CAP. 62 EL TIEMPO AVANZA…
Giulian había mejorado
rápidamente y para el día del cumpleaños de los gemelos, ya se encontraba en
perfecto estado, por lo que pudo disfrutar de la celebración que Eve y Anne,
habían organizado para los chicos. Ese
día cuando Giulian salía de su habitación, casi chocó con Iván.
-
¡Hombre! -- exclamó Iván
-- Debe ser muy importante para
que estés levantado a una hora que consideras “madrugada” -- le dijo sonriendo
Y era cierto, Giulian era el
Gail de su generación. Iván, Vlad y Dan, siempre habían tenido dificultades
para hacerlo levantar a la hora apropiada y no llegar tarde a las clases. Y
aunque ahora se levantaba un poco más temprano, seguía siendo el último de
ellos en despertar.
-
Desde luego es importante
-- le contestó levantando un
paquete que llevaba en la mano -- quiero ser el primero en felicitarla y darle
su regalo.
Iván rio y lo miró con maldad.
-
¡NO! -- exclamó Giulian --
Eres un…
-
¡Hey, hey! -- lo detuvo él
-- detente, aún no la he
felicitado, así que guarda la colección de insultos para una mejor ocasión.
Pero si no te das prisa, Vlad se te adelantará
-- finalizó señalando hacia el
otro lado del pasillo
Giulian se volvió y
efectivamente su hermano se dirigía hacia la habitación de Sam, de modo que
corrió a detenerlo. Vlad lo consideró
durante unos segundos y decidió portarse amable con su gemelo dirigiéndose
hacia Iván y dejando que Giulian entrase primero.
Giulian entró y se acercó de
forma sigilosa a la cama. Contempló el rostro dormido y los largos cabellos
esparcidos sobre almohada, y no supo por qué, a su mente acudió la imagen de La
Venus de Urbino, el cuadro de Tiziano,
pero casi inmediatamente se reprendió por aquello, porque semejante cosa no
tenía ningún sentido. De modo que expulsó esa tonta idea de su cabeza, se inclinó sobre la figura dormida y le dio
un beso en la frente. Ella abrió los ojos, lo miró y balbuceó algo con voz
adormilada.
-
Feliz cumpleaños, princesa
-- le dijo y fue cuando la chica
espabiló
Se sentó en la cama y un
estremecimiento recorrió su cuerpo en cuanto las frazadas se deslizaron y el
frío la golpeó. Giulian miró la chimenea comprobando que apenas quedaban unas
pocas brasas.
-
¡BRAENDE!
-- enseguida un alegre fuego
bailó en el hogar -- ¿Mejor?
-
Sí, gracias
-
Espero que te guste -- le dijo extendiéndole una caja de terciopelo
Sam la abrió y se encontró con
una hermosa pulsera de amatista.
-
Gracias Giulian, es muy hermosa
-- le dijo sonriente
-
Me alegro, en cuanto la vi me gustó, porque me recordó tus ojos
-
¿Y cuándo hiciste eso? -- pregunto súbitamente preocupada -- Se
supone que no puedes andar por ahí
-
Descuida, yo siempre encuentro la manera --
dijo guiñándole un ojo
Aunque ella hubiese tenido
intenciones de reñirlo, habría tenido que postergarlo, porque en aquel momento
comenzaron a entrar los demás.
A pesar de que se veían
obligados a esconderse, aquel fue uno de los mejores cumpleaños de los gemelos.
Un día antes de navidad, tuvo
lugar un hecho curioso y que dejó a todos confusos e incómodos. Gail había
descubierto que los Nisser de Clever
House le obedecían, del mismo modo que los de la casa de su padre, lo que
era un hecho lógico teniendo en cuenta que él también era un Cornwall. Y esa mañana mientras él y Danny, discutían
con los gemelos acerca del Vliegend y se empeñaban en salir a volar un rato, el
chico llamó a Willow, pero en el momento en el que el Nisser hizo acto de
presencia, venían entrando al Salón Iván en compañía de las niñas. En cuanto el
Nisser vio a Sam, se hizo para atrás y pidió permiso para retirarse.
