían en ambos casos,
a Aderyn, a Mael y tal vez a Sam.
Y como de costumbre, Danny y Gail giraron sus cabezas hacia Aderyn. Sin
embargo, ella los ignoró y guardó obstinado silencio.
-
Bueno -- dijo Gail
-- sabemos que es donde viven los
Dioses ¿no?
-
Y que se accede a él por medio del Bifrost --
agregó Danny
-
Pero no vimos nada parecido a un Arco Iris mientras subíamos --
dijo Diandra -- y ciertamente no hay ningún Dios aquí
guardando el paso.
Aderyn sonrió de manera burlona,
pero siguió en silencio. Sam parecía haberse quedado dormida sobre el hombro de
Danny, y Mael la observaba ajeno a la discusión. De modo que Iván retomó la
palabra.
-
Verán, son muy pocas las personas que pueden decir que han visto a uno
de los Dioses. Sin embargo, las que lo
han hecho, coinciden en una cosa. Al momento de desaparecer hacia Asgard, suben
hasta la cima de una montaña de hielo, y dicho momento es precedido por lo que
describen como un destello de luz enceguecedor, para luego ascender como
absorbidos hacia lo que han dicho, parece un puente de colores brillantes --
hizo una pequeña pausa y luego continuó
-- Por las diferentes
descripciones y narraciones, se ha determinado que el lugar es este, y que el
destello de luz, se trata de la incidencia de partículas cargadas de protones y
electrones guiadas por el campo magnético de la tierra, hacia la atmósfera
cerca de los polos. Este choque entre las partículas y los átomos y moléculas
de oxígeno e hidrógeno excita esos átomos a niveles de energía tales que
cuando se desexcitan devuelven esa energía en forma de luz visible de varios
colores, que es lo que se ha llamado Bifrost o Camino Oscilante, por su
movimiento.
Esperó un
momento por si había preguntas, y al no haber ninguna, prosiguió.
-
Como este fenómeno, que es conocido como Aurora Boreal, se da en las
alturas, la gente ha aceptado como cierto, que Asgard está en los cielos por
encima de Midgard, que como saben es el nombre de la tierra. Pero en realidad
se trata de otra dimensión a la que solo es posible llegar, transportados por
ese fenómeno -- concluyó
-
¿Y cuándo ocurre? -- preguntó Diandra inteligentemente, mientras
que Gail y Danny aún miraban a Iván con la boca abierta
-
Eso ya es más difícil de precisar
-- le contestó --
pero estamos en el lugar correcto, y ahora solo nos resta esperar.
Después de esta explicación Iván
se dispuso a acomodar las tiendas, pero no había comenzado, cuando escuchó la
voz preocupada de Danny.
-
¿Sam? -- dijo, y viendo que la niña no respondía, la
sacudió -- ¡Sam!
Eve se acerco con rapidez y se
agachó junto a los gemelos. Samantha que
parecía haberse quedado dormida sobre el hombro de Danny, se había deslizado hacia abajo lo que produjo
que el gemelo notase que algo no andaba bien.
Danny y Mael tenían sujeta a la niña y Eve le tomó una mano sacándole el
guante y mirando sus dedos. Estos al igual que los labios de Sam presentaban
una tonalidad azulada, Eve colocó su mano sobre el pecho de la niña y luego
miró con horror a Iván y a Vlad.
-
Está sufriendo una hipotermia severa
-- dijo -- su
ritmo cardíaco ha descendido mucho y miren su piel.
En aquellas condiciones, sabían
que cubrirla no resolvería el problema y pensar en volver era imposible. Para
empeorar las cosas, Vlad se tambaleó y se aferró al brazo de Iván, que estaba
absorto en sus pensamientos, buscando frenéticamente una solución al problema.
-
¿Qué suce… -- había comenzado pero al ver el aspecto del
otro --
¡VLAD!
Apenas tuvo tiempo para detener
la caída. Las niñas y Gail, se
apresuraron a socorrer a Iván, y ayudarlo a colocar a Vlad en el suelo lo más
cómodamente posible, mientras Eve, Danny y Mael seguían junto a Sam.
Iván trató de aquietar sus
enloquecidos pensamientos, obligándose a pensar con frialdad en cómo resolver
ambos problemas. Pero la voz de Gail lo
sacó de sus pensamientos.
-
¡Papá, tenemos que llevar a Sam a casa y a Vlad al hospital! --
exclamó
-
No podemos hacer eso Gail
-- le dijo tratando de mantener
la calma
-
¿Por qué? -- preguntó Danny
-
En primer lugar, porque es muy probable que no pudiésemos llegar con
ellos en estas condiciones. Por el frío y porque ya vieron que el camino no
carece de peligros -- les dijo
-
¿De qué hablas papá? -- preguntó Gail con exasperación -- Te
basta con un DEFLANIAD y…
-
Gail, si pudiésemos hacerlo
-- lo interrumpió --
¿Crees que habríamos hecho el camino de esta manera? Este es un lugar
mágicamente protegido, no podemos aparecer y desaparecer a nuestro antojo -- y
luego miró hacia donde estaba Sam -- Mael, Danny,
abracen a Sam. Eve, colócales una
manta a las niñas.
