Ninguno lo es...

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viernes, 2 de mayo de 2014

LA MAGIA DE ARZHVAEL El Inicio - Cap. 67 -

CAP. 67  CAMBIOS INESPERADOS

Como a quien le resulta difícil y se resiste salir de un sueño, Vlad se apartó lentamente de Eve. Pero si bien es cierto que sus labios dejaron los de ella, sus ojos seguían clavados en los suyos, y aunque hubiese sido capaz de hacerlo, la intensidad de aquella mirada hacía imposible moverse o siquiera pensar.
-         Te amo y lo sabes  --  dijo Vlad  --  desde el primer día que te vi, desde que me sonreíste al rescatar aquella estúpida muñeca que estuvo a punto de caer por la borda. Te he amado aún cuando tú ni te dignabas mirarme, he querido romperle el alma a todo aquel que ha osado poner sus ojos en ti. He aguardado, he soportado con estoicismo tus interminables riñas, tus insultos, y tu manía de enviarme al infierno, cosa esta última, del todo innecesaria, porque es allí donde he vivido víctima de tu rechazo  --  hizo una breve pausa antes de continuar  --  Te lo pido por última vez Eveska, y si dices que no, prometo no volver a hacerlo nunca más  --  y armándose de valor, formuló la pregunta  --  ¿Quieres ser mi esposa?  --  una vez dicho esto, contuvo involuntariamente la respiración
Iván y Giulian que habían asistido sin ningún tipo de remordimiento, a aquella escena que se suponía debería ser privada, habían dejado de reír y el suministro de aire a sus pulmones,  había sido súbitamente detenido. Ambos miraban expectantes a Eve, sin atreverse a pensar en su posible respuesta.
-         Eres el mayor de los imbéciles Vladimir Cornwall  --  dijo ella por fin  --  pero no podría vivir sin ti.
Por un momento el cerebro de Vlad, no logró compaginar una frase con la otra. Pero fue la sonrisa de Eve, más que lo dicho, lo que le dio una señal más clara.
-         Eso quiere decir que…
-         Que sí tonto  --  dijo riendo y atrayéndolo hacia sí
Iván y Giulian se miraron sin poder creerlo, porque aunque deseaban con todas sus fuerzas que Eve terminara de aceptar y acabase con el tormento de Vlad, conocían su obstinación y esperaban muchas cosas, o al menos que pusiera muchas objeciones, pero nunca una aceptación tan simple, directa y “práctica” como la que estaban presenciando.
Iván había intentado en vano detenerlo, pero definitivamente Giulian carecía por completo de cierto tipo de delicadeza y ya caminaba hacia la pareja.
-         ¡Demonios!  --  exclamó   --  Ya era hora  --  y palmeó a Vlad en el hombro  --  déjala respirar Idem, la necesitamos viva ¿sabes?
-         ¡Vete al infierno Giulian!  --  exclamó Eve furiosa
Vlad por su parte estaba feliz, entre otras cosas de que fuese otro a quien ella enviase al infierno ahora.
-         Claro Vampi, estaré contento de complacerte, pero recuerda que tenemos “algo” que hacer  --  y señaló con disimulo hacia atrás
Iván ya se acercaba muy avergonzado. Eve se sintió culpable por un momento al haberse olvidado de su hermano y la situación en la que estaba.
-         Lo lamento  --  dijo él mirándolos   --  pero ya saben lo bestia que es este individuo  --  haló a Giulian como hacía un momento lo había hecho el otro  --  vamos “genio” según recuerdo tenías algo muy urgente que decirme.
Pero Eve lo detuvo y se abrazó a él. Acto seguido y sin explicaciones, Giulian los sujetó y desaparecieron.
Cuando Iván se percató de lo que había sucedido, los miró y notaron cierto brillo de ira mezclada con terror.
-         ¿Recuerdas cuando yo era pequeña?  --  le preguntó Eve pero él no contestó  --  Cuando decía que le temía a algo, tú me llevabas ante ese “algo” y me mostrabas las razones por las que no debía temerle, que solo tenía buscar dentro de mí cómo enfrentarlo. Me enseñaste que siempre disponemos de las armas para hacerle frente a cualquier cosa. Me enseñaste que los problemas son retos que debemos superar, y que los errores son lecciones que nos da la vida, pero siempre tendremos la oportunidad de rectificar. Pero por encima de todo, me enseñaste que al amor es el mejor argumento y el arma más poderosa para enfrentarlo todo  --  hizo una pausa y finalizó  --  Una vez me prometiste que siempre estarías conmigo, que me protegerías de todo y de todos, y nunca has dejado de cumplir tu palabra. Ahora mírame, ya crecí y estoy aquí contigo para lo que sea.
Después de esto, los gemelos colocaron sus manos sobre los hombros de Iván.
-         Todo saldrá bien  --  dijo Giulian  --  Estamos juntos en esto  --  le aseguró Vlad
-         Gracias  --  fue todo cuanto pudo decir en aquel momento.

Las hermanas los habían recibido muy contentas de volver a verlos, e inmediatamente los condujeron hacia donde se encontraban los chicos, dejándolos solos en cuanto llegaron a las puertas del salón, desde donde pudieron escuchar todo lo dicho por ellos. Y una vez que tanto Iván como Gail se habían calmado, el último caminó hacia sus amigos que habían permanecido en apretado grupo, mientras ellos hablaban.
-         Gracias  --  les dijo sin saber cómo más expresar lo que significaba para él su apoyo
-         Olvídalo  --  dijo Danny  --  habría sido más sencillo darte con martillo en la cabeza, pero no creo Iván se hubiese puesto muy contento conmigo.
