Ninguno lo es...

Ninguno lo es...

viernes, 2 de mayo de 2014

LA MAGIA DE ARZHVAEL El inicio - Cap. 30 -

CAP. 30 LA MISION (II)

En cuanto Iván les dio la orden de correr, los niños comenzaron a hacerlo a todo lo que daban. Vlad iba la frente, Eve a la par de los pequeños, e Iván cerraba la marcha cubriéndolos.
Llegados al pie de la montaña helada que debían escalar, Vlad se detuvo un momento considerando el mejor sitio para subir con menor dificultad. Finalmente pareció encontrarlo y comenzaron el ascenso.
El asunto no se presentaba fácil, porque a la pronunciada inclinación se sumaba lo resbaladizo del terreno, y aunque los ganchos eran de ayuda ésta no parecía ser suficiente.
Con todo y las dificultades, lograron superar la primera etapa. Se detuvieron un momento para que los niños descansaran un poco. Y por primera vez desde que había comenzado el viaje, ninguno de ellos parecía tener nada que decir.
Después de una media hora aproximadamente, Iván se puso nuevamente de pie y los miró con preocupación, pero no podían detenerse mucho más.
-         Debemos continuar  --  les dijo
Los chicos comenzaron a ponerse de pie, pero Vlad no.
-         Vlad  --  lo llamó Iván
Unos segundos después él levantó la cabeza, y tanto Eve como Iván vieron con consternación, que tenía los ojos enrojecidos.
-         Vlad  --  dijo Iván acercándose a él  --  ¿Estás bien?
-         Estoy bien  --  dijo él levantándose y evitando que Iván se le acercara  --  Vamos.
Comenzó a avanzar, mientras Eve e Iván se miraban preocupados. Ciertamente aquel era el peor momento para que Vlad se derrumbara, pero tampoco podían permitirle seguir si estaba mal. De modo que Iván decidió que esa noche, si continuaba así, le enviaría un mensaje a Delos para que se reuniera con ellos, y enviaría a Vlad a casa, quisiera o no.
A los niños por su parte, no se les había escapado que algo sucedía, pero la única que parecía tener una idea clara de qué exactamente, era Samantha. Ella había estado preocupada por Vlad desde el inicio de las vacaciones, y ahora se le había hecho evidente que Iván y Eve también. Sin embargo, nada dijo a los demás, pero sí se adelantó hasta alcanzar a Vlad y metió su mano en la de él. Vlad volteó y le sonrió, pero ella lo miraba con los ojos muy abiertos.
-         Vlad, estás ardiendo  --  le dijo, pero él se llevó un dedo a los labios
-         Estaré bien linda, ya te dije que pesqué un resfriado  --  le dijo  --  pero no hay necesidad de alarmar a los demás ¿bueno?
Sam no confiaban para nada en lo que le estaba diciendo, pero aún así guardó silencio y siguió caminando de su mano.
Volvieron a detenerse un poco más tarde de mediodía, para que los niños comiesen algo, pero mientras lo hacían, vieron a Vlad y a Iván empuñar sus Gwialen, y para sorpresa de los chicos, Mael dejó caer lo que tenía en las manos.
Mael había sentido repentinamente, que se le erizaba el vello de la nuca. Se puso de pie y miró hacia sus espaldas, y aunque todos siguieron la dirección de su mirada, no alcanzaron a mirar nada.
-         Tranquilízate  --  le dijo Iván
-         No puedo  --  dijo el chico  --  siento como si… --  pero no sabía describir la sensación
-         Es la presencia de Lobos  --  le dijo Vlad, y el niño lo miró confundido
-         Mael, te sientes así porque estás percibiendo la presencia de otros seres  de tu raza  --  le explicó Iván  --  inferiores, pero básicamente la misma raza.
El chico volvió a sentarse, pero no se le pasó aquella extraña sensación.
-         ¿Y cómo saben que son Lobos?  --  preguntó Gail  --  ¿No podría ser otro animal?
-         En primer lugar, Vlad pocas veces se equivoca en cuanto a eso  --  dijo Iván  --  y segundo, Mael lo acaba de confirmar.
