CAP. 37 NUEVOS AMIGOS
En algún punto del Bosque Bávaro, se encuentra una edificación de
tamaño descomunal. Lo curioso de este lugar, es que nadie puede verlo, y a
pesar de ello, es una institución sumamente conocida. Su nombre es Forschungseinrichtungen,
y es un laboratorio de investigaciones
científicas. Dentro de sus actividades está la producción una amplia gama de
productos farmacéuticos con difusión a nivel mundial. Periódicamente, publican
una revista científica con artículos muy interesantes acerca de los avances en
medicina, estudios genéticos, y posibles curas para enfermedades consideradas,
hasta la fecha, incurables.
Lo que la gente no sabe, es que también son los creadores de una
serie de armas biológicas y nucleares, que han contribuido en gran medida, a la
destrucción de pueblos completos. Pero
el mayor orgullo de esta institución, descansa en su laboratorio de Ingeniería
Genética. Sobre las puertas del mismo,
hay una enorme placa con lo que todos suponían un “bonito grabado”
El mundo se
rendirá ante la supremacía del mas apto
Pero en
realidad es un texto escrito en un leguaje antiguo, y cuya traducción sería:
“El mundo se rendirá ante la supremacía del más apto”
Este santuario de la ciencia, y de la manipulación genética, a pesar
de que en teoría es dirigido por un Consejo, en realidad es propiedad de
Bastian O’Neill. A pesar de que la Eugenesia, había sido considerada una pseudo
ciencia, e inicialmente concebida para el mejoramiento artificial de algunas
especies, el acogió con entusiasmo la idea y se dedicó a investigar al
respecto. Pero su emoción no tuvo límites, cuando conoció los sádicos
experimentos de Josef Mengele, de algunos de los cuales, se las arregló para
ser personalmente testigo. También financió a otros locos similares, con el
único propósito de obtener mediante la observación directa, hasta dónde se
podía llegar en aquel terreno. Y finalmente, decidió hacerse con su propio
terreno de experimentación. Así fue como nació aquel lugar, cuya fachada era la
producción de medicinas, pero cuyo verdadero propósito, era la destrucción del
mundo y la creación de una raza genéticamente superior.
Gail despertó
con una desagradable humedad en su rostro, y cuando abrió los ojos, se encontró
con que Blaidd estaba lamiéndole la cara.
-
¡Cachorro!
Quítame a este bicho de encima
-- gritó
Danny y Mael
sentados en la cama del primero, estaban partiéndose de risa. Mael llamó a
Blaidd y Gail se sentó en la cama.
-
Ya sabemos el medio más efectivo para que
despiertes -- dijo Danny
-
Si ese bicho vuelve a despertarme así, ya puedes
despedirte de él -- dijo furioso
-
Yo en tu lugar no lo intentaría -- le
aconsejó Mael -- podrías perder algo más que el sueño
-
Por muy mágico que sea, te aseguro que no resistirá
un Duwen bien dirigido -- aseguró y Mael rio
-
Ni siquiera tendrás tiempo de alcanzar tu Gwialen.
Gail terminó
de levantarse y quince minutos después, bajaban las escaleras para encontrarse
con las chicas.
-
Vaya -- dijo Aderyn
-- ¿Gail se cayó de la cama?
-
Podemos agradecérselo a Blaidd --
dijo Danny y se apartó rápidamente del alcance de Gail
La noche
anterior, los nuevos ocupantes de la mesa del Ala Norte, se habían sentado
bastante retirados de donde se sentaban los chicos habitualmente. Sin embargo,
habían podido notar con cierto alivio por parte de los varones, que los de
Reinheit eran algo mayores, lo que los hacía suponer que no los verían mucho ya
que no compartirían ninguna clase con ellos. Mientras que de los rusos, tanto
el chico que había señalado Diandra, como una de las chicas, tenían
aproximadamente su edad. En tanto que la otra chica y los dos varones
restantes, también debían pertenecer a los cursos superiores.