-         No tienes nada que agradecer  --  dijo Mael  --  Eres mi hermano por elección, y si no se abandona a los amigos, a los hermanos mucho menos.
-         Considerando lo cabeza dura que eres  --  ahora fue el turno de Diandra  --  me alegra no haber tenido que usar ese martillo  --  finalizó mirando a Danny
-         Sam…  --  comenzó Gail, pero ella no lo dejó continuar
-         No tienes que decir nada Gail. Como dijo Mael, somos hermanos por elección y por amor.
Finalmente se paró frente a Aderyn verdaderamente apenado, recordando todo lo que le había dicho.
-         Perdóname por favor, soy un estúpido y no quise…  --  pero la pequeña rubia le abrió los brazos donde él fue a refugiarse
Giulian miró a sus amigos con una sonrisa de suficiencia, y una mirada donde se leía claramente un enorme “se los dije”.

La hora de la merienda estuvo sumamente animada, los niños estaban muy contentos con la presencia de Iván y de Giulian, y no paraban de agradecerles por todo lo que habían hecho. Hubo un  momento un tanto difícil, cuando los niños preguntaron por Jason y Kenny. Ni habían olvidado que habían sido ellos, los que los habían sacado del pozo.
-         Están bien  --  dijo Iván rápidamente
-         ¿Y por qué no vinieron?  --  quiso saber Gerald
-         Están ocupados en este momento  --  ahora fue Giulian quien contestó
Sam y los demás sintieron una punzada de miedo ¿Estarían realmente bien? Pero decidieron esperar, porque aunque Iván los había tranquilizado con un No se preocupen, están bien, algo no les parecía del todo “bien”
Los niños se mostraron muy curiosos con respecto a Vlad. Para ellos fue una sorpresa el parecido entre Danny y Sam, ya que era la primera vez que veían  a unos gemelos. Sin embargo, siendo de diferente sexo, poseían algunas diferencias. Pero cuando vieron a Vlad, su asombro alcanzó límites incalculables, ya que era simplemente imposible diferenciarlos.
Una de las niñas se acercó a Vlad en un momento determinado, y se quedó observándolo por largo rato.
-         ¿Y bien?  --  preguntó éste  --  ¿He pasado la prueba?
-         ¿Cuál prueba?
-         No lo sé, pero me has estado mirando con tanta atención, que supuse me estabas sometiendo a alguna clase de examen.
-         Solo busco las diferencias  --  dijo la chiquita
-         Eso es sencillo  -- le dijo él sonriendo  --  yo soy mucho más simpático.
Ambos rieron y la niña se alejó. Eve se sentó a su lado y lo miró con suspicacia.
-         ¿Tendré que preocuparme también por las de esa edad?
-         Ni por esas, ni por ninguna otra  --  le aseguró él
-         Más te vale Cornwall, te verías muy mal sin cabeza.
Aunque él tenía ganas de abrazarla, se contentó con tomar su mano y sonreír. Diandra, que había estado mirándolos de manera distraída, casi se atraganta con un chocolate que se estaba comiendo. Se giró en busca de Sam o de Aderyn, pero la primera conversaba con Giulian y su prima seguía con Gail.
-         ¿Qué sucede Di?
-         Nada
-         ¿Nada?  --  preguntó Danny con tono dudoso  --  ¿Y a qué viene la cara de sorpresa?
-         ¡Douglas! Hazme y hazte y un favor, busca algún pasatiempo que no incluya vigilarme  --  le dio la espalda y se marchó
Cuando los Arzhaelíes anunciaron que debían marcharse, los niños protestaron ruidosamente y les pidieron no irse, ya que querían que estuviesen allí para la celebración del día siguiente. De modo que llegaron a una solución de compromiso. Ellos no podían quedarse, pero no pusieron objeciones a que lo hicieran los chicos. Aunque los pequeños querían que se quedasen todos, tuvieron que ceder.
Antes de marcharse, Sam llamó aparte a Iván y a Giulian.
-         ¿Kenny está bien en verdad?  --  preguntó con ansiedad
Esto hizo que a Giulian le cambiase el ánimo de inmediato.
-         Sí linda, está perfectamente  --  le aseguró Iván
-         ¿Y Jason?
-         Tuvo una herida grave  --  reconoció él  --  pero ya está mejor.
-         ¿Qué sucede Iván?  --  preguntó ella  --  Hay algo que no me estás diciendo.
Como de costumbre, ella lo sorprendía con su percepción.
-         Eric y Medea, están muertos  --  dijo Iván
-         ¡Oh no!  --  exclamó Sam
Si bien era cierto que la chica no le era especialmente simpática, tampoco le habría deseado ningún mal. Y en el caso de Eric, lo había conocido poco, pero en cualquier caso, en su opinión nadie debería estar muerto. Sin embargo, supo que algo más estaba faltando, pero tenía verdadero terror a preguntar. Por su mente pasaron las imágenes, de todos los demás. Eowaz, Delos, los padres de Aderyn, Jonathan, Peter… ¿quién?
-         Se trata de Liz  --  dijo Iván con pena, y ella se llevó las manos a la boca  --  Ella está bien ahora  --  se apresuró él a tranquilizarla  --  pero descubrimos que estaba embarazada, y perdió al niño.
Samantha palideció de tal manera, que pensaron que se desmayaría.
-         Tranquila princesa  --  le dijo Giulian  mientras la sujetaba
Pero ella estaba lejos de estar tranquila. Aquello le parecía terrible, y solo aumentaba la ya muy larga lista de crímenes de Bastian. Danny se acercó a ellos.