Luego de hacer lo que Iván dijo,
Eve se acercó y puso su mano sobre la frente de Vlad.
-
¿Qué hacemos?
-
Me pondré en contacto con Delos, y espero que esté en condiciones de
venir --
dijo -- no ha enviado mensaje desde que nos
separamos, y no tengo idea de cómo les haya ido, aparte de que no sabemos
cuánto tiempo le tome llegar hasta acá.
Alrededor de una hora después,
Vlad abrió los ojos.
-
¿Eve?
-
Aquí -- dijo ella, acercándose rápidamente --
Quédate tranquilo -- le ordenó al ver que intentaba incorporarse
-
¿Y Sam? -- preguntó al recordar lo último que había
sucedido
-
Mejor -- le dijo ella
-- Va recuperando el calor y su
ritmo cardíaco ha aumentado, de hecho despertó, aunque sigue algo amodorrada.
Pasó otra media hora cuando
vieron una esfera de luz, e inmediatamente la figura de Delos.
-
Estuvo todo muy difícil -- escucharon --
tenemos varios heridos. Voy en camino
Pero el lapso de tranquilidad
fue breve, pues unos momentos después, se pusieron en tensión, e ignorando a
Eve, Vlad se puso inmediatamente de pie.
-
¡Eve, protege a los niños!
-- le gritó Iván
Y no habían transcurrido más que
unos pocos segundos, cuando varios rayos comenzaron a llegar desde todas
las direcciones. A pesar de que Eve
había dejado a los niños bajo un escudo protector, éstos, al ver la
superioridad numérica a la que se enfrentaban los mayores, tomaron sus Gwialen
y comenzaron a atacar también.
Aunque sus ataques no eran tan
certeros como los de los Arzhaelíes, estaban logrando causar algún daño. Si
Delos hubiese visto a los que hasta el año anterior habían sido sus alumnos,
sin duda se habría sentido muy orgulloso. La que más dificultades tenía en ese
momento era Sam, debido a su debilidad, pero tanto Danny como Mael, no dejaban
de vigilarla y no se alejaban mucho de ella. Pero en un momento determinado,
Mael fue atacado por dos individuos y cayó hacia atrás.
Danny y Gail al verlo, se
disponían a atacar con furia a los sujetos, cuando quedaron paralizados al ver
varias sombras grises irse encima de los mismos. Al parecer, los Lobos que habían permanecido
en los alrededores, al ver que atacaban a Mael, decidieron entrar en la
batalla. Lo que resultó providencial.
-
¡Eve! -- gritó Vlad
-- ¡Reúne a los niños!
Cuando Iván y ella vieron hacia
donde señalaba Vlad, comprendieron de inmediato. Había comenzado a hacerse
visible en el cielo, el fenómeno que
esperaban. Eve corrió hacia los niños y los urgió.
-
¡Corran! -- les gritó señalando hacia un punto situado,
más o menos hacia la mitad de donde se encontraban.
Los chicos comenzaron a moverse.
Gail había lanzado un último rayo al sujeto que amenazaba a Aderyn y la empujó
en la dirección que Eve les había señalado. Danny protegía la huida de Diandra,
mientras que Mael, había tomado a Sam de la mano y prácticamente la arrastraba
con él, ya que ella parecía tener problemas de motricidad. Un par de rayos
hicieron que el chico soltara a Sm para defenderse, y ella cayó al piso, lo que
aprovecharon dos de los atacantes para acercarse peligrosamente.
-
¡Es ella! -- gritó uno, mientras el otro corría hacia
ellos
Iván vio la situación pero se
encontraba a mucha distancia, ya que él y Vlad cubrían la carrera de Eve y los
chicos, pero en ese momento dos Lobos saltaron encima de los hombres que se
acercaban a Sam. Mael se desembarazó de su atacante, volvió a levantar a Sam y
emprendió la carrera nuevamente.
Ya Eve se encontraba en el punto
señalado, pero Iván y Vlad, aún luchaban por llegar. Cuando faltaban pocos
metros, ambos se detuvieron de cara a los perseguidores.
-
¡AHORA! -- le gritó Iván a Vlad -- ¡TERENURI DE LA! --
dijeron ambos clavando sus Gwialen en el suelo
Los niños sintieron un violento
temblor, y continuación vieron como el hielo se abría separándolos de los que
se acercaban. Iván y Vlad tomaron de
nuevo sus Gwialen y se disponían a hacer algo cuando escucharon a Eve.
-
¡CORRAN! -- voltearon y vieron una especie de remolino de
colores formándose en el cielo
-
¡BESCHERMING!
-- lanzaron hacia un punto
indeterminado, y aquello les proporcionó el tiempo de correr sin que los rayos
los alcanzaran
Unos segundos después fueron
absorbidos por un destello incandescente.
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