Ninguno lo es...

Ninguno lo es...

viernes, 2 de mayo de 2014

LA MAGIA DE ARZHVAEL El Inicio - Cap. 20 -

CAP. 20 PROBLEMAS

Cuando abandonaron el Rum Tid, los sentimientos de los chicos eran confusos. Por una parte estaban felices de haber podido ver a sus padres, y por el otro un peso enorme en el corazón por la decisión que habían tenido que tomar y que había marcado sus vidas de la forma como lo había hecho.
Sam se sentó y sin previo aviso, rompió a llorar con el rostro escondido entre las manos. Gail y Danny reaccionaron de la misma forma acercándose apresuradamente a ella y rodeándole los hombros con el brazo, uno, y tomándole las manos el otro.
-         Escúchame Sam  --  dijo Gail  --  mis padres te recibieron en nuestra familia cuando eras un bebe, de modo que habríamos crecido como hermanos de no haber sido por el infeliz que se ha empeñado en destruirnos. Pero te juro que nunca más, escúchame bien,  nunca más nada ni nadie, lograra separarnos.
-         Sam  --  dijo Danny con una extraña ternura en él  --  no importa cuánto se hayan empeñado en separarnos, nuestros padres se aseguraron que siempre estuviésemos unidos  --  tomó su mano y siguió la pequeña línea que había en ella  --  y de ahora en adelante nadie podrá separarnos.
Los tres chicos se abrazaron, mientras los adultos los miraban emocionados.

Los niños volvieron a la escuela, mientras que Iván, Eve y Vlad, luego de dejarlos en la terminal se apresuraban a la Sala del Consejo.
-         Tenemos problemas  --  dijo Eowaz
-         Siempre los tenemos  --  repuso Vlad
-         ¿De qué clase son esta vez?  --  preguntó Iván
-         Nurión está desatando el caos en el mundo de los Firbolg  --  les informó  --  ya saben cuál es su credo, si se exterminan entre ellos mismos, poco será lo que tenga que hacer él, si logra hacerse con el control de nuestro mundo.
-         Pero como es algo que no sucederá  --  dijo Vlad
-         Me encantaría tener tu seguridad Cornwall  --  intervino Leomer  --  pero Delos ha hecho una predicción nada halagadora.
La expresión de Vlad se ensombreció. Si bien era cierto que por principio, no soportaba a Delos, no era menos cierto, que en raras ocasiones, Delos había fallado en una predicción. De modo que tanto él, como los demás se prepararon a escuchar las malas noticias.
Eowaz les dijo que tomaran asiento, y luego con un movimiento de su mano hizo aparecer una especie de niebla que al irse disipando dio paso a la imagen de Delos, y pudieron escuchar su voz.
-         Lo que escondido está, salvación será. La dualidad es la única posibilidad, las paredes del Asgard no aceptaran otro intruso, Lofn no reconocerá otra sangre, y sin la suya, la humanidad desaparecerá.
Una vez finalizado el mensaje, la niebla desapareció.
-         Un momento  --  dijo Vlad  --  esto ya lo habíamos escuchado, al menos la primera parte.
-         Así es  --  asintió Eowaz  --  solo la primera parte, y aunque no estamos más cerca ahora de lo que estábamos antes, de saber con exactitud a qué se refiere, durante un tiempo creímos que esas primeras palabras, se referían a Giulian y a ti, ya a algo que debían encontrar  --  hizo una pausa antes de continuar  --  ahora se nos plantea la posibilidad de que estén hablando de otros gemelos.
-         Suponiendo que estén en lo cierto  --  dijo Iván  --  sería una locura, son apenas unos niños y ya pesa sobre ellos otro asunto.