-         ¿Qué sucede?  --  preguntó  --  Me sentí mal y no había razón para ello, así que tiene que ver contigo  --  dijo mirando a Sam
Rápidamente lo pusieron al tanto, y la expresión de Danny se cerró de inmediato, señal inequívoca de ira.
-         Preferiríamos que no les dijeran nada a las McKenzie, hasta tanto no estén con su familia  --  les dijo Iván
-         Entiendo  --  aceptó Sam  --  no te preocupes, no diremos nada.
Cuando lo Arzhaelíes se despedían de la madre Cecilia, esta miró a Iván y a Giulian.
-         Quería agradecerles especialmente, por la atención que les dieron a los niños que se accidentaron el día de su visita.
-         No hay cuidado  --  dijo Iván  --  eran heridas sencillas de atender.
-         Creo que nuestros médicos, no estarían de acuerdo con ustedes  --  dijo con una sonrisa  --  de hecho el médico del orfanato, no teniendo motivos para confiar en la efectividad de la atención que se les había dado a los niños, insistió en llevarlos a un hospital y practicarles algunas pruebas.
Iván y Giulian se miraron como dos niños cogidos en falta.
-         Pero no hay nada de qué preocuparse  --  continuó ella  --  todo estaba en perfecto orden. Aunque si se mostraron bastante curiosos, con respecto a unas fracturas que mostraban los RX, y para las que nuestro médico, que los ha atendido desde siempre, no supo dar ninguna explicación  --  mientras ellos tenían cara de sorpresa, ella tenía una sonrisa burlona  --  Por cierto  --  dijo mirando a Giulian  --  tengo entendido que fue usted el que atendió al pequeño Peter  --  y Giulian asintió casi con miedo  --  muy bonito trabajo el que hizo con la herida externa, y a pesar de que lucía como debía lucir, difícilmente habría podido pasar desapercibido el hecho de que tenía una  fractura de cráneo.
Giulian enrojeció de un modo como nadie recordaba haberlo visto enrojecer jamás. Sin embargo, luego de esto, la religiosa los despidió con su amabilidad habitual, y sin más comentarios. Cuando estaban a varios metros del Orfanato y a punto de desaparecer, Iván se volvió a Giulian.
-         “Nadie va a notarlo”  --  dijo imitando la voz de Giulian  --  ¡Infeliz!
-         ¡Hey! Yo no tengo la culpa que esta gente sea desconfiada  --  protestó  --  y en cualquier caso, lo importante es que el chico está bien, y que esta señora no dirá nada ¿no?
-         Por suerte para ti, porque lo que eres tú, desconoces el significado de la palabra discreción
Eve y Vlad, reían con regocijo mientras los escuchaban discutir.
-         A falta de Dan, al menos tiene a Giulian para pelear  --  le dijo Eve a Vlad, y entre ambos se encargaron de la desaparición.

Un mes después de los sucesos de Clever House, dos noticias de distinta naturaleza, alteraron el orden en Arx. La primera de ellas, definitivamente feliz para todos. Durante una cena, Eve y Vlad anunciaron su próxima boda. Los chicos armaron tal jaleo, que durante un buen rato fue imposible escuchar a nadie, mientras que Delos abandonó el comedor con la peor de las caras. Giulian y Jonathan, se habían unido al alboroto, haciendo toda clase de bromas a Vlad. Mientras que las chicas, con una rapidez impresionante, ya estaban planeando la boda. Y efectivamente, a partir de ese día, todo fue preparativos y carreras. El pobre Vlad apenas si tenía ocasión de estar con Eve, y ya Iván, Jonathan y Giulian, estaban cansados de escucharlo quejarse en todos los tonos por este asunto.
-         Idem  --  le dijo Giulian una noche  --  Eras tú el que quería casarse contra todo evento ¿no? Pues bien, ahora “disfruta” de tu boda, y déjanos en paz.
-         No tenía idea de que casarse fuese tan complicado  --  dijo él abatido
-         Y no lo es  --  dijo Iván con filosofía  --  pero a las chicas les gusta complicar las cosas.
-         Tal vez si hubieses estado en casa, algunos días antes de la boda de Peter y Liz, habrías desistido de esta locura  --  dijo Jonathan
-         No seas estúpido Jonathan, quiero casarme, lo que no quiero es todo este lío.
-         Bien, pero como eso no es culpa nuestra  --  insistió Giulian  --  ten piedad y no nos fastidies.
-         En los últimos días, no he podido hablar cinco minutos seguidos con ella  --  siguió quejándose Vlad  --  parece que todo necesita de su intervención o aprobación y…
-         Es su boda “genio”  --  dijo Iván con fastidio
-         … todos parecen empeñados en alejarla de mí  --  finalizó Vlad sin prestar atención a la interrupción de Iván
Jonathan miró ostensiblemente la hora en su reloj, y luego a Vlad.
-         ¿Tienes sueño?  --  le preguntó
-         ¿Qué?
-         ¿Que si tienes sueño?  --  insistió
-         No
-         Eso supuse  --  dijo el chico  --  pues bien, entonces sube a su habitación y echa todos los conjuros que te sepas a la maldita puerta, y luego pues haz lo que se te dé la gana con tal de que nos dejes a nosotros tranquilos.
Vlad se había quedado mirándolo con los ojos como platos.
-         ¿Qué?  --  preguntó Jonathan y agregó con sumo descaro  --  Supongo que tendrás alguna idea de “qué” hacer con ella ¿no? Porque si no es así, triste por ti hermano.