Esa mañana
ocuparon sus puestos, pero antes de comenzar a comer, su humor desmejoró mucho
al ver que los extranjeros se sentaban muy próximos a ellos. Y aunque
intentaron ignorarlos, eso no fue posible.
-
Yo te conozco
-- dijo el chico ruso mirando
fijamente a Diandra
-
Así es -- dijo la rubia sonriéndole -- Nos
conocimos en un viaje que hice con mis padres a tu país -- hizo
una pausa y sus ojos se ensombrecieron
-- Mi padre era John McKenzie.
-
¿Diandra?
-- probó él, y ella se sorprendió
de que lo recordara
Danny detuvo
los movimientos de su mano, y prestó atención.
-
Sí, soy yo
-- le contestó la niña
-
Lamento lo de tus padres -- le
dijo
Ella le dedicó una sonrisa triste, y luego recordó sus modales.
-
Esta es mi prima Aderyn
McKenzie -- dijo señalando a la niña -- Y
estos, son mis amigos Mael Berserker, Gail Natchzhrer, y Samantha y Daniel Douglas --
agregó señalando a los demás
Ante los tres últimos nombres, fue inevitable que el muchacho
abriera mucho los ojos, pero disimuló con rapidez, y se limito a hacer una
inclinación de cabeza.
-
Casander Lébedev --
dijo presentándose -- priyatno
poznakomit’sya
Los chicos supusieron que aquello sería una especie de saludó en su
idioma. Sam y Aderyn le sonrieron, mientras que los varones se limitaron a una
cortés inclinación de cabeza.
Pero Mael miraba con atención a los miembros de Reinheit, que al
escuchar el nombre de los chicos, habían girado sus cabezas y los miraban con
fijeza.
Casander se giró un poco para llamar la atención de la chica sentada
a su lado, y cuando ésta volteó les dijo a los chicos.
-
Ella es mi hermana
Anastasia -- y miró a Diandra -- ¿la
recuerdas?
-
Claro, pero tal vez ella no a
mi --
dijo Diandra
Pero ella había estado escuchando la conversación y sonrió con
amabilidad a todos. Saludó y luego volvió a su conversación.
-
Cierra la boca Gail --
dijo Aderyn en voz baja
Aunque no solo era Gail quien miraba con la boca abierta a
Anastasia, también Danny y Mael. Las niñas los miraron y se preguntaron que les
sucedía, ciertamente la chica era hermosa, pero ellos parecían
“hechizados”. Sin embargo, el hechizo o
lo que fuera, se rompió en cuanto escucharon la voz de Casander.
-
¿A qué año van? --
preguntó Casander mirando a Sam
-
Sexto -- le
contestó ella
-
Me alegra escuchar eso, porque
yo también -- le dijo sonriendo
Los chicos fruncieron el entrecejo al escuchar aquello, porque
aunque no era un alumno de Reinheit, era un chico y por tanto una amenaza.
Las primeras semanas transcurrieron sin mayores sobresaltos, lo que
era un gran alivio para los muchachos, porque los profesores ya le hacían la
vida bastante miserable, ya que ese era
su último año antes de pasar a sus estudios superiores. De modo que, aparte de
la amenaza de los muy difíciles exámenes de fin de curso, con los que los
arengaban un día sí y otro también, los hostigaban con el asunto de escoger las
carreras que pensaban seguir.
Casander se había unido al grupo, sin mucho entusiasmo por parte de
los muchachos. Otro individuo de nombre Boris Ionescu, perteneciente al colegio
rumano, también los seguía con frecuencia. Y para completar las “adquisiciones”
forzadas de su grupo, un francés llamado Etienne Duvalier, no dejaba ni a sol
ni a sombra a Diandra. Todo esto para gran consternación de Danny, quien
protestaba ruidosamente diciendo que de
no ser por la imprudente coquetería de las niñas, no tendrían que soportar a
todos aquellos sujetos.