-         Supongo que debemos prepararnos para ser atacados ¿no?  --  dijo Danny
-         Aunque tienen una pésima publicidad  --  dijo Vlad  --  en realidad no suelen atacar a los humanos, a menos que la manada esté pasando un muy mal período para conseguir alimento, o que se vean atacados por el hombre. Sin embargo, estamos invadiendo su territorio, y son muy celosos con ello. De modo que nos seguirán, pero de momento y a menos que como dije las cosas estén muy mal, no nos atacaran.
Un poco más tranquilos, y después de esperar un rato más, reanudaron el ascenso. A pesar de que era muy temprano, ya había empezado a oscurecer.  Y con la oscuridad sus “acompañantes” decidieron acercarse más. Los niños lo notaron al comenzar a ver destellos en la oscuridad y que estaban seguros no pertenecían a luciérnagas precisamente. En un momento determinado, escucharon claramente un gruñido nada tranquilizador. Vlad giró la cabeza,  Iván miró  a Eve y probablemente le transmitió un mensaje, indicándole que protegiera a los niños.
Pero mientras este intercambio silencioso tenía lugar, Mael se había adelantado y caminaba con decisión hacia donde se veían los ojos brillantes. Sam y Gail estiraron los brazos para detenerlo, pero Eve sujetó a Sam e Iván a Gail, en tanto que Vlad apenas había tenido tiempo de agarrar a Danny y ponerle la mano en la boca antes de que empezara a vociferar y alterara a los Lobos.
De modo que los chicos vieron aterrorizados, como Mael se acercaba a aquellos ojos, que era lo único que podían ver, y que lucían bastante amenazantes.  Mael se detuvo y luego de unos segundos, vieron que un par de aquellos ojos se acercaba sin prisa a él.
Aunque Iván y Vlad, estaban bastante seguros de que el chico no corría peligro, de todas formas sujetaron  sus Gwialen con fuerza, y las colocaron en posición de ataque. Vlad,  que era el único que podía ver la escena sin perderse un solo detalle, vio al Lobo que sin duda era el Macho Alfa de la manada,  acercarse en actitud suspicaz, había estrechado los ojos y tenía la cola recta paralela al suelo.  Observó por largo tiempo los ojos de Mael, y luego asumió una actitud de sumisión activa, echo las orejas hacia atrás, bajó la cola y acercó el hocico a Mael  reconociendo en él una especie dominante, e inmediatamente después rodo boca arriba exponiendo la garganta, asumiendo así un estado de sumisión pasiva al reconocer de manera instintiva,  que Mael por su superioridad era un Alfa. Los demás miembros de la manada, al ver la actitud de su guía, comenzaron a acercarse rodeando a Mael y en el mismo estado.
Siendo que Vlad, era el único que había podido ver todo aquello, en cuanto los demás vieron que los ojos se movían en dirección al chico, se tensaron, y en el caso de Iván y Eve,  apuntaron sus Gwialen en dirección a él.
-         No se muevan  --  ordenó Vlad en un susurro apenas audible
Los niños no se atrevían ni a respirar.  Unos minutos después, que a los que apenas si podían distinguir a Mael, les parecieron una eternidad, Vlad vio que el chico daba tres pasos hacia atrás al mismo tiempo que el Lobo que tenía al frente, y luego se dieron la espalda y avanzaron hacia sus respectivos  grupos.
-         ¿Qué?  -- preguntó Danny que ya no  aguantaba la tensión
-         Fue un invierno duro  --  dijo Mael  --  y debido a la presencia de estaciones de investigación de los Firbolg, el verano no está siendo mucho mejor, ya que hay poca caza.
-         Pero… ¿De qué hablas?  --  preguntó Gail  --  Estamos aquí pensando que caminabas directo a ser destrozado por una manda de Lobos y tú…
-         Gail  --  lo interrumpió Iván, y miró a Mael instándolo a continuar
-         No tenemos que preocuparnos, una vez que aseguré que no pretendíamos adueñarnos de su territorio  --  hizo un pausa y sonrió  --  dijo que no atacarían a mi “manada”
-         Bien…
-         Espera, espera   --  interrumpió Danny  --  ¿Cómo está eso de que “dijo”? 
