Ninguno lo es...

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viernes, 2 de mayo de 2014

LA MAGIA DE A-RZHVAEL El inicio - Cap. 40 -

CAP. 40  EXPLICACIONES…

Al recibir la orden de Iván, Eve sujetó a Gail, Giulian a Sam, Vlad a Danny, Jonathan a Diandra, Peter a Aderyn e Iván a Mael, y acto seguido apuntaron a distintas partes del techo y las paredes.
-         ¡EGWYL!
-         ¡BREKEN!
-         ¡DESTRUCTUM!
-         ¡DINISTRO!
-         ¡DIRUPI!
-         ¡VERNIETIGEN!
Toda la estructura comenzó a desmoronarse al recibir los impactos. Mientras que los gemelos en cuanto se sintieron sujetados, cerraron los ojos con fuerza y se concentraron en salir de allí tal y como les había indicado Iván.
Cuando volvieron a sentir que el mundo se detenía, abrieron los ojos, solo para sentirse arrastrados, en el caso de los chicos, porque las chicas siguieron en brazos de quienes las tenían sujetas, mientras entraban a toda prisa en la Sede de los Arzhaelíes.
No se detuvieron hasta llegar a la Sala del Consejo, y una vez dentro comprobaron que se encontraba vacía. Iván envió un mensaje a Eowaz, mientras las niñas eran depositadas nuevamente en el piso.
Apenas Sam se sostuvo nuevamente sobre sus pies, corrió hacia Vlad, y Eve lo hizo hacia Giulian.
-         Tranquila linda  --  le dijo Vlad a Sam 
-         Tuve tanto miedo de perderte  --  sollozó ella
Entre tanto Eve había abrazado a Giulian.
-         No lo puedo creer  --  estaba diciendo  --  después de tanto tiempo
-         Vamos Vampi  --  dijo él  -- solo fueron unas breves y “agradables” vacaciones
-         Tonto  --  le dijo entre lágrimas y sonrisas  --  Nadie me había llamado así en mucho tiempo.
-         Si alguien se hubiese atrevido, le cortaría la lengua  --  contestó él
Una vez que las chicas se calmaron, Vlad se acercó a su hermano y pudo abrazarlo.
-         Eres el mayor de los desgraciados  --  le dijo
-         Yo sé que me extrañaste  --  dio mirándolo  --  yo también te eché de menos Idem.
Le llegó el turno a Iván.
-         Realmente no lo creí posible  --  dijo sonriéndole  --  no después de casi once años.
-         Pues fuiste muy iluso si creíste que te ibas a librar tan fácilmente de mí  --  y luego agregó, mirando hacia los lados  --  ¿Dónde…  --  pero se interrumpió con una advertencia silenciosa de Iván
-         No preguntes nada ahora, luego te explicaremos cualquier cosa que debas saber
Delos se mantuvo apartado junto con los Kriger, pero a diferencia de éstos que miraban con sincera admiración a Giulian, Delos lo hacía con odio manifiesto.
Giulian se volvió hacia los niños y los miró con detenimiento.
-         ¿Gail?  --  preguntó mirando al rubio  --  No es posible que este sea mi pequeño…  --  se detuvo cuando la puerta de la Sala se abrió dando paso a Eowaz, Dorila y Leomer.
-         ¡Por los Tesoros del Gran Druida!  --  exclamó Leomer
-         No lo puedo creer  --  dijo Dorila
-         Bienvenido Giulian  --  dijo Eowaz tan pausado como siempre
-         Señor  --  saludó Giulian con una inclinación de cabeza
-         ¿Estás en condiciones de hablar ahora?  --  le preguntó el hombre
-         Sí, señor  --  le contestó
-         Bien, ocupen sus lugares  --  les dijo señalando los asientos del círculo
Mientras los Arzhaelíes ocupaban sus lugares, los niños se habían apartado discretamente hacia donde estaban los Kriger, y se dispusieron a escuchar a Giulian. Mientras él hablaba, Danny se preguntó cómo había podido ser tan estúpido para confundirlo con Vlad. Cierto que eran gemelos, y según recordaba de su incursión en el Rum Tid, eran idénticos, pero en este momento y después de más de diez años de encierro, Giulian se veía muy diferente a Vlad. Para empezar tenía el cabello muchísimo más largo y enmarañado, se veía más delgado, sus ropas estaban sucias y desgastadas, y tenía la sombra de una barba. Estaba oscuro Danny, y buscábamos a Vlad. Este pensamiento provino de Sam, por supuesto, él la miró pero como de costumbre ella miraba hacia otro lado. Prestó atención a lo que estaba diciendo Giulian.
-         Ese día logré escapar, pero después del “dulce” tratamiento, no me encontraba en condiciones de ir muy lejos, de modo que…
-         Un momento  --  lo interrumpió Delos  --  ¿Estás diciendo que lograste salir de Heimalandinu, por tus propios medios?
-         Y a menos que tengas problemas de audición  --  dijo él  --  no veo necesidad de repetirlo.
Tanto los chicos como los Kriger sonrieron con disimulo, y supusieron correctamente, que la relación de aquellos dos, no sería mucho mejor que la de Vlad y Delos, algo que ya Peter y Jonathan habían comprobado.
-         Como decía  --  continuó Giulian  --  dadas mis condiciones, me atraparon de nuevo.
-         ¿Lograste averiguar con qué intención te mantenía cautivo y no se deshizo de ti?  --  preguntó Eowaz
-         En principio pensé que solo intentaba obtener información, pero en vista de que en eso había tenido un éxito lamentable, supuse que me mataría en cualquier momento  --  dijo  --  pero después de un tiempo, comenzaron a extraerme sangre con frecuencia, y en varias ocasiones fui visitado por individuos que deduje por lo poco que decían, que eran Läkares  --  hizo una breve pausa y continuó  --  Poco a poco me convertí en un “sujeto de investigación”, me fracturaron varios huesos con la supuesta intención, primero, de ver el proceso de regeneración, y segundo para probar curas efectivas y veloces a partir de esas observaciones. Del mismo modo, me hicieron heridas superficiales, para luego infectarlas, con el mismo fin “altruista”, así como quemaduras en diversas áreas. En una oportunidad hablaron de sacarme un ojo para estudiar el fenómeno de mi Nictalopía  -- en este punto las niñas se llevaron las manos a la boca, ahogando un grito  --   e intentaron cambiar el color de mis ojos introduciendo una aguja con alguna endemoniada sustancia que me dejó ciego por varios días, y como es evidente sin el resultado que esperaban, al igual que no pudieron cambiar el color de mi cabello --  hizo una pequeña pausa  --  Finalmente creo que pensaba matarme desangrándome, porque desde hace un tiempo, tenía una especie de sonda en el brazo, por donde no dejaba de salir la sangre.
Eve y Dorila estaban muy pálidas, Iván y Vlad tenían una expresión de profunda ira, mientras que a Eowaz y a Leomer, se les notaba el disgusto pero lograban disimularlo mejor.  Delos tenía una expresión de incredulidad, lo que no se sabía era si por dudar de lo que Giulian decía, o por no poder creer que hubiese sobrevivido a todo ello.
En el caso de los niños, las chicas lloraban en silencio, mientras que los chicos tenían cara de horror al escuchar todo aquel salvajismo, y si ya tenían la determinación de acabar con Bastian O’Neill, ahora esa determinación se había convