Ninguno lo es...

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viernes, 2 de mayo de 2014

LA MAGIA DE A-RZHVAEL El inicio - Cap. 37 -

CAP. 37 NUEVOS AMIGOS

En algún punto del Bosque Bávaro, se encuentra una edificación de tamaño descomunal. Lo curioso de este lugar, es que nadie puede verlo, y a pesar de ello, es una institución sumamente conocida. Su nombre es Forschungseinrichtungen,  y es un laboratorio de investigaciones científicas. Dentro de sus actividades está la producción una amplia gama de productos farmacéuticos con difusión a nivel mundial. Periódicamente, publican una revista científica con artículos muy interesantes acerca de los avances en medicina, estudios genéticos, y posibles curas para enfermedades consideradas, hasta la fecha, incurables.
Lo que la gente no sabe, es que también son los creadores de una serie de armas biológicas y nucleares, que han contribuido en gran medida, a la destrucción de pueblos completos.  Pero el mayor orgullo de esta institución, descansa en su laboratorio de Ingeniería Genética.  Sobre las puertas del mismo, hay una enorme placa con lo que todos suponían un “bonito grabado”
El mundo se rendirá ante la supremacía del mas apto
Pero en realidad es un texto escrito en un leguaje antiguo, y cuya traducción sería:
El mundo se rendirá ante la supremacía del más apto”
Este santuario de la ciencia, y de la manipulación genética, a pesar de que en teoría es dirigido por un Consejo, en realidad es propiedad de Bastian O’Neill. A pesar de que la Eugenesia, había sido considerada una pseudo ciencia, e inicialmente concebida para el mejoramiento artificial de algunas especies, el acogió con entusiasmo la idea y se dedicó a investigar al respecto. Pero su emoción no tuvo límites, cuando conoció los sádicos experimentos de Josef Mengele, de algunos de los cuales, se las arregló para ser personalmente testigo. También financió a otros locos similares, con el único propósito de obtener mediante la observación directa, hasta dónde se podía llegar en aquel terreno. Y finalmente, decidió hacerse con su propio terreno de experimentación. Así fue como nació aquel lugar, cuya fachada era la producción de medicinas, pero cuyo verdadero propósito, era la destrucción del mundo y la creación de una raza genéticamente superior.