-         Lo sabemos, pero como ya he dicho, es solo una posibilidad, y aún estamos analizando con el mayor cuidado, el significado de estas palabras  --  los miró y dudo un momento antes de continuar  --  El problema inmediato, es que no sabemos qué se propone Nurión.
-         Claro que lo sabemos  --  dijo Vlad 
-         Pero no sabemos el “cómo”  --  insistió Eowaz  --  y es aquí donde entran ustedes.
-         Debemos volver con los Firbolg  --  dijo Iván sin entusiasmo
-         Así es  --  admitió Eowaz  --  ya Dorila se ha encargado de preparar el camino, deben ir con ella y les indicará las acciones a seguir.
A ninguno de ellos les entusiasmaba mucho esa tarea, vivir entre los Firbolg, representaba tener que adoptar sus costumbres, y renunciar a las propias, y en muchas ocasiones debido a la naturaleza de lo que hacían, corrían verdadero peligro. Los Nemhain seguidores de Nurión, no se detenían ante el hecho de lastimar a los Firbolg, y de hecho era divertido para ellos, con tal de darles caza a los Arzhaelíes.
-         Otra cosa importante  --  dijo Eowaz --  deben hacer arreglos para el cuidado de los niños, porque no sabemos cuánto tiempo deban permanecer fuera.
De todo lo que habían escuchado hasta ese momento, esto fue lo único que verdaderamente los golpeó. Especialmente a Iván, la idea de enviar a Gail con sus abuelos nuevamente, no le atraía para nada y al chico sin duda iba a causarle una enorme decepción.
-         ¿Cuándo debemos partir?  --  preguntó Vlad
-         Dorila los espera en Dublín, mañana en la mañana  --  les informó
-         ¿Será allí donde trabajaremos?  --  quiso saber Eve
-         No, de allí partirán a Alemania, y Dinamarca.
-         ¿Cómo?  --  preguntó sorprendido Iván
-         No trabajaran juntos esta vez  --  les informó  --  Eve y Vlad irán a Dinamarca y tú a Alemania.
-         ¿Solo?  --  preguntó Vlad alarmado  --  ¡Eso es una locura!
-         Tranquilo, no estará solo  --  los tranquilizó Eowaz  --  Dorila estará con él.
Todas las expresiones fueron de extrañeza. A pesar de que Dorila Leaves era una Arzhaelí perfectamente cualificada, casi nunca participaba en trabajo de espionaje. Sin embargo, nada dijeron al respecto, estaban bien entrenados y si esa había sido la decisión del Consejo, no serían ellos los que las discutirían. Por un momento Vlad recordó a su hermano. Giulian era el único que discutía por todo aquello que no le pareciera, viniese de donde viniese. Una sonrisa triste se dibujó en sus labios. Realmente lo echaba de menos.
Abandonaron la Sala del Consejo, para hacer los arreglos pertinentes a su viaje. Iván iba cabizbajo y pensativo.
-         No será posible Iván  --  dijo Eve  --  no esta vez.
-         ¿A qué te refieres?
-         No podrás separarlos.
-         Eve…
-         No  --  lo interrumpió ella --  conoces poco a tu hijo si piensas que lograrás que se vaya tan tranquilo con sus abuelos, y deje atrás a Danny y a Sam.
-         ¿Y según tú qué puedo hacer?
-         Sugiero hablar con los McKenzie  --  dijo ella
-         ¡Eve! ¿Te has vuelto loca?  --  preguntó él  --  Los McKenzie tienen cinco hijos.
-         Y Anne estará feliz con la presencia de tres niños más, te lo aseguro.
Después de mucho discutir, Iván seguía pensando que su hermana estaba loca, pero aún así, aceptó plantearles a los McKenzie, la posibilidad de que en caso de que ellos no pudieran estar de vuelta, para el período de vacaciones, se hicieran cargo del cuidado de los niños.