-         Niños  --  dijo Eve  --  están olvidando de nuevo lo que es Mael
-         Claro que no  --  dijo Gail  --  pero…  --  dudó antes de continuar  --  ¿Cómo se supone que pueden haberle “dicho” algo?
-         ¿Es algo así como Leomer?  --  preguntó  Danny
-         No, es más sencillo que eso  --  explicó Iván  --  Leomer puede comunicarse con todos los animales a un nivel más rudimentario, en tanto que Mael pudo comunicarse  porque son de la misma raza.  Por lo tanto no es exactamente como se lo están imaginando, no se trató de una “conversación”, sino de una comunicación  telepática que no consiste en palabras como las conocemos.
-         Entiendo todo eso  --   dijo Aderyn  --  pero tengo curiosidad por algo
-         ¿Qué cosa?  --  preguntó Iván
-         Según lo que he leído, los animales defienden de manera furiosa sus territorios, y los Lobos son una de las especies más agresivas en esa materia, aún con los de su misma especie  --  expuso la niña  --  entonces ¿cómo es posible que hayan cedido tan fácilmente?
-         Porque no solo lo reconocieron como un miembro de su especie  --  dijo Vlad  --  sino como uno superior, un macho Alfa, que es como se  designa a los guías de una manada.
-         Bueno, bien por ti cachorro  --  dijo Gail y luego agrego con una sonrisa traviesa  --  ahora tenemos a dos “príncipes” dentro de esta “manada”
Danny lo golpeó en la cabeza, mientras los demás reían y emprendían de nuevo el camino.  Después de un par de horas más, aproximadamente, decidieron detenerse. El frío realmente estaba golpeando muy duramente a las niñas y a Danny, e Iván había notado con  preocupación que la tos de Vlad había empeorado mucho.
Los niños se sentaron muy juntos, mientras los adultos hacían los preparativos para asegurar el lugar.
-         Iván, cuando dejábamos a Delos  --  dijo Sam, mientras comían  --  dijiste… mmm… dijiste que todavía debíamos…  --  parecía tener dificultades para decir lo que quería decir  --  llegar a la cima.
-         Así es  --  le dijo él observándola con atención y se sorprendió al ver tanta confusión en su mente
-         ¿Ya estamos aquí?  --  preguntó la niña, pero pareció darse cuenta  que aquella pregunta carecía de sentido  --  Quiero decir… ya estamos en la cima ¿ahora qué?
-         Verán  --  dijo para todos, pero sin dejar de prestar atención a Sam  --  supongo que todos han escuchado lo suficiente acerca de Asgard.
Pero era evidente que el “todos” y el “suficiente” se reducían en ambos casos,  a Aderyn,  a Mael y tal vez a Sam. Y como de costumbre, Danny y Gail giraron sus cabezas hacia Aderyn. Sin embargo, ella los ignoró y guardó obstinado silencio.
-         Bueno  --  dijo Gail  --  sabemos que es donde viven los Dioses ¿no?
-         Y que se accede a él por medio del Bifrost   --  agregó Danny
-         Pero no vimos nada parecido a un Arco Iris mientras subíamos  --  dijo Diandra  --  y ciertamente no hay ningún Dios aquí guardando el paso.
Aderyn sonrió de manera burlona, pero siguió en silencio. Sam parecía haberse quedado dormida sobre el hombro de Danny, y Mael la observaba ajeno a la discusión. De modo que Iván retomó la palabra.
-         Verán, son muy pocas las personas que pueden decir que han visto a uno de los Dioses.  Sin embargo, las que lo han hecho, coinciden en una cosa. Al momento de desaparecer hacia Asgard, suben hasta la cima de una montaña de hielo, y dicho momento es precedido por lo que describen como un destello de luz enceguecedor, para luego ascender como absorbidos hacia lo que han dicho, parece un puente de colores brillantes  --  hizo una pequeña pausa y luego continuó  --  Por las diferentes descripciones y narraciones, se ha determinado que el lugar es este, y que el destello de luz, se trata de la incidencia de partículas cargadas de protones y electrones guiadas por el campo magnético de la tierra, hacia la atmósfera cerca de los polos. Este choque entre las partículas y los átomos y moléculas de oxígeno e hidrógeno excita esos átomos a niveles de energía tales que cuando se desexcitan devuelven esa energía en forma de luz visible de varios colores, que es lo que se ha llamado Bifrost o Camino Oscilante, por su movimiento.