Gail despertó con una desagradable humedad en su rostro, y cuando abrió los ojos, se encontró con que Blaidd estaba lamiéndole la cara.
-         ¡Cachorro!  Quítame a este bicho de encima  --  gritó
Danny y Mael sentados en la cama del primero, estaban partiéndose de risa. Mael llamó a Blaidd y Gail se sentó en la cama.
-         Ya sabemos el medio más efectivo para que despiertes  --  dijo Danny
-         Si ese bicho vuelve a despertarme así, ya puedes despedirte de él  --  dijo furioso
-         Yo en tu lugar no lo intentaría  --  le aconsejó Mael  --  podrías perder algo más que el sueño
-         Por muy mágico que sea, te aseguro que no resistirá un Duwen bien dirigido  -- aseguró y Mael rio
-         Ni siquiera tendrás tiempo de alcanzar tu Gwialen.
Gail terminó de levantarse y quince minutos después, bajaban las escaleras para encontrarse con las chicas.
-         Vaya  --  dijo Aderyn  --  ¿Gail se cayó de la cama?
-         Podemos agradecérselo a Blaidd  --  dijo Danny y se apartó rápidamente del alcance de Gail
La noche anterior, los nuevos ocupantes de la mesa del Ala Norte, se habían sentado bastante retirados de donde se sentaban los chicos habitualmente. Sin embargo, habían podido notar con cierto alivio por parte de los varones, que los de Reinheit eran algo mayores, lo que los hacía suponer que no los verían mucho ya que no compartirían ninguna clase con ellos. Mientras que de los rusos, tanto el chico que había señalado Diandra, como una de las chicas, tenían aproximadamente su edad. En tanto que la otra chica y los dos varones restantes, también debían pertenecer a los cursos superiores.
Esa mañana ocuparon sus puestos, pero antes de comenzar a comer, su humor desmejoró mucho al ver que los extranjeros se sentaban muy próximos a ellos. Y aunque intentaron ignorarlos, eso no fue posible.
-         Yo te conozco  --  dijo el chico ruso mirando fijamente a Diandra
-         Así es  --  dijo la rubia sonriéndole  --  Nos conocimos en un viaje que hice con mis padres a tu país  --  hizo una pausa y sus ojos se ensombrecieron  --  Mi padre era John McKenzie.
-         ¿Diandra?  --  probó él, y ella se sorprendió de que lo recordara
Danny detuvo los movimientos de su mano, y prestó atención.
-         Sí, soy yo  --  le contestó la niña
-         Lamento lo de tus padres  --  le dijo
Ella le dedicó una sonrisa triste, y luego recordó sus modales.
-         Esta es mi prima Aderyn McKenzie  --  dijo señalando a la niña  --  Y estos, son  mis amigos  Mael Berserker,  Gail Natchzhrer, y  Samantha y Daniel Douglas  --  agregó señalando a los demás
Ante los tres últimos nombres, fue inevitable que el muchacho abriera mucho los ojos, pero disimuló con rapidez, y se limito a hacer una inclinación de cabeza.
-         Casander Lébedev  --  dijo presentándose  --  priyatno poznakomit’sya 
Los chicos supusieron que aquello sería una especie de saludó en su idioma. Sam y Aderyn le sonrieron, mientras que los varones se limitaron a una cortés inclinación de cabeza.
Pero Mael miraba con atención a los miembros de Reinheit, que al escuchar el nombre de los chicos, habían girado sus cabezas y los miraban con fijeza.
Casander se giró un poco para llamar la atención de la chica sentada a su lado, y cuando ésta volteó les dijo a los chicos.
-         Ella es mi hermana Anastasia  --  y miró a Diandra  --  ¿la recuerdas?
-         Claro, pero tal vez ella no a mi  --  dijo Diandra
Pero ella había estado escuchando la conversación y sonrió con amabilidad a todos. Saludó y luego volvió a su conversación.
-         Cierra la boca Gail  --  dijo Aderyn en voz baja
Aunque no solo era Gail quien miraba con la boca abierta a Anastasia, también Danny y Mael. Las niñas los miraron y se preguntaron que les sucedía, ciertamente la chica era hermosa, pero ellos parecían “hechizados”.  Sin embargo, el hechizo o lo que fuera, se rompió en cuanto escucharon la voz de Casander.
-         ¿A qué año van?  --  preguntó Casander mirando a Sam
-         Sexto  --  le contestó ella
-         Me alegra escuchar eso, porque yo también  --  le dijo sonriendo
Los chicos fruncieron el entrecejo al escuchar aquello, porque aunque no era un alumno de Reinheit, era un chico y por tanto una amenaza.
Las primeras semanas transcurrieron sin mayores sobresaltos, lo que era un gran alivio para los muchachos, porque los profesores ya le hacían la vida bastante miserable,  ya que ese era su último año antes de pasar a sus estudios superiores. De modo que, aparte de la amenaza de los muy difíciles exámenes de fin de curso, con los que los arengaban un día sí y otro también, los hostigaban con el asunto de escoger las carreras que pensaban seguir.
Casander se había unido al grupo, sin mucho entusiasmo por parte de los muchachos. Otro individuo de nombre Boris Ionescu, perteneciente al colegio rumano, también los seguía con frecuencia. Y para completar las “adquisiciones” forzadas de su grupo, un francés llamado Etienne Duvalier, no dejaba ni a sol ni a sombra a Diandra. Todo esto para gran consternación de Danny, quien protestaba ruidosamente  diciendo que de no ser por la imprudente coquetería de las niñas, no tendrían que soportar a todos aquellos sujetos.