-
Si el joven señor me lo permite…
-- comenzó
-
No, aún no te he dicho para qué te llamé --
dijo Gail
Inmediatamente, Gail captó lo
que sucedía. En los días anteriores, había tenido oportunidad de notar el
extraño comportamiento del Nisser en presencia de Sam. De modo que se propuso
averiguar qué demonios era lo que le sucedía. Llamó a Sam, y ésta se acercó,
con lo que la consternación de Willow aumentó muchísimo. Sam también había
notado el peculiar comportamiento del Nisser, que era el mismo desde el primer
día. Sin embargo, movida por su natural compasión hacia todas las criaturas, lo
miró e intentó acercarse.
-
Willow -- le dijo y él se encogió --
¿Qué te he hecho para ganarme tu antipatía?
Los presentes no estuvieron de
acuerdo con Sam, porque ellos no veían antipatía, sino algo más cercano al
miedo. No obstante, y para asombro de todos, Willow cambió de expresión.
-
La señorita es mala, es cruel y mentirosa --
dijo con repentina rabia -- Y Willow no olvida
Aquello desató la ira de los
gemelos. No tenían idea de dónde sacaba aquello el Nisser, pero ciertamente no
iban a permitir que dijera algo así de Sam, sin por lo menos dar muchas
explicaciones.
-
¡Willow! -- exclamaron ambos --
Discúlpate de inmediato con la señorita
-- le ordenó Vlad
Pero Willow se negó a ello. Lo
que ocasionó que ambos, enfurecieran aún más.
-
Sabes que podemos echarte por esto ¿verdad? --
dijo Giulian en ese tono pausado, que indicaba a los que lo conocían,
mucho más peligro que sus habituales gritos y amenazas
-
¡Señor! -- exclamó el Nisser --
Willow lleva con la familia…
-
¡Me importa un demonio! -- lo interrumpió Giulian -- O
te…
-
Giulian -- lo detuvo Sam y él la miró --
Imagino que debe tener una buena razón para decir eso, y me gustaría
escucharla.
-
¿Y bien? -- preguntó Vlad mirando a Willow y esperando
una explicación
Pero el Nisser parecía en
extremo terco y obstinado, porque lejos de darles una respuesta, se limitó a
desaparecer sin el consentimiento de ninguno de los que podía dárselo.
-
¡Maldito Nisser! -- exclamó Giulian
-
Será castigado por esto Samantha
-- le dijo Vlad --
Lamento mucho que te haya tratado de ese modo.
-
Me aseguraré de que…
-
No harán nada, ninguno de los dos
-- les dijo ella --
Sigo queriendo saber por qué lo dice, y si lo castigan o lo echan, no
podré hacerlo.
-
Pero Sam…
-
Por favor -- dijo ella mirando
a Giulian
Todos los presentes sabían que
cualquier batalla entre Giulian y Sam, el primero la tenía perdida de antemano,
y efectivamente al cabo de unos conflictivos segundos consigo mismo, terminó
por claudicar.
-
Gracias -- le dijo ella y abandonó el salón
Iván se acercó a Vlad pero
mirando a Giulian.
-
Vlad, podrías recordarme quién fue el que se mostró muy indignado porque
no habíamos sido capaces de enviar a Sam a la cama, y…
-
¡Cállate Natchzhrer!
Dicho esto él también abandonó
el salón, y el eco de las risas de todos, lo siguió hasta que se perdió
escaleras arriba.
Sam había abandonado el Salón
rumbo a la cocina. En su opinión había llegado el momento de aclarar aquello
con Willow, y empelaría todo su empeño en ello. Sin embargo, a mitad de camino,
Aderyn y Diandra le dieron alcance.
-
¿Qué piensas hacer? -- preguntó Aderyn
-
No creo que torturarlo te de mucho resultado, ya te odia sin necesidad
de eso -- bromeó Diandra
La presencia y las palabras de
sus amigas, indicaba que la conocían bien y sabían que iría a resolver aquel
asunto. Cuando llegaron a la cocina, preguntaron amablemente a los demás
Nisser, dónde estaba Willow, y le informaron que estaba en su habitación. Eso
le pareció magnífico a Sam, a quien no le entusiasmaba la idea de interrogarlo
delante de sus amigos. Les indicaron cual era la habitación, y se dirigieron a
ella.