Esperó un momento por si había preguntas, y al no haber ninguna, prosiguió.
-         Como este fenómeno, que es conocido como Aurora Boreal,  se da en las alturas, la gente ha aceptado como cierto, que Asgard está en los cielos por encima de Midgard, que como saben es el nombre de la tierra. Pero en realidad se trata de otra dimensión a la que solo es posible llegar, transportados por ese fenómeno  --  concluyó
-         ¿Y cuándo ocurre?  --  preguntó Diandra inteligentemente, mientras que Gail y Danny aún miraban a Iván con la boca abierta
-         Eso ya es más difícil de precisar  --  le contestó  --  pero estamos en el lugar correcto, y ahora solo nos resta esperar.
Después de esta explicación Iván se dispuso a acomodar las tiendas, pero no había comenzado, cuando escuchó la voz preocupada de Danny.
-         ¿Sam?  --  dijo, y viendo que la niña no respondía, la sacudió  --  ¡Sam!
Eve se acerco con rapidez y se agachó junto a los gemelos.  Samantha que parecía haberse quedado dormida sobre el hombro de Danny,  se había deslizado hacia abajo lo que produjo que el gemelo notase que algo no andaba bien.  Danny y Mael tenían sujeta a la niña y Eve le tomó una mano sacándole el guante y mirando sus dedos. Estos al igual que los labios de Sam presentaban una tonalidad azulada, Eve colocó su mano sobre el pecho de la niña y luego miró con horror a Iván y a Vlad.
-         Está sufriendo una hipotermia severa  --  dijo  --  su ritmo cardíaco ha descendido mucho y miren su piel.
En aquellas condiciones, sabían que cubrirla no resolvería el problema y pensar en volver era imposible. Para empeorar las cosas, Vlad se tambaleó y se aferró al brazo de Iván, que estaba absorto en sus pensamientos, buscando frenéticamente una solución al problema.
-         ¿Qué suce…  --  había comenzado pero al ver el aspecto del otro  --  ¡VLAD!
Apenas tuvo tiempo para detener la caída.  Las niñas y Gail, se apresuraron a socorrer a Iván, y ayudarlo a colocar a Vlad en el suelo lo más cómodamente posible, mientras Eve, Danny y Mael seguían junto a Sam.
Iván trató de aquietar sus enloquecidos pensamientos, obligándose a pensar con frialdad en cómo resolver ambos problemas.  Pero la voz de Gail lo sacó de sus pensamientos.
-         ¡Papá, tenemos que llevar a Sam a casa y a Vlad al hospital!  --  exclamó
-         No podemos hacer eso Gail  --  le dijo tratando de mantener la calma
-         ¿Por qué?  --  preguntó Danny
-         En primer lugar, porque es muy probable que no pudiésemos llegar con ellos en estas condiciones. Por el frío y porque ya vieron que el camino no carece de peligros  --  les dijo
-         ¿De qué hablas papá?  --  preguntó Gail con exasperación  --  Te basta con un DEFLANIAD y…
-         Gail, si pudiésemos hacerlo  --  lo interrumpió  --  ¿Crees que habríamos hecho el camino de esta manera? Este es un lugar mágicamente protegido, no podemos aparecer y desaparecer a nuestro antojo  --  y luego miró hacia donde estaba Sam  --  Mael, Danny,  abracen  a Sam. Eve, colócales una manta a las niñas.
Luego de hacer lo que Iván dijo, Eve se acercó y puso su mano sobre la frente de Vlad.
-         ¿Qué hacemos?
-         Me pondré en contacto con Delos, y espero que esté en condiciones de venir  --  dijo  --  no ha enviado mensaje desde que nos separamos, y no tengo idea de cómo les haya ido, aparte de que no sabemos cuánto tiempo le tome llegar hasta acá.
Alrededor de una hora después, Vlad abrió los ojos.
-         ¿Eve?