Se acercaba la festividad de Valborgsaften, y una mañana durante el desayuno, Boris que con frecuencia se colaba en su mesa, lo mismo que Etienne, se volvió hacia Aderyn.
-         ¿Cómo son las festividades de Valborgsaften, aquí?  --  le preguntó
La chica le describió sucintamente la celebración en el Bosque, y el dijo que luego tenían la semana libre para ir a sus casas.
-         ¿Se irán?  --  preguntó el chico
-         ¿Ustedes no?  --  preguntó ella a su vez con extrañeza
-         No  --  contestó él  --  nos dijeron que no volveríamos a casa hasta las vacaciones de verano.
-         ¡Vaya!  --  exclamó ella, y luego de pensarlo un momento  --  Haremos algo, le escribiré a mis padres para preguntarles si nos conceden el permiso para invitarte a nuestra casa.
Mientras Boris sonreía emocionado, Gail casi se atragantó con su jugo escupiéndolo en todas direcciones. Sam se volvió hacia Casander, pero Danny aferró su brazo. Ni lo pienses. El violento pensamiento penetró en su mente, y aunque por un momento sus ojos brillaron peligrosamente, decidió guardar silencio en beneficio de la paz.
Pero las cosas nunca eran fáciles, y tanto Danny como Gail, estaban convencidos que aquellas chicas habían nacido con el único propósito de hacer de sus vidas un crucigrama chino.  Aderyn ciertamente escribió a sus padres, pero no solo por el asunto de Boris,  a lo que los McKenzie accedieron, sino que incluyeron en la invitación a Etienne y a Casander junto con su hermana Anastasia. Y enviaban una nota final, donde ponían que esperaban que sus visitantes habituales, pudiesen ir también.
La noche de Valborgsaften, los chicos se encontraban en el salón principal del Ala Norte, esperando que las niñas bajaran.
-         Cachorro  --  dijo Gail  --  ¿No puedes hacer que ese bicho, nos libre de estos sujetos?
Por ese “bicho” se refería naturalmente a Blaidd, a quien se negaba a llamar por su nombre, especialmente porque éste se empeñaba en despertarlo todas las mañanas de la misma húmeda manera.
-         No seas necio Gail  --  le dijo Mael  --  eso es…
Pero se interrumpió al ver aparecer a las chicas, los otros dos voltearon y abrieron mucho los ojos. Por primera vez fueron conscientes no solo de que eran chicas, sino que además eran lindas.
-         ¿Y bien?  --  dijo Aderyn  --  ¿Se quedarán ahí parados o nos vamos?
Salieron tras ellas sin decir nada, pero en cuanto llegaron a donde esperaban “los sujetos esos”, su humor se ensombreció.
-         Wow  --  exclamó Etienne  --  mademoiselle êtes-vous belle
-         Merci  --  le contestó ella
Entre tanto, Boris y Casander, se habían situado al lado de Aderyn y de Sam, y ya caminaban hacia el Bosque.
Después de la cena, como de costumbre, dieron inicio los juegos y en otra área estaban los que solo se dedicaban a conversar e incluso a bailar. Danny y Gail, insistieron mucho en que los extranjeros participaran en las carreras con las mini Glide, y finalmente los chicos accedieron. En la primera carrera, Boris fue derribado de su Glide por un Elfo, para gran satisfacción de Gail. En el caso de Etienne, fue el mismo Danny quien lo tiró prácticamente al iniciarse la carrera, y aunque no pudo tirar a Casander, tampoco el ruso pudo ganarle.
Mientras los chicos estaban muy ocupados tratando de fastidiar a los extranjeros, Diandra juraba en todos los tonos, que Danny se las pagaría. Sam y Aderyn no dudaban que si hubiese ido vestida más apropiadamente, se habría subido a una Glide y lo habría derribado ella misma. Decidieron que si querían que Danny conservara la cabeza, era mejor apartarse de allí, y aunque les costó bastante, finalmente lograron llevársela.
Mael conversaba con Enid y otras chicas, cuando vio a las niñas moverse, y aunque no dejó de prestar atención a sus interlocutoras, tampoco las perdió de vista.
-         Francamente Sam, tu hermano no tiene cerebro  --  le dijo Diandra
-         Di, solo está celoso  --  dijo Aderyn
-         No digas estupideces Aderyn  --  dijo ella
Pero en ese momento se acercaron dos estudiantes de Reinheit y las chicas callaron.
-         Guten aben, fräulein  --  dijeron los jóvenes
Pero enseguida dieron un paso atrás. Las chicas no lo habían notado pero Blaidd había aparecido al lado de Sam, y emitía un gruñido sumamente amenazante mientras miraba de igual manera a los muchachos.
-         Hermoso ejemplar  --  dijo uno de ellos  --  Pero algo peligroso como mascota
-         Pues a mí no me lo parece  --  dijo Sam acariciando la cabeza de Blaidd
-         Tú eres Samantha Douglas ¿verdad?  --  dijo el otro
Pero antes de que ella pudiese contestar, sintió que le sujetaban la mano y la halaban.
-         Eso no es asunto suyo y no tiene nada que hablar con ustedes  --  dijo Mael  --  ¡Vámonos!  --  dijo mientras halaba a Sam y miraba a las otras dos
Aderyn y Diandra los siguieron en silencio, mientras Blaidd se quedaba frente a los muchachos, mirándolos en forma decididamente peligrosa.
La noche finalizó sin mayores inconvenientes, si no se contaba el golpe en la cabeza de Etienne, el brazo roto de Boris y el orgullo herido de Casander, al no poder ganar ninguna carrera.