Se acercaba la festividad de Valborgsaften,
y una mañana durante el desayuno, Boris que con frecuencia se colaba en su
mesa, lo mismo que Etienne, se volvió hacia Aderyn.
-
¿Cómo son las festividades de Valborgsaften, aquí? -- le
preguntó
La chica le describió sucintamente la celebración en el Bosque, y el
dijo que luego tenían la semana libre para ir a sus casas.
-
¿Se irán? --
preguntó el chico
-
¿Ustedes no? --
preguntó ella a su vez con extrañeza
-
No --
contestó él -- nos dijeron que no volveríamos a casa hasta
las vacaciones de verano.
-
¡Vaya! --
exclamó ella, y luego de pensarlo un momento --
Haremos algo, le escribiré a mis padres para preguntarles si nos
conceden el permiso para invitarte a nuestra casa.
Mientras Boris sonreía emocionado, Gail casi se atragantó con su
jugo escupiéndolo en todas direcciones. Sam se volvió hacia Casander, pero
Danny aferró su brazo. Ni lo pienses.
El violento pensamiento penetró en su mente, y aunque por un momento sus ojos
brillaron peligrosamente, decidió guardar silencio en beneficio de la paz.
Pero las cosas nunca eran fáciles, y tanto Danny como Gail, estaban
convencidos que aquellas chicas habían nacido con el único propósito de hacer
de sus vidas un crucigrama chino. Aderyn
ciertamente escribió a sus padres, pero no solo por el asunto de Boris, a lo que los McKenzie accedieron, sino que
incluyeron en la invitación a Etienne y a Casander junto con su hermana
Anastasia. Y enviaban una nota final, donde ponían que esperaban que sus
visitantes habituales, pudiesen ir también.
La noche de Valborgsaften,
los chicos se encontraban en el salón principal del Ala Norte, esperando que
las niñas bajaran.
-
Cachorro --
dijo Gail -- ¿No puedes hacer que ese bicho, nos libre de
estos sujetos?
Por ese “bicho” se refería naturalmente a Blaidd, a quien se negaba
a llamar por su nombre, especialmente porque éste se empeñaba en despertarlo
todas las mañanas de la misma húmeda manera.
-
No seas necio Gail -- le
dijo Mael -- eso es…
Pero se interrumpió al ver aparecer a las chicas, los otros dos
voltearon y abrieron mucho los ojos. Por primera vez fueron conscientes no solo
de que eran chicas, sino que además eran lindas.
-
¿Y bien? --
dijo Aderyn -- ¿Se quedarán ahí parados o nos vamos?
Salieron tras ellas sin decir nada, pero en cuanto llegaron a donde
esperaban “los sujetos esos”, su humor se ensombreció.
-
Wow -- exclamó
Etienne -- mademoiselle
êtes-vous belle
-
Merci
-- le contestó ella
Entre tanto, Boris y Casander, se habían situado al lado de Aderyn y
de Sam, y ya caminaban hacia el Bosque.
Después de la cena, como de costumbre, dieron inicio los juegos y en
otra área estaban los que solo se dedicaban a conversar e incluso a bailar.
Danny y Gail, insistieron mucho en que los extranjeros participaran en las
carreras con las mini Glide, y finalmente los chicos accedieron. En la primera
carrera, Boris fue derribado de su Glide por un Elfo, para gran satisfacción de
Gail. En el caso de Etienne, fue el mismo Danny quien lo tiró prácticamente al
iniciarse la carrera, y aunque no pudo tirar a Casander, tampoco el ruso pudo
ganarle.
Mientras los chicos estaban muy ocupados tratando de fastidiar a los
extranjeros, Diandra juraba en todos los tonos, que Danny se las pagaría. Sam y
Aderyn no dudaban que si hubiese ido vestida más apropiadamente, se habría
subido a una Glide y lo habría derribado ella misma. Decidieron que si querían
que Danny conservara la cabeza, era mejor apartarse de allí, y aunque les costó
bastante, finalmente lograron llevársela.