-         Aquí  --  dijo ella, acercándose rápidamente  --  Quédate tranquilo  --  le ordenó al ver que intentaba incorporarse
-         ¿Y Sam?  --  preguntó al recordar lo último que había sucedido
-         Mejor  --  le dijo ella  --  Va recuperando el calor y su ritmo cardíaco ha aumentado, de hecho despertó, aunque sigue algo amodorrada.
Pasó otra media hora cuando vieron una esfera de luz, e inmediatamente la figura de Delos.
-         Estuvo todo muy difícil  --  escucharon  -- tenemos varios heridos. Voy en camino
Pero el lapso de tranquilidad fue breve, pues unos momentos después, se pusieron en tensión, e ignorando a Eve, Vlad se puso inmediatamente de pie.
-         ¡Eve, protege a los niños!  --  le gritó Iván
Y no habían transcurrido más que unos pocos segundos, cuando varios rayos comenzaron a llegar desde todas las  direcciones. A pesar de que Eve había dejado a los niños bajo un escudo protector, éstos, al ver la superioridad numérica a la que se enfrentaban los mayores, tomaron sus Gwialen y comenzaron a atacar también.
Aunque sus ataques no eran tan certeros como los de los Arzhaelíes, estaban logrando causar algún daño. Si Delos hubiese visto a los que hasta el año anterior habían sido sus alumnos, sin duda se habría sentido muy orgulloso. La que más dificultades tenía en ese momento era Sam, debido a su debilidad, pero tanto Danny como Mael, no dejaban de vigilarla y no se alejaban mucho de ella. Pero en un momento determinado, Mael fue atacado por dos individuos y cayó hacia atrás.
Danny y Gail al verlo, se disponían a atacar con furia a los sujetos, cuando quedaron paralizados al ver varias sombras grises irse encima de los mismos.  Al parecer, los Lobos que habían permanecido en los alrededores, al ver que atacaban a Mael, decidieron entrar en la batalla. Lo que resultó providencial.
-         ¡Eve!  --  gritó Vlad  --  ¡Reúne a los niños!
Cuando Iván y ella vieron hacia donde señalaba Vlad, comprendieron de inmediato. Había comenzado a hacerse visible en el cielo,  el fenómeno que esperaban. Eve corrió hacia los niños y los urgió.
-         ¡Corran!  --  les gritó señalando hacia un punto situado, más o menos hacia la mitad de donde se encontraban.
Los chicos comenzaron a moverse. Gail había lanzado un último rayo al sujeto que amenazaba a Aderyn y la empujó en la dirección que Eve les había señalado. Danny protegía la huida de Diandra, mientras que Mael, había tomado a Sam de la mano y prácticamente la arrastraba con él, ya que ella parecía tener problemas de motricidad. Un par de rayos hicieron que el chico soltara a Sm para defenderse, y ella cayó al piso, lo que aprovecharon dos de los atacantes para acercarse peligrosamente.
-         ¡Es ella!  --  gritó uno, mientras el otro corría hacia ellos
Iván vio la situación pero se encontraba a mucha distancia, ya que él y Vlad cubrían la carrera de Eve y los chicos, pero en ese momento dos Lobos saltaron encima de los hombres que se acercaban a Sam. Mael se desembarazó de su atacante, volvió a levantar a Sam y emprendió la carrera nuevamente.
Ya Eve se encontraba en el punto señalado, pero Iván y Vlad, aún luchaban por llegar. Cuando faltaban pocos metros, ambos se detuvieron de cara a los perseguidores.
-         ¡AHORA!  --  le gritó Iván a Vlad  --  ¡TERENURI DE LA!  --  dijeron ambos clavando sus Gwialen en el suelo
Los niños sintieron un violento temblor, y continuación vieron como el hielo se abría separándolos de los que se acercaban.  Iván y Vlad tomaron de nuevo sus Gwialen y se disponían a hacer algo cuando escucharon a Eve.
-         ¡CORRAN!  --  voltearon y vieron una especie de remolino de colores formándose en el cielo
-         ¡BESCHERMING!  --  lanzaron hacia un punto indeterminado, y aquello les proporcionó el tiempo de correr sin que los rayos los alcanzaran
Unos segundos después fueron absorbidos por un destello incandescente.



No hay comentarios:

Publicar un comentario