Vlad enrojeció violentamente y salió dando un portazo, mientras era perseguido por las risas de aquellos tres “pesados y pasados”

La segunda noticia que alteraría el orden, pero en otro sentido, les llegó uno días después de la de la boda de Eve y Vlad. Y generó reacciones totalmente distintas. Eowaz les comunicó, que Arx comenzaría a recibir a los Arzhvaels a los que Nurión estaba persiguiendo con mayor insistencia. Aunque en mayor o menor medida, todos estaban enterados de que aquel era el fin primordial de haber abierto Arx nuevamente, quizá no esperaban que la migración comenzara tan pronto. Sin embargo, los nuevos habitantes empezarían a llegar a finales de esa misma semana, si podían ser sacados de sus lugares de origen con éxito. Y los primeros en hacer su arribo serían los miembros de la familia Lébedev.
En cuanto Giulian y Vlad se enteraron de esto, sus rostros adquirieron la misma expresión pétrea, que asumían cada vez que el nombre de cualquier individuo, aparecía asociado al de Samantha, y sus ojos se tornaron de un azul tormenta. Danny, como de costumbre, mostraba una total ausencia de expresión, lo que ya todos sabían que indicaba una profunda ira. Mael, a pesar de no ser tan bueno como Danny, para suprimir toda expresión, se controló con inmensa dificultad, pero sus ojos estaban gritando su rabia. Y un quinto sujeto, Kenny McKenzie, alejó su plato perdiendo por completo el apetito.
A pesar de ello, en el caso de los Arzhaelíes, eran unos profesionales ante todo, y efectuaron la extracción de manera impecable, y sin una sola baja en sus filas.
La llegada de los Lébedev, marcó el inicio de una nueva etapa. Lo que no sabían, era qué tan pronto dejarían de ser los únicos nuevos habitantes de la ciudadela. Porque a los pocos días, la comunidad Arzhvael acudió a las urnas de votación para elegir a sus nuevas autoridades, y por una abrumadora e indignante mayoría, habían elegido a Bastian O’Neill, como nuevo Presidente del Consejo de Estado. Esto se tradujo en un brevísimo lapso de tiempo, en una serie de reformas a las leyes, que pronto comenzaron a demostrar a la ciudadanía, el tamaño de su error.
A partir de ese momento, casi no había día en el que no recibieran  solicitud de asilo por parte de distintas personas y de diferentes países, porque las cosas para los demás Arzhvaels, que vivían en distintas latitudes, no estaban mucho mejor. Siendo Helgard, el país conformado únicamente por Arzhvaels, era el modelo a seguir, además de que en Kelten, se encontraba la Sede de la OMCA (Organización Mundial de Comunidades Arzhvaels), y por tanto era allí donde se tomaban las decisiones que regirían las políticas de todas las naciones con presencia de Arzhvaels en su territorio. Por supuesto, Nurión se aseguró de tener mayoría de representantes en la mencionada organización, y de este modo, todas sus leyes, decretos y normativas, luego de ser sometidos a una discusión sumaria, eran aprobados de forma casi inmediata.
Una mañana especialmente triste, Dorila arrojó el diario sobre la mesa. Giulian lo atrapó antes de que llagara a ella y leyó el titular:
“Aprobadas simultáneamente, en sesión especial, dos leyes de suma importancia para nuestras naciones. La primera, otorga el poder absoluto a nuestro Presidente del Consejo de Estado, para tomar decisiones que vayan en beneficio de nuestra comunidad, sin  previa discusión en asamblea. Y la segunda, se le otorga el permiso al señor Bastian O’Neill, para poder ejercer simultáneamente las funciones de Presidente del Consejo de Estado de Helgard, y Presidente de la OMCA…”
El artículo continuaba explicando algunos otros tecnicismos legales, que seguramente serían ignorados olímpicamente por el nuevo y flamante Jefe Supremo.  La indignación de todos estaba en su punto máximo.
-         Y así muere la democracia para nuestra raza  --  dijo Iván con una mezcla de ira y tristeza
-         Alguien dijo una vez, que el día que una comunidad básicamente democrática, pasara a manos del totalitarismo, sería porque sus ciudadanos habían votado por ello  --  dijo Giulian  --  y he aquí la mejor muestra de ello.
Con sumo pesar y con una tristeza que ninguno de los chicos al menos, le había visto nunca, Eowaz se puso de pie y los miró a todos.
-         Pasamos de ser los respetados miembros de una Orden, cuyo único fin a través de los siglos, ha sido proteger y velar por la seguridad, la paz y la libertad de nuestra raza, a ser los integrantes de una organización subversiva perseguida por la ley  --  les dijo  --  Pero a partir de ahora, los precios que tenían nuestras cabezas, se elevaran al doble, porque desde hoy somos resistencia armada en contra de un estado totalitario, y no podremos descansar hasta haberle devuelto a nuestra nación, y a todas las que dependen de nuestras leyes, esa paz, esa seguridad y esa libertad a la que todos tenemos  derecho. Aunque en ello, dejemos nuestras vidas. Y creo que es momento de recordarles, que un Arzhaelí primero renuncia a la vida antes que a la libertad.
-         Señor  --  dijo Danny  --  yo no soy un Arzhaelí, ni tengo la edad para serlo, pero le doy mi palabra de que no descansaré hasta haber borrado a ese bastardo de la faz de la tierra, y ciertamente no me importa si tengo morir por ello.