Gail y Danny habían esperado contra todo evento, que Iván se negara a dejarlos ir a Escocia, cosa que no sucedió, y para empeorar las cosas, apenas llegaron Peter, Jonathan y Kenny los arrinconaron para reclamarles el “maravilloso” trabajo que habían hecho para mantener a los “buitres” alejados de las niñas.
-         Escuchen  --  dijo Danny ya harto  --  en primer lugar, son los individuos más insistentes que hemos conocido. Segundo, su prima es una coqueta sin remedio que ha estado a punto de quitarme la cabeza más veces de las que puedo recordar. Tercero, no tendríamos que estarlos soportando de no ser por la “bondad” de su hermana. Y cuarto, mi propia hermana no se qué demonios hace, pero no logro que dejen de acercársele todos esos imbéciles.
En este punto, todos, tanto los tres McKenzie, como Gail y Mael, lo miraron con extrañeza.
-         ¿Qué?  --  preguntó de manera agresiva
-         Mmmm… en realidad Sam no necesita hacer nada  --   dijo Jonathan  --  solo es hermosa, así que ¿qué esperabas?
-         La pregunta es ¿qué esperan ustedes?  --  dijo él  --  porque los milagros no se me dan.
Y dicho esto, les dio la espalda y se marchó.
-         Agradable carácter  --  dijo Peter
-         Amigo  --  dijo Gail  --  todo lo que dijo es absolutamente cierto.
-         Incluyendo el hecho de que Diandra, en verdad terminara por quitarle la cabeza cualquier día  --  agregó Mael
-         Bueno, acepto que Diandra también tiene un carácter un poco difícil…
-         ¿Un poco difícil?  --  lo interrumpió Gail  --  La “adorable criatura” es más peligrosa que una jauría de lobos hambrientos.
Blaidd gruñó peligrosamente.
-         No es contigo “bicho”, así que no me fastidies  --  dijo Gail mirándolo y continuó  --  Así que si quieren mantener a “esos” alejados, háganlo ustedes mismos.
E igual que Danny, le dio la espalda y se marchó.
-         Bueno, o estos chicos no tienen madera de guardianes, o las chicas en verdad son muy difíciles  --  dijo Jonathan
-         Créeme que es lo segundo  --  dijo Mael y se marchó también