Cuando volvieron a la Sala del Consejo esa tarde, ya listos para partir, Eowaz llamó aparte a Eve.
-         Tendrás una tarea especial en este viaje Eve  --  le dijo  --  Debes buscar a Enored de Argantel, es un anciano Druida  --  y dándole un pequeño tubo, agregó  --  le entregarás esto, aquí está el contenido de la predicción de Delos. Confiamos en qué pueda interpretarla correctamente.
-         ¿Esto es algo que nadie debe saber?  --  preguntó Eve
El sonrió interpretando correctamente su pregunta.
-         Puedes decírselos, pero solo tú debes ir a hablar con él ¿está claro?
-         Sí, señor  --  contestó ella

En el colegio las cosas seguían más o menos igual. Danny y Gail se entrenaban duramente para las carreras, y se acostaban muy tarde tratando de llevar al día sus deberes. Sam y Aderyn, generalmente les hacían compañía, Diandra solo en ocasiones, ya que su relación con Danny, seguía siendo explosiva.
A mediados de junio, Mael fue sorprendido por Frieg y sus amigos cuando salía del laboratorio de Alquimia. Frieg le tenía especial antipatía a aquel “enclenque”, que solo era superada por la que sentía por Douglas,  y aunque su padre le había advertido de la peligrosidad de un Berserker, Frieg consideraba que Mael aún no lo era, y que lo de la vez anterior, solo había sido “suerte”.
-         Miren a quien tenemos aquí  --  dijo arrastrando las palabras  --  al “peligroso” licántropo.
-         Déjame en paz Lery  --  dijo el chico intentando seguir su camino
-         Pues fíjate que no se me da la gana, además no recibo órdenes de engendros inferiores a mí.
No había terminado de decir aquello, cuando sintió un latigazo en su rostro. Sin embargo, Mael no se había movido, de modo que buscó el origen de aquella agresión y la encontró unos metros más allá.
-         Eres el ser más despreciable que he conocido Lery  --  dijo Sam con ira  --  y lo más triste para ti, es que Mael probablemente tiene un linaje mucho mejor documentado que el tuyo.
-         Si aprecias tu miserable vida, aléjate de él  --  dijo Diandra que venía junto con Sam y Aderyn
Frieg vio con aprensión, que las tres empuñaban sus Athame y tenían una mirada muy decidida. Pero aquel individuo era definitivamente estúpido.
-         Ya te lo he dicho bonita  --  dijo limpiándose la sangre de la mejilla  --  debes escoger mejor tus compañías. Este sujeto no está a tu altura, en cambio…
-         No me interesa escuchar tus retorcidos pensamientos Lery  --  lo interrumpió ella
Ya las tres niñas habían llegado hasta donde estaban ellos. No obstante, Frieg continuó desafiando su suerte.
-         Algún día te interesará, porque serás la futura señora Lery  --  aseguró él
Hasta allí le llegó la paciencia a Mael, y cabe destacar que tenía mucha. Agarró a Frieg por el pecho y lo lanzó con violencia contra la pared. Las chicas intentaron detenerlo, pero fue imposible y se acercó de forma amenazante a Frieg que estaba tirado en el piso, lo levantó con una sola mano y lo presionó contra la misma pared.
-         Mantente alejado de ella, o no quedara lo suficiente de ti como para ser recogido en una bolsa ¿has comprendido?  --  y sin esperar respuesta lo dejó caer al piso
Regresó hacia donde estaban las niñas, recogió su mochila y las miró.
-         Vámonos  --  les ordenó y ninguna tuvo deseos de contradecirlo
Una mañana a finales de julio, y cuando ya los chicos se preparaban para las vacaciones de verano, les llegó una carta de Iván. Sus rostros adquirieron inmediatamente una tristeza enorme. Les notificaba que por su trabajo, no podrían estar en casa para las vacaciones, pero que ya habían hecho arreglos para ellos. El problema fue que se olvidó mencionar en qué consistía ese “arreglo”, de modo que aquel día fue uno de los más espantosos para los niños. Sam se imaginaba teniendo que regresar al Orfanato, mientras que Danny, por una parte le hacía ilusión ver a sus hermanos, pero bajo ninguna circunstancia pensaba dejar a Sam. En tanto que Gail ya se veía en Escocia, en la casa de sus abuelos, pero al igual que Danny, de ningún modo pensaba dejarlos.
Ese día estuvieron muy distraídos en las clases, la profesora Endering se extrañó mucho de que Samantha ejecutara mal un hechizo sencillo, pero no le llevó mucho tiempo notar que  la niña estaba seriamente preocupada por algo.
En la clase de Angreb y Varnir, Danny fue desarmado por uno de sus compañeros y Gail derribado por otro, mientras que Frieg había empujado con tanta fuerza a Samantha que si Delos no la detiene se habría golpeado seriamente, lo que ocasionó que Mael en lugar de atacar a la pareja con la que practicaba, atacara a Frieg. Al final de la clase, Delos llamó a Samantha. Danny, Gail y los demás, se quedaron también, pero él les ordenó salir.
-         No iré a ningún lado sin mi hermana  --  dijo Danny tajante
-         Douglas si no quiere otro castigo aparte del que ya tiene, le sugiero obedecer  --  dijo Delos
Danny iba a decirle que podía irse al infierno, pero Sam lo detuvo.
-         Danny por favor, no empeores las cosas  --  escuchó él  --   estaré bien.