-         Y yo le juro por la memoria de mis padres  --  dijo Sam  --  que Bastian O’Neill la tendrá muy difícil en contra de dos Douglas.
-         Y de los Natchzhrer  --  agregó Gail  --  Y los McKenzie  --  dijo Diandra con una mirada de profunda ira al recordar la muerte de sus padres  --    Y quizá yo sea el único Berserker vivo  --  dijo Mael  --  pero no debe cometer el estúpido error de considerarme menos peligroso por ello, porque él mismo se encargó de hacer de mí, su peor enemigo.
Eowaz los miró con profundo orgullo, sin duda aquellos chicos, algún día seguirían los pasos de sus padres, convirtiéndose en los Arzhaelíes de los que ya tenían el espíritu.
-         Bastian O’Neill, como todo tirano, trata de ahogar miserablemente su inferioridad y su miedo, con la sangre de sus enemigos  --  dijo Giulian  --  pero no se ha dado cuenta que con ello, solo está alimentando estúpidamente, al monstruo que algún día le cobrara una a una, cada gota de esa sangre.
-         Pues que se prepare  --  dijo Vlad  --  quizás nuestros días estén contados, pero no serán menos que los suyos.
No sabían entonces, cuánto dolor, cuántas lágrimas y cuánta sangre, aún  tendrían  que ver, sufrir y sentir, pero aún así, estaban dispuestos a darlo todo, y lo harían.

 Fin
La continuación la comenzaré a subir en breve y llevará por nombre: L.M.A El destino

LA MAGIA DE ARZHVAEL El Inicio - Cap. 66 -

CAP. 66 FINALMENTE…

Los Arzhaelíes habían llegado a Arx, y en seguida se pusieron a la tarea de clasificar a los heridos, entre los más graves y los que podían esperar un poco más para ser atendidos. Una vez hecho esto, comenzaron a atenderlos. Eowaz e Iván pasaron una de las mañanas más agotadoras que podían recordar. Eve, Anne, Laria y un par de Krigers más, los asistían, pero aún así fue duro.
Seis de los Krigers, no lograron sobrevivir, y un chico muy joven había tomado la decisión de desprenderse, debido al sufrimiento que le estaban causando las heridas. Iván cerró sus ojos, y al levantar los suyos, Vlad recibió el peso del odio que brillaba en aquella mirada.
-         Era solo un niño  --  dijo Iván con ira contenida  --  y no tuve ocasión para hacer nada.
-         Deja de castigarte. Es terrible, lo sé, pero no habrías podido hacer nada de cualquier forma  --  dijo señalando la herida que el hico tenía en el abdomen y que había adquirido el tono negruzco ya conocido que indicaba el envenenamiento
Unos minutos después de aquel intercambio, un grito atrajo su atención. Iván corrió hacia donde se encontraba Anne, ya que Eowaz en aquel momento estaba ocupado.
-         ¿Qué sucede?  --  preguntó
Hasta donde había podido comprobar él mismo, antes de que Peter abandonara Clever House en compañía de su mujer y su nuera, ésta última no estaba en un estado tan grave como para provocar aquella repentina reacción de Anne.
-         No lo sé Iván  --  dijo una llorosa Anne  --  pero de pronto comenzó a quejarse y…
-         Tiene mucha fiebre  --  interrumpió él que ya había colocado su mano en la frente de Liz
Por un momento sintió pánico al pensar en la posibilidad de que se hubiese equivocado al hacer a comprobación de la presencia de veneno en la herida. De modo que sacó su Athame y volvió a hacerlo. Pero nuevamente obtuvo el mismo resultado. Con un poco más de calma intentó hablar con la chica.
-         Liz, indícame por favor si te duele algo más que la herida  --  le dijo
-         Me duele mucho acá  --  dijo ella sujetándose el abdomen
Una súbita idea invadió el cerebro de Iván y miró a Anne, con lo que transmitió la misma a la mujer, que de inmediato se llevó la mano a la boca.
-         Liz  --  dijo tratando de ser lo más delicado posible  --  ¿Existe la posibilidad de que estés embarazada?
La chica lo miró con los ojos muy abiertos, pero después de pensarlo unos segundos, asintió.
-         ¿Me permites comprobarlo?  --  y ella asintió de nuevo
Iván dirigió su Athame hacia la zona abdominal, y esperaba poder efectuar esa comprobación correctamente, porque si bien era cierto que su pasión siempre había sido el tratamiento y cura de heridas y enfermedades, su rápido ingreso y ascenso en la Orden Arzhaelí, no le permitieron desarrollar la que habría sido su profesión.
-         ¡CONFESSUS SUM INFANTIS!
Los tres vieron una luz plateada que ascendía, pero inmediatamente se opacó hasta el punto de parecer humo negro.  Iván repitió el conjuro, con el mismo resultado, así que luego de esto miró a Anne y luego a la chica.
-         Lo siento Liz  --  dijo con verdadera pena  --  En efecto lo estás, pero supongo que el ataque y la caída de la pared…
No le fue posible concluir, tanto Liz como Anne, lloraban de forma desconsolada. Iván consideró que lo más prudente en aquel caso era ir por el padre de la criatura, antes de proceder a atender a Liz.
Peter había recibido una seria herida en el brazo, pero ya Eowaz lo había atendido y estaba mucho mejor. No obstante, en ese momento discutía con su padre y con su hermano, que insistían en que descansara un poco.
-         Peter  --  ambos hombres se giraron al escuchar a Iván  --  Liz te necesita
Peter miró a su padre en forma casi acusadora.