La semana transcurrió entre ocasionales pleitos entre Danny y Diandra, y las bromas pesadas de Jonathan y Peter. Kenny estaba de un humor tormentoso y prestó escasa atención a Anastasia, que hizo evidentes esfuerzos por llamar su atención. Esta actitud de Kenny, fue aprovechada diligentemente por Jonathan, que sí le prestó mucha atención a la rusa.
Iván solo estuvo de paso, al igual que Eve, mientras que Vlad e quedó prácticamente toda la semana, y los chicos vieron con gran satisfacción, que Casander era privado de la compañía de Sam, la mayor parte del tiempo, si no era por Vlad, era por causa de Kenny.
Las cortas vacaciones llegaron a su fin. Los visitantes extranjeros se despidieron cortésmente de los McKenzie, agradeciéndoles su amabilidad, y todos con excepción de Casander, se despidieron con mucho pesar de Vlad, ya que éste había resultado una compañía muy entretenida para los chicos tanto por su jovialidad, como por el hecho de ser un Arzhaelí.
Cuando los hermanos McKenzie se despedían de los chicos y Peter iba a hablar, Danny lo interrumpió.
-         No lo digas  --  dijo el chico  --  Ya se los advertí, y ya tuvieron oportunidad de verlo, si quieren que se comporten, vayan ustedes mismos y háganse cargo --  y sin más se marchó
Mientras Peter y Jonathan fastidiaban con el mismo asunto a Gail y a Mael, Kenny llamó a Sam.
-         Quiero pedirte algo señorita Douglas  --  le dijo
-         Claro, dime.
-         Cuídate mucho, y mantente alejada de ciertos individuos.
-         No te preocupes Kenny  --  dijo ella sonriendo y pensando erróneamente que se refería a los estudiantes de Reinheit  --  ya mi hermano y los demás, se encargan de mantenerlos alejados.
El iba a agregar algo o quizá a aclarar a quién se refería en específico, pero sonó la llamada y ella le dio un apresurado beso y corrió hacia Vlad. En unos cuantos segundos, él la abrazó, la beso, la despeinó y aún tuvo tiempo de hacerle las recomendaciones usuales de tener cuidado.
Una vez que el barco hubo partido, Vlad se despidió de los McKenzie y se giró hacia los Kriger.
-         En la Sede en treinta minutos  -- les dijo
-         Sí, señor  --  dijeron los tres
Una vez que Vlad desapareció, los chicos se miraron.
-         ¿Y a este qué le pasa?  --  preguntó Jonathan
-         Ve tú a saber  --   dijo Kenny
-         Lo más probable  -- aventuró Peter  --  es que seamos arrastrados a otra de sus misiones suicidas, estuvo demasiado tranquilo estos días.
-         Hombre, estábamos de permiso  --  dijo Kenny
-         Hermano, llevas poco tiempo en el cuerpo  --  le dijo Jonathan  --  te aseguro que a este infeliz le importa poco eso, puedes estar en el funeral de algún pariente, pero mientras no sea el tuyo, te hará correr lo mismo.
-         Y según cuentan, su hermano era mucho peor, al igual que Daniel, el padre de los gemelos  --  agregó Peter  --  en opinión de los que los conocieron, si ha habido dos individuos que realmente estaban locos, eran esos.
Cualquiera que lo hubiese escuchado hablar, habría pensado con justicia, que no le tenían mucha simpatía a su jefe, pero la verdad era, que sentían una gran admiración tanto por él como por los demás. Se habían formado teniendo como ejemplo las hazañas de aquellos sujetos; las “locuras” de los gemelos Cornwall, de los hermanos Natchzhrer y de los Douglas, eran legendarias, y el mayor sueño de todos, era llegar a ser como ellos.

    

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