La puerta estaba entreabierta,
de modo que entraron sin llamar. La criatura estaba de espaldas, pero fue obvio
que notó la intromisión.
-
Sabía que la señorita vendría a torturarme, pero no debe matarme
porque he guardado su secreto -- dijo sin volverse
Sam abrió mucho los ojos y miró
a sus amigas que tenían una expresión muy similar a la suya.
-
Willow, no he venido a torturarte, y ciertamente no tengo intenciones
de matarte -- le dijo lo más calmadamente posible --
¿Podrías volverte, por favor?
Aunque dudaban que el Nisser
obedeciera, tratándose de alguien ajeno a la familia, se llevaron una gran
sorpresa cuando éste lo hizo. A pesar de que Sam estaba bastante sorprendida,
decidió ir un poco más allá.
-
Acércate -- aún y cuando su voz seguía siendo amable, había
algo en su tono que no admitía desobediencia
Willow se acercó con la cabeza
gacha, tanto como su miedo se lo permitió.
-
Ahora quiero que me digas la razón por la que piensas todo eso de
mí --
dijo Sam
-
La señorita lo sabe bien
-- contestó
Sam llegó a la rápida conclusión
de que por aquel camino, no llegaría a ninguna parte.
-
Supongamos que lo sé -- dijo intentándolo de otro modo --
pero aún así, quiero que me lo digas.
Fue evidente para ellas, que él
parecía sostener un conflicto consigo mismo. Y por mucho que Sam lo intentó, no
tuvo acceso a sus pensamientos, lo que la hizo suponer que su habilidad no
surtía efecto en aquellos seres.
-
Willow no ha olvidado que a la señorita siempre le ha gustado
maltratarme, y que cuando tenía nueve años, me ordenó no decir nada si no
quería morir.
-
Willow, estás terriblemente equivocado
-- dijo Aderyn -- es
la primera vez que venimos a Clever House
Pero mientras Aderyn con su
mente lógica, había formulado de inmediato la réplica que correspondía, la
mente de Sam trabajaba a toda marcha, y las próximas palabras de Willow le
confirmaron que estaba en el camino correcto.
-
Si la señorita intenta confundirme, pierde su tiempo, porque yo estaba
aquí cuando ella nació, y lo hizo en esta casa
-- aseguró
Tanto Aderyn como Diandra iban a
protestar, pero Sam la detuvo con un gesto.
-
Willow, me estás confundiendo con otra persona -- le
dijo y a continuación le hizo una pregunta del todo extraña a los ojos de los
presentes -- ¿Puedes decirme cuál es mi nombre? -- pero
el Nisser debía estar confundido porque no dijo nada --
¿Willow? -- insistió ella
-
Angela -- dijo finalmente
Aderyn y Diandra abrieron
desmesuradamente los ojos, mientras que Sam tenía una expresión de preocupación
más que de sorpresa. Desde que Willow había hecho referencia a conocerla del
pasado, había sospechado que la confundía con Angela, ya que recordaba
perfectamente el retrato de ella que había visto. Pero lo que la preocupaba,
eran las afirmaciones de Willow.
-
Willow, mírame -- le ordenó, ya que él seguía mirando al piso
Con cierta reticencia él levantó
la mirada.
-
¿Lo ves? -- le preguntó
-- No soy ella
-
Claro que es usted -- dijo él bajando la cabeza de nuevo, como si
no soportara su visión
-
Willow mírame bien -- dijo de nuevo
-- No soy Angela ¡Vamos Willow! Los conoces bien a todos -- él
la miró de nuevo, pero no hubo variación en su expresión -- ¿De
qué color tienen los ojos los Cornwall, Willow?