Mael conversaba con Enid y otras chicas, cuando vio a las niñas
moverse, y aunque no dejó de prestar atención a sus interlocutoras, tampoco las
perdió de vista.
-
Francamente Sam, tu hermano no
tiene cerebro -- le dijo Diandra
-
Di, solo está celoso --
dijo Aderyn
-
No digas estupideces
Aderyn -- dijo ella
Pero en ese momento se acercaron dos estudiantes de Reinheit y las
chicas callaron.
-
Guten aben, fräulein --
dijeron los jóvenes
Pero enseguida dieron un paso atrás. Las chicas no lo habían notado
pero Blaidd había aparecido al lado de Sam, y emitía un gruñido sumamente
amenazante mientras miraba de igual manera a los muchachos.
-
Hermoso ejemplar --
dijo uno de ellos -- Pero algo peligroso como mascota
-
Pues a mí no me lo parece --
dijo Sam acariciando la cabeza de Blaidd
-
Tú eres Samantha Douglas
¿verdad? -- dijo el otro
Pero antes de que ella pudiese contestar, sintió que le sujetaban la
mano y la halaban.
-
Eso no es asunto suyo y no
tiene nada que hablar con ustedes
-- dijo Mael --
¡Vámonos! -- dijo mientras halaba a Sam y miraba a las
otras dos
Aderyn y Diandra los siguieron en silencio, mientras Blaidd se
quedaba frente a los muchachos, mirándolos en forma decididamente peligrosa.
La noche finalizó sin mayores inconvenientes, si no se contaba el
golpe en la cabeza de Etienne, el brazo roto de Boris y el orgullo herido de
Casander, al no poder ganar ninguna carrera.
Gail y Danny habían esperado contra todo evento, que Iván se negara
a dejarlos ir a Escocia, cosa que no sucedió, y para empeorar las cosas, apenas
llegaron Peter, Jonathan y Kenny los arrinconaron para reclamarles el
“maravilloso” trabajo que habían hecho para mantener a los “buitres” alejados
de las niñas.
-
Escuchen --
dijo Danny ya harto -- en primer lugar, son los individuos más insistentes
que hemos conocido. Segundo, su prima es una coqueta sin remedio que ha estado
a punto de quitarme la cabeza más veces de las que puedo recordar. Tercero, no
tendríamos que estarlos soportando de no ser por la “bondad” de su hermana. Y
cuarto, mi propia hermana no se qué demonios hace, pero no logro que dejen de
acercársele todos esos imbéciles.
En este punto, todos, tanto los tres McKenzie, como Gail y Mael, lo
miraron con extrañeza.
-
¿Qué? --
preguntó de manera agresiva
-
Mmmm… en realidad Sam no
necesita hacer nada -- dijo Jonathan --
solo es hermosa, así que ¿qué esperabas?
-
La pregunta es ¿qué esperan
ustedes? -- dijo él
-- porque los milagros no se me
dan.
Y dicho esto, les dio la espalda y se marchó.
-
Agradable carácter --
dijo Peter
-
Amigo --
dijo Gail -- todo lo que dijo es absolutamente cierto.
-
Incluyendo el hecho de que
Diandra, en verdad terminara por quitarle la cabeza cualquier día --
agregó Mael
-
Bueno, acepto que Diandra
también tiene un carácter un poco difícil…
-
¿Un poco difícil? -- lo
interrumpió Gail -- La “adorable criatura” es más peligrosa que
una jauría de lobos hambrientos.
Blaidd gruñó peligrosamente.
-
No es contigo “bicho”, así que
no me fastidies -- dijo Gail mirándolo y continuó -- Así
que si quieren mantener a “esos” alejados, háganlo ustedes mismos.
E igual que Danny, le dio la espalda y se marchó.