Ella miró a Mael y a Gail, y ellos entendieron el mensaje. Sujetaron a Danny y lo arrastraron hacia afuera.
-         Usted dirá  --  dijo la niña, una vez que estuvieron solos
-         Esperaba que tú me dijeras a mí  --  dijo él a su vez  --  ¿Qué les sucede? Es la primera vez que veo que ejecutan mal los ejercicios.
La niña guardó silencio. Sabía que Delos estaba intentando, con muy poco éxito, ver lo que ella estaba pensando.
-         Samantha, se que son los Natchzhrer y Cornwall, los encargados de cuidar de ustedes, pero también puedes confiar en mí  --  le dijo
-         Estamos bien, profesor  --  dijo ella  --  solo hemos tenido un mal día, eso es todo.
-         ¿Los tres?  --  preguntó él con suspicacia
-         ¿Ya me puedo marchar?
-         De acuerdo, pero recuerda lo que te he dicho, estoy aquí para ayudarlos.
La niña comenzó a caminar hacia la puerta, y de pronto se volvió.
-         ¿Por qué odia a mi hermano?  --  soltó sin previo aviso
-         Porque es igual…
Pero Delos calló al darse cuenta de que había caído en la trampa. Sin duda aquella criatura era muy hábil.
-         No lo odio, solo actúo conforme a su comportamiento  --  finalizó
-         Claro  --  dijo ella, y se marchó
Aquella noche durante la cena, los chicos comían sin ganas. Aderyn miró a Mael quien alzó los hombros, indicándole que no tenía ni idea de lo que sucedía. De modo que la chica no soportó más.
-         Bueno, ya fue suficiente  --  dijo levantando innecesariamente la voz, lo que hizo que Kenneth que venía entrando la mirara extrañado
-         ¿Qué te sucede?  --  le preguntó su hermano
-         A mí nada, pero quiero averiguar que les sucede a ellos  --  dijo señalando a sus amigos  --  se supone que somos amigos, así que espero me digan ahora mismo qué es lo que está pasando.
Los tres se miraron y con un suspiro Sam se volvió hacia ella.
-         Es que tendremos que separarnos en vacaciones  --  le dijo
-         ¡Oh vamos, Sam!  --  dijo Aderyn malinterpretando sus palabras  --  solo será un mes, además…
-         No Aderyn  --  dijo Gail  --  Sam no se refiere a que no nos veremos con ustedes durante las vacaciones, sino que a no podremos ir a casa, porque mi padre y los demás están trabajando.
-         ¡Demonios!  --  exclamó Kenny en ese momento  --  Lo olvidé por completo
Todos lo miraron con extrañeza.
-         Mamá me escribió diciéndome que ustedes vendrán a casa con nosotros  --  dijo el chico
-         ¡Kenneth McKenzie!  --  chilló Aderyn  --  Eres el mayor de los…
-         Espera, espera  --  la interrumpió Gail  --  ¿Cómo has dicho?
-         Tu padre le dijo a los nuestros que estarían ocupados durante las vacaciones, y mamá estuvo encantadísima de recibirlos en casa  --  aclaró el chico
A partir de ese momento las cosas cambiaron drásticamente. La única que parecía estar en desacuerdo con aquello era Diandra.
-         No es posible que tenga tan mala suerte  --  dijo la niña  --  aparte de tener que soportar a este sujeto aquí, también tendré que soportarlo en vacaciones.
Pero todos estaban demasiados contentos como para molestarse con ella.
A pesar de que los chicos extrañaban a los suyos, fueron unas vacaciones muy divertidas. Conocieron al resto de los hermanos de Aderyn. Peter, Jonathan y Wilhelm. Peter, era el mayor y tenía 23 años, pero resultaba muy extraño porque era una copia casi exacta de Kenny, y como la diferencia de edad no era tanta, parecían  casi gemelos. Jonathan, era el segundo, y aunque guardaba parecido con los demás, tenía un aire decididamente rebelde que no poseían los otros. Y Wilhelm era la versión masculina de Aderyn, callado y serio. Peter y Jonathan pertenecían al cuerpo de guerreros de los que le había hablado Eowaz, y por ellos se enteraron que recibían el nombre de Kriger. Mientras que Wilhelm trabajaba en la Biblioteca Nacional, no estaban muy seguros de qué hacía allí, pero tampoco se mostraron especialmente interesados en ello.
Peter McKenzie padre, era un político de alto nivel, perteneciente al Consejo de Estado, y se rumoraba que tenía muchas posibilidades de ser el próximo Presidente de ese Consejo. Era un hombre jovial, pero lo veían poco en casa. En tanto que Anne McKenzie era madre a tiempo completo.
John McKenzie, hermano de Peter y padre de Diandra, pertenecía al mismo Consejo, pero era Delegado de Asuntos Exteriores, por lo que viajaba mucho. Esa era la razón de que Diandra pasara tanto tiempo fuera durante las vacaciones. Gretel McKenzie, la madre de Diandra, era de origen alemán, era una rubia alta y en opinión de los chicos, no muy simpática. Por fortuna la vieron muy poco durante las vacaciones de verano, ya que solo fueron una noche a cenar y luego partieron a Alemania, de modo que a Diandra, tampoco la vieron más que ese día.
Al finalizar las vacaciones de verano, agradecieron a los McKenzie su amabilidad y prometieron visitarlos en las próximas vacaciones. No estaban al cabo de saber, que aquello resultaría más que cierto, porque ni los Natchzhrer ni Vlad, podrían regresar tampoco para el período de vacaciones. Por lo que los chicos serían recibidos nuevamente por los McKenzie.


No hay comentarios:

Publicar un comentario