-
Azu… -- repentinamente se interrumpió
-
¡Exacto! -- exclamó ella triunfante --
Azules, y los míos no lo son. Además, Angela Cornwall a estas alturas,
sería un poco mayor ¿no?
Después de un largo rato de
observación, el Nisser pareció convencerse y se deshizo en disculpas. Sam se
despidió y abandonaron la habitación, pero apenas habían dado unos cuantos
pasos las chicas la detuvieron.
-
¿Qué fue todo eso? -- preguntó Diandra
-
Vengan, se los mostraré -- contestó Sam
Subieron a toda prisa y Sam las
condujo a la habitación de Angela. Una vez que se detuvieron frente a la
pintura, Aderyn exhaló una exclamación de asombro, en tanto que Diandra, pasó
su mirada del cuadro a Sam en repetidas oportunidades.
-
De acuerdo, hay cierto parecido, pero en primer lugar ese Nisser debe
tener algún problema con los colores, y en segundo con el tiempo.
-
Vamos Di, no seas tan dura
-- dijo Sam sonriendo -- el
pobre es viejo, solo estaba confundido.
-
Puede ser viejo, pero eso no evita que les haga trastadas a todo el
que puede, y te aseguro que para eso, tiene una visión inmejorable --
insistió Diandra
-
En cualquier caso, lo preocupante aquí no es su confusión, sino lo que
dice de ella -- dijo señalando el retrato -- Me
resisto a creer que la madre de Gail, haya sido cruel o cualquier otra de las
cosas que Willow dice.
Pero no teniendo cómo averiguar nada más,
decidieron olvidar el asunto. Lo que sí sorprendió a todos fue que a partir de
aquel momento, Willow se convirtió en un fiel servidor de Sam y no dejaba que
ningún otro la atendiese, parecía querer saldar de algún modo los malos ratos.
Sin embargo, ni Sam, ni las chicas comentaron nada, excepto que Sam había
conversado con el Nisser, y que todo era un mal entendido que atribuyeron a la
vejez del mismo. Aunque ni Vlad, ni Danny, se mostraron muy convencidos. El
primero sustentaba la misma opinión de Diandra, y casi estaba convencido que
aquello había sido otra de las malas bromas del Nisser. Mientras que Danny,
estaba convencido de que su hermana no les estaba diciendo toda la verdad. De
modo que la acorraló hasta que obtuvo toda la información, pero aceptó no decir
nada, tanto porque no tenían cómo averiguar nada más, como por el hecho de que
hablaban de la madre de Gail.
Lo que si llamó la atención de
los chicos, fue que si bien Willow era servicial con todos, aunque no dejase de
gastarles bromas pesadas, no obedecía a nadie que no perteneciera a la familia
Cornwall, pero a Sam no solo la obedecía, sino que no la hacía víctima de
ninguna de sus bromas. Obviamente esto causó una curiosidad que los chicos no
podían pasar por alto, pero aparentemente nadie tenía una respuesta concreta,
solo Eowaz dio la más lógica, aunque no tenían constancia de ello. Les dijo que
era probable que al ser Samantha la ahijada de Giulian, esto hacía que el lazo
que unía al Nisser a los Cornwall, se extendiese a ella. Sin embargo, eso no
explicaba el por qué Willow, no le gastaba bromas a la chica. Los gemelos recordaron que Willow observaba
el mismo comportamiento con Angela, y atribuyeron esa actitud al parecido de
Sam con su hermana, aunque en ambos casos, no tenían idea del por qué no las
molestaba.
Los días comenzaron a pasar con
sorprendente rapidez, y al acercarse la fecha en que sabían que debían volver a
Develieng, y a pesar de las usuales protestas de Gail y Danny por el fin de las
vacaciones, en esta ocasión se sintieron tristes. Sin embargo, la tristeza de ellos, no se
comparaba con la de Sam, Aderyn y Mael que estaban verdaderamente abatidos.
Esto trajo como consecuencia que lo gemelos decidieran hacer algo para mejorar
el ánimo de los chicos.