-
Bueno, o estos chicos no tienen
madera de guardianes, o las chicas en verdad son muy difíciles --
dijo Jonathan
-
Créeme que es lo segundo --
dijo Mael y se marchó también
La semana transcurrió entre ocasionales pleitos entre Danny y
Diandra, y las bromas pesadas de Jonathan y Peter. Kenny estaba de un humor
tormentoso y prestó escasa atención a Anastasia, que hizo evidentes esfuerzos
por llamar su atención. Esta actitud de Kenny, fue aprovechada diligentemente
por Jonathan, que sí le prestó mucha atención a la rusa.
Iván solo estuvo de paso, al igual que Eve, mientras que Vlad e
quedó prácticamente toda la semana, y los chicos vieron con gran satisfacción,
que Casander era privado de la compañía de Sam, la mayor parte del tiempo, si
no era por Vlad, era por causa de Kenny.
Las cortas vacaciones llegaron a su fin. Los visitantes extranjeros
se despidieron cortésmente de los McKenzie, agradeciéndoles su amabilidad, y
todos con excepción de Casander, se despidieron con mucho pesar de Vlad, ya que
éste había resultado una compañía muy entretenida para los chicos tanto por su
jovialidad, como por el hecho de ser un Arzhaelí.
Cuando los hermanos McKenzie se despedían de los chicos y Peter iba
a hablar, Danny lo interrumpió.
-
No lo digas --
dijo el chico -- Ya se los advertí, y ya tuvieron oportunidad
de verlo, si quieren que se comporten, vayan ustedes mismos y háganse cargo
-- y sin más se marchó
Mientras Peter y Jonathan fastidiaban con el mismo asunto a Gail y a
Mael, Kenny llamó a Sam.
-
Quiero pedirte algo señorita
Douglas -- le dijo
-
Claro, dime.
-
Cuídate mucho, y mantente
alejada de ciertos individuos.
-
No te preocupes Kenny --
dijo ella sonriendo y pensando erróneamente que se refería a los
estudiantes de Reinheit -- ya mi hermano y los demás, se encargan de
mantenerlos alejados.
El iba a agregar algo o quizá a aclarar a quién se refería en
específico, pero sonó la llamada y ella le dio un apresurado beso y corrió
hacia Vlad. En unos cuantos segundos, él la abrazó, la beso, la despeinó y aún
tuvo tiempo de hacerle las recomendaciones usuales de tener cuidado.
Una vez que el barco hubo partido, Vlad se despidió de los McKenzie
y se giró hacia los Kriger.
-
En la Sede en treinta
minutos -- les dijo
-
Sí, señor --
dijeron los tres
Una vez que Vlad desapareció, los chicos se miraron.
-
¿Y a este qué le pasa? --
preguntó Jonathan
-
Ve tú a saber --
dijo Kenny
-
Lo más probable -- aventuró Peter -- es
que seamos arrastrados a otra de sus misiones suicidas, estuvo demasiado
tranquilo estos días.
-
Hombre, estábamos de
permiso -- dijo Kenny
-
Hermano, llevas poco tiempo en
el cuerpo -- le dijo Jonathan -- te
aseguro que a este infeliz le importa poco eso, puedes estar en el funeral de
algún pariente, pero mientras no sea el tuyo, te hará correr lo mismo.
-
Y según cuentan, su hermano era
mucho peor, al igual que Daniel, el padre de los gemelos --
agregó Peter -- en opinión de los que los conocieron, si ha
habido dos individuos que realmente estaban locos, eran esos.
Cualquiera que lo hubiese escuchado hablar, habría pensado con
justicia, que no le tenían mucha simpatía a su jefe, pero la verdad era, que
sentían una gran admiración tanto por él como por los demás. Se habían formado
teniendo como ejemplo las hazañas de aquellos sujetos; las “locuras” de los
gemelos Cornwall, de los hermanos Natchzhrer y de los Douglas, eran
legendarias, y el mayor sueño de todos, era llegar a ser como ellos.
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