-         Me dijiste que estaba bien, que no debía preocuparme, que…
-         Peter  --  lo interrumpió Iván  deteniéndolo al mismo tiempo, porque mientras hablaba había comenzado a caminar  --  Es necesario que me escuches primero.
-         ¿Qué sucede?
-         Lamento mucho tener que decirte esto, y no hay una forma suave de hacerlo, Liz estaba embarazada, pero el ataque y los golpes recibidos al caerle la pared, causaron la muerte del bebe.
Peter tenía los ojos al doble de su tamaño habitual. Lo que acababa de escuchar lo hizo sentir que el piso se abría bajo sus pies, y que una mano muy fría apretaba su corazón. Fue necesario que Jonathan y su padre lo sujetaran porque parecía a punto de caer.
-         Lo siento mucho  --  continuó Iván  --  pero consideré que debías saberlo antes de que practiquemos la extracción. Pero no podemos demorar mucho más, porque ya Liz tiene fiebre y corremos el riesgo si no actuamos de prisa, de que se presente un shock endotóxico.
Mientras los McKenzie se dirigían hacia donde se encontraba Liz, Iván fue en busca de Eve, ya que necesitaría ayuda. Después de informarles lo que sucedía, Eowaz que estaba con ella, lo miró en forma interrogativa.
-         No me cabe duda de que estás perfectamente capacitado para hacer esto  --  le dijo  --  pero ¿estás en condiciones de hacerlo?
-         La verdad preferiría no hacerlo  --  reconoció él después de unos segundos
-         Bien, hazte cargo de los que aún requieren atención, que yo iré con los McKenzie  --  le dijo
-         Gracias.
Como dijo Eowaz, estaba perfectamente capacitado para practicar aquel procedimiento, pero su natural aversión a la pérdida de vidas humanas, especialmente si se trataba de niños, hacían de esto en particular algo inmanejable para él. Podía con las muertes inevitables en adultos, pero con esto, decididamente no.
 Iván se dedicó a trabajar en forma frenética, con la muy escasa ayuda de Laria, la chica estaba al borde del agotamiento, mientras que él hacía de la actividad el medio para acallar las voces que gritaban en su interior. Cerca de mediodía, Vlad se acercó a él.
-         Iván, debes descansar un poco  --  le dijo, ganándose una mirada agradecida de Laria
-         No estoy cansado  --  fue la seca respuesta
-         Laria  --  dijo Vlad  volviéndose a la Kriger  --  tómate un descanso y ve a comer algo.
-         Gracias, señor  --  dijo ella, y se marchó en seguida
Vlad lo ayudó a terminar con el par de chicos que atendía en ese momento.
-         ¿Dónde está Giulian?  --  preguntó repentinamente Iván
Por un momento lo asaltó el temor, no había visto al gemelo desde hacía mucho, y conociendo su manía de negar estar herido, tuvo un momento de pánico.
-         Leomer, Giulian y un pequeño destacamento de Krigers, han estado haciendo viajes a Clever House para recuperar los cuerpos de los caídos  --  le informó Iván
-         ¿La encontraron?
-         No
Vlad sabía perfectamente que se estaba refiriendo a Angela, ambos la habían visto caer cuando se deprendieron los escalones, pero Vlad sentía, más que sabía, que ella no había muerto.   
Uno de los Kriger se acercó apresuradamente a ellos.
-         Señor  --  dijo mirando a Iván  --  Jason necesita atención
-         ¡Diablos!  --  exclamó Iván  --  me había olvidado por completo de él
A continuación, se dirigió hacia donde estaba el Kriger. La herida de su pierna era grande, y aunque ya no sangraba, tenía un aspecto desagradable. Por supuesto Iván se había asegurado temprano, que no hubiese veneno en ella, pero luego con toda la actividad de atender a los más graves, se había olvidado de Jason, y era evidente que ya el traumatismo le estaba produciendo mucho sufrimiento. Iván se maldijo una y mil veces, al darse cuenta que no solo era una herida que afectaba la piel y los tejidos internos, sino que además el hueso había sufrido serios daños. Aquel pobre infeliz había estado soportando dolores atroces y no había dicho nada.
Lo primero que hizo fue dormirlo, y luego se dedicó a reparar los daños. Una vez que concluyó, le dijo al Kriger que había ido en su busca, que se quedará con él, y le administrara unas gotas de un calmante que dejó sobre la veladora.
Hacia las tres de la tarde, se reunieron los gemelos con Eve.
-         Hay que hacerlo descansar  --  opinó Vlad
-         No quiere  --  dijo Eve  --  en el momento que pare, será derribado por el peso de su dolor.
-         Solo hay una forma de resolver esto  --  dijo Giulian  --  Pensaba esperar a mañana para ir por los chicos, pero creo que debemos hacerlo ahora.
-         No sé si sea lo más prudente Giulian  --  volvió a hablar Eve  --  Esto aún es un desastre, y debemos organizar la cremación de los cadáveres. No creo que los chicos…
-         Los chicos estarán perfectamente Vampi  --  la interrumpió él  --  subestimas sus capacidades. Ellos están al tanto de que no estábamos en una agradable “fiesta”, y conocen bien las posibles consecuencias.
-         Pero no sé si Gail esté en condiciones de enfrentar todo esto, no después de…
-         Te equivocas de nuevo, y me sorprende que habiéndolo visto crecer, confíes tan poco en él  --  volvió a interrumpirla  --  No te niego que tiene que haber sido un duro golpe, y que tal vez esté furioso y nos ganemos una buena colección de insultos y justificados reclamos. Pero estás olvidando dos cosas importantes.
-         ¿Cuáles?