-
Hemos decidido hacer algo para alegrar a los niños -- le
dijo Giulian a Iván y a Eve
-
¡Oh, no! -- exclamó Iván
-
¿Qué? -- preguntó Vlad molesto -- Aún
no hemos dicho de qué se trata
-
Eso carece de importancia
-- dijo Eve --
cualquier cosa que salga de esas cabezas, tiene la etiqueta de ALTAMENTE
PELIGROSO
-
Vamos Vampi, solo queremos divertirlos un poco --
dijo Giulian
-
El problema es que tu concepto de la diversión, raya en el
suicidio -- dijo ella
-
Creo que me voy a arrepentir de preguntar --
intervino Iván -- pero igual me lo van a decir, así que háganlo
de una vez.
-
Bien, hemos pensado en un paseo, que incluya una rápida visita a la
tienda de artículos deportivos, porque como bien sabes, Gail hizo trizas su
Glide, y…
-
¡GIULIAN CORNWALL! -- chilló Eve y él instintivamente
retrocedió -- ¿Cómo se te ocurre?
En realidad y en aquella
ocasión, la razón asistía a los Natchzhrer, aquello era una soberana locura.
-
Escuchen -- dijo Iván con más calma que su hermana -- Son
conscientes de que todo el cuerpo de Vänator nos persigue ¿correcto?
-
Es cierto -- dijo Vlad
-- pero no vamos a enviarles una
nota, avisándoles dónde pueden hallarnos
-
Y ahí va el otro inconsciente
-- dijo Eve mirándolo en forma
peligrosa
-
Los pobres chicos necesitan respirar
-- protestó Giulian -- y
si se presenta cualquier pequeño
inconveniente, estaremos listos para sacarlos de allí
-
¿Pequeño inconveniente? -- preguntó Eve de manera irónica --
Quieren nuestras cabezas ¡Idiota!
-
De acuerdo -- dijo Vlad y comenzó a caminar hacia la
puerta -- No insistiremos.
Pero en cuanto Giulian marchó
tras él, Iván tuvo un desagradable presentimiento. Los gemelos no eran de los
que se daban por vencidos con aquella facilidad, porque eran la mata de la
terquedad. De modo que Iván, que los conocía lo suficiente, no tuvo dudas de
que detrás de aquella aparente sumisión, había algo más.
-
¡Alto ahí, par de mentirosos!
-- los detuvo -- Es
un hecho que ustedes están locos, pero no lo suficiente como para arriesgarse a
hacer esto solos.
-
Así es, y ya que ustedes se niegan…
-- comenzó Giulian con cara de
cachorro apaleado -- … pues no nos queda más que darnos por
vencidos -- continuo Vlad con su mejor cara de inocencia
-
Claro, y yo sería el mayor imbécil si les creyera --
dijo Iván -- ¿Quién más está en esto?
-
¡Nadie! -- dijeron ambos
-
Lo harán con o sin nosotros, pero no lo harían si no… -- se
detuvo un momento y luego dijo --
Jonathan y ¿quién más?
-
¡Voy a matar a Urs! -- exclamó Eve furiosa
Finalmente no pudieron evitarlo,
y terminaron cediendo para enorme satisfacción de los gemelos. Pero al día
siguiente, y antes de salir, Eve los miró furiosa.
-
Con toda razón, Eowaz querrá hacernos pagar por esto --
dijo -- y personalmente les quitaré la cabeza y se
las enviaré yo misma a Bastian, si tenemos problemas allá afuera.
Sin embargo el paseo se
desarrolló con bastante tranquilidad, y aunque los Arzhaelíes iban con todos
sus sentidos alertas, lo chicos se divirtieron muchísimo. El problema se
presentó al momento de ir a comprar la Glide de Gail.
-
Espero que esta la última
-- dijo Iván -- Has
destrozado más Glide que todo el equipo de Vliegend junto.
-
Deberías alegrarte papá
-
¿Y por qué? Si puedo preguntar
-
Porque son las Glide las destrozadas y no mi cabeza.
Sin duda aquel pequeño demonio,
pensó Iván, tenía más de Cornwall que de Natchzhrer. Pero cuando estaban en el
establecimiento, se presentó la persona que menos querían, Frieg Lery en
compañía de su madre. Una hermosa mujer rubia, de porte altivo y mirada fría.