-          La primera, la sangre que corre por sus venas. Él ama a su padre, y toda la rabia que puede estar sintiendo en este momento, es precisamente por ello, y finalmente será el amor el que gane la batalla. Y segundo, no está solo. Todos y cada uno de ellos, hará hasta lo imposible por hacerlo ver las cosas en su justa perspectiva. Danny y Di,  no serán precisamente amables, Mael en cambio, será amable pero firme. Mi princesa, apelará a la justicia y al amor. Y finalmente, Gail se refugiará en la ternura de Aderyn.
Eve había escuchado todo aquello con creciente asombro, aquel no era el Giulian que ella recordaba, tan analítico y para su sorpresa,  tan preciso en el juicio acerca de cada uno de los chicos. Sin embargo, seguía sintiendo temor.
-         Eve  --  dijo Vlad tomándole las manos  --  Giulian tiene razón en todo cuanto ha dicho, y lo sabes porque conoces a los chicos tan bien como nosotros. No dejaran que Gail se derrumbe. Así que es nuestro deber, hacer lo mismo con Iván. No podemos dejar que se hunda en ese abismo de auto castigo al que se está sometiendo. Y mientras más pronto enfrente a Gail, más rápido todo volverá a su cauce. Esta herida es algo que deben sanar juntos, y no por separado.
-         No es que piense diferente Vlad, solo espero que tengamos razón, porque me duele mucho verlo de ese modo.
Después de esto, se dirigieron a buscar a Eowaz para participarle sus intenciones, y él estuvo de acuerdo. Ahora les tocaba enfrentar lo más difícil.
-         Opino que lo mejor es no decirle nada  --  dijo Giulian
-         ¿Qué?
-         Simplemente lo tomamos por un brazo y lo sacamos de aquí.
-         ¡Giulian!  --  exclamó Eve  --  Eso es…
-         Es lo más sensato  --  opinó Vlad  --  si le damos tiempo para pensar, correrá a esconderse.
-         ¡Iván no es ningún cobarde!  --  dijo ella comenzando a molestarse
-         Eso ya lo sabemos Vampi  --  comenzó Giulian  --  Pero es un padre a quien le aterra la idea de enfrentar a su hijo, porque en este momento piensa que lo odia  --  finalizó Vlad
De modo que sin darle oportunidad de seguir protestando. Vlad miró a su gemelo.
-         Ve tú por él  --  le dijo  --   nosotros te esperaremos en la entrada.
Mientras Giulian iba por Iván, Vlad prácticamente arrastró a Eve hacia la entrada del castillo, con la mala fortuna de haber sido visto por Delos.
-         ¡No seas salvaje Cornwall!  --  le gritó el Arzhaelí caminando decidido hacia ellos  --  ¡Suéltala!
-         No recuerdo haber pedido tu opinión, y ciertamente no me interesa  --  dijo Vlad y con la misma levantó la mano dejando salir un potente rayo que envió a Delos varios metros más allá, haciéndolo estrellarse dolorosamente contra una pared
Cuando llegaron a las puertas, Eve iba indignada, furiosa y dispuesta a sacarle los ojos.
-         ¡Suéltame Vladimir Cornwall!  --  exclamó ella  --  Realmente eres un desgraciado, no tienes ningún derecho a tratar a la gente de este modo, entérate que no eres el dueño del mundo. El pobre Delos solo…
Pero no pudo concluir, algo decididamente peligroso se había despertado dentro de Vlad, y debió ser claramente visible en sus ojos, porque hizo no solo que ella hiciera silencio, sino que intentase dar un paso hacia atrás. Solo que Eve había malinterpretado la señal. Era cierto que tal vez había sido excesivamente violento con Delos, pero aquel individuo lo enfermaba. Sin embargo, en el momento que lo empujó, solo lo hizo como quien aparta de su camino algo sumamente molesto, aunque se hubiese excedido en la fuerza utilizada. Pero lo que en realidad despertó primero su ira, y luego algo más, fue escuchar a Eve cuestionarlo. Estaba cansado y dolido de que ella siempre encontrase mal todo aquello que él hacía. Y al escucharla comenzar a defender al infeliz de Delos, a la ira se habían unido los celos, haciendo una combinación sumamente peligrosa.
Sujetó a Eve por la cintura, y sin una participación racional de sus sentidos, se apoderó de su boca en un beso que estaba lejos de ser la caricia seductora que él maneja muy bien. Aquello más bien parecía una declaración de guerra, porque en la violencia del mismo, estaban contenidos años de deseo, de celos, de dolor, de rechazo y de un amor no correspondido.
Para Eve aquello era un ataque en toda la línea, y el instinto de años de entrenamiento debió haber acudido en su defensa, lo que habría sido altamente perjudicial para Vlad, teniendo en cuenta la superioridad de fuerza que le otorgaba su don a ella. Pero para suerte del gemelo, lo que invadió a Eve fue un instinto mucho más primario y su cuerpo reaccionó en consecuencia. Así que en lugar de luchar por liberarse, se encontró a los pocos segundos de haber sido víctima de aquella inesperada invasión, rodeando el cuello del Arzhaelí con sus brazos.
Se podría suponer, que aquel gesto hizo que el beso cambiase pasando de brutal declaración de propiedad, a lenta exploración de algo largamente deseado. Los brazos de Vlad, aflojaron ligeramente la presión, y sus manos con la experiencia adquirida a través de los años, buscaron con habilidad la suavidad escondida bajo la tela, que en ese momento se volvía un estorbo exasperante. La súbita reacción en cadena, que produjo en ambos cuerpos aquel roce, llevó a cada terminal nervioso a alterarse de manera casi incontrolable. Cada centímetro de aquellas pieles pedía a gritos ser acariciado, para saciar la necesidad  urgente que se había despertado en forma salvaje.
Si en quel momento se hubiese abierto la tierra, se hubiese comenzado a caer a pedazos el cielo, o todo hubiese desaparecido a su alrededor, ellos no se habrían dado por enterados, porque en aquellos instantes, estaban por encima de cualquier cosa conocida.

Giulian había dejado que Vlad se hiciera cargo de Eve y de sus posibles objeciones al asunto, y había marchado directo en busca de Iván. Lo encontró conversando con Peter, y pensó que aquella no debía ser una conversación muy edificante, teniendo en cuenta lo que ya le habían informado acerca de la pérdida del bebé de los McKenzie. Y sin ninguna duda, era de la clase que menos necesitaba Iván en aquellos momentos. Así que con total ausencia de ceremonias, los interrumpió.
-         Iván, necesitamos hablar  --  y lo tomó por un brazo
Iván apenas tuvo tiempo de disculparse con un asombrado Peter, que aunque ya conocía bastante bien a Giulian, y sabía que adolecía por completo de ciertas delicadezas, y a pesar de la amistad que se había forjado entre ellos,  no dejó de sorprenderse. 
Se habían alejado unos cuantos pasos, cuando Iván reaccionó intentando recuperar su brazo.
-         ¿Qué demonios te sucede?  --  le preguntó, sin  obtener respuesta  --  ¿Cuál es la urgencia?
Pero Giulian no se mostró más dispuesto a decir nada, que en el momento de apartarlo de Peter. Salieron del área que había sido destinada como hospital provisional, y caminaron a toda prisa hacia la entrada del Castillo. Cuando llegaban al vestíbulo se encontraron con un furioso Delos, y una no menos molesta Dorila.
-         ¿Qué sucede?  --  preguntó Iván, pero Giulian no lo dejó detenerse
-         El salvaje de Cornwall atacó a Delos  --  dijo Dorila
-         Pero qué…
Sin embargo, escuchar aquello no hizo que Giulian diera muestras de tener intenciones de detenerse, y por el contrario, una sonrisa maligna se dibujó en sus labios pensando que fuera cual fuese la razón, eso era punto para Vlad.
-         Ni te molestes  --  dijo Delos al ver la actitud de Giulian  --   se comportan del mismo modo, ambos parecen querer arrancarles los brazos a los Natchzhrer.
Aquello, que fue lo último que escuchó Iván, lo confundió aún más. Mientras que Giulian pensó que su querida Vampi, debió haberle dado problemas a Vlad si se había visto obligado a arrastrarla por un brazo.
 Cuando ya casi habían alcanzado las puertas del castillo, Iván se hartó.
-         ¡Giulian!  --  le gritó y tiró de su brazo con más fuerza  --  ¡Suéltame ahora mismo o…
Pero la visión que golpeó sus ojos le quitó la capacidad de hablar, y al parecer había suprimido en Giulian tanto la fuerza, como la habilidad para caminar. Evidentemente ninguno de los dos estaba preparado para la imagen que tenían frente a sus ojos.
Si bien es cierto que Iván, siendo el mejor amigo de Vlad, siempre supo de los sentimientos que este profesaba a su hermana, no era menos cierto que siempre se había negado a reconocerlo. Y por otro lado, tenía la certeza de que si Eve no había mostrado ningún interés en Vlad, como no fuese para quitarle la cabeza un día sí y otro también, y no se había dado por enterada de lo que su amigo sentía, era porque seguía enamorada de Giulian. Y por un momento, se hizo la loca pregunta de si ella sabía en los brazos de “quién” estaba.
Por su parte Giulian, una vez superado el primer momento de sorpresa, le entraron unas ganas inmensas de ponerse a aplaudir.  Había discutido hasta el cansancio y la exasperación con su hermano, por culpa de lo que él consideraba la mayor de las necedades. Si alguien había sabido desde siempre, que Vlad amó a aquel portento de antipatía, desde el primer momento en que la vio, era Giulian.  Eran apenas unos críos entonces, y fueron muchas y muy pesadas las bromas que le hizo a su gemelo a lo largo de su infancia, en relación con la atracción que sentía por la pequeña vampiresa. Desde burlarse cruelmente advirtiéndole que terminaría convirtiéndolo en vampiro, hasta hacerle notar que un trozo de hielo era más cálido que aquella criatura. Pero con el tiempo, y al solidificarse su amistad, y viendo el éxito que tenía Vlad entre la población femenina, el cual no se molestaba en ocultar y que ciertamente disfrutaba, llegó el momento en que le advirtió que si le hacía algún daño a Eve, él mismo le rompería el alma. Lo que Giulian nunca supo, y Vlad no se explicaba cómo, era que Vlad tenía el corazón hecho pedazos, porque Eve con quien soñaba era con su gemelo. Para Giulian, ella siempre estuvo enamorada de Vlad, y solo lo rechazaba para mortificarlo o para castigarlo por su larga lista de conquistas, y estaba seguro de que algún día finalmente lo aceptaría, y a menos que Vlad hubiese utilizado algún tipo de conjuro hipnótico, lo que estaba viendo confirmaba su idea.

Tanto Giulian, como Iván se habían perdido momentáneamente en sus pensamientos, pero luego se miraron y repentinamente rompieron a reír. El primer sentimiento feliz que habían experimentado en las últimas veinticuatro horas.