Los chicos intercambiaron los insultos de costumbre, pero con un añadido.
-
Eres un imbécil Douglas -- dijo Frieg
-- no es posible que prefieras
estar con estos -- dijo con desprecio señalando a sus
acompañantes -- en lugar de estar con tu abuelo como corresponde,
y que en definitiva, es mejor persona.
-
Obviamente, tu opinión y la mía, acerca de lo que es ser una buena
persona, difiere en mucho. Y sí, sin duda prefiero estar con ellos, que no
andan por allí queriendo adueñarse del mundo, y ciertamente no son locos asesinos
como Bastian O’Neill -- le contestó Danny en forma venenosa
-
Ya se encargaran las autoridades de encontrar la forma de que estén
donde y con quien corresponde -- le dijo y se volvió a Sam aferrando su brazo -- Y
tú princesa, aprenderás a ser complaciente…
Pero no alcanzó a terminar,
porque varias cosas sucedieron al mismo tiempo. Danny y Giulian sufrieron el
conocido acceso de ira. Y aunque todos los Athame apuntaron con sorprendente
rapidez a Lery, se dieron cuenta que Sam había sacado el suyo y se lo tenía a
Frieg en la garganta.
-
Nunca -- dijo
Sam con voz fría y contenida -- nunca
más utilices ese adjetivo para dirigirte a mí rata asquerosa, el único con
derecho a llamarme de ese modo, te haría pedazos si lo provocas. En cuanto a
que sea “complaciente” -- continuó acentuando la última palabra --
¿contigo? -- preguntó con sumo desprecio -- entérate
que primero se congelaría al infierno antes de yo me dignara siquiera
mirarte -- concluyó.
Todos los Arzhaelíes miraban a la chica con desmesurado orgullo,
pensando que era una digna hija de sus padres. Pero en el caso de Giulian,
sentía que el corazón iba a salírsele del pecho al escucharla defender el
derecho que solo le concedía a él, de llamarla princesa.
-
Suéltala Frieg -- le
ordenó su madre -- es una traidora a nuestra raza, es una niña
estúpida y arrogante, que no merece tu interés.
-
Yo en tu lugar, elegiría con
mucho cuidado las palabras para referirte a mi ahijada, Estefanía --
advirtió Giulian con voz helada
Los chicos miraron a Giulian, y Frieg rápidamente soltó a Sam.
-
No recibo ordenes de otro
traidor como tú -- dijo Estefanía mirándolo con odio
-
Claro, tú solo recibes órdenes
de individuos como Bastian ¿verdad?
Luego de esto, los Lery abandonaron el establecimiento. Iván se
apresuró con la compra de la Glide, y partieron de inmediato. Los gemelos no
pusieron objeciones para regresar a Clever
House. Sabían que prolongar su estancia, era una invitación abierta a que
vinieran por ellos, ya que Estefanía no perdería tiempo en avisar de su
presencia.
Al día siguiente del inicio de
clases, salió un artículo en primera plana, con una virulenta denuncia de
Bastian, en relación a la ineficiencia de los miembros del Consejo de Estado, e
instando a la comunidad a ejercer su derecho a solicitar un cambio de
autoridades, ya que las actuales no cumplían con las expectativas.
Dorila lanzó el diario sobre la
mesa con indignación. Y luego de que Eve leyó en voz alta el artículo, todos
tenían una expresión de preocupación.
-
Bien, ya sabíamos que era ese su objetivo --
dijo Leomer -- Giulian lo ha estado advirtiendo desde el inicio.
-
Es increíble que la gente no se dé cuenta --
dijo Jonathan
-
No puedes culparlos en realidad hijo
-- intervino Peter --
ellos no saben lo que sabemos nosotros.
-
Y se están dejando guiar hacia el desastre --
opinó Eowaz -- Si acceden a esto, no podrán quejarse luego,
porque habrá sido la misma comunidad quien le habrá dado el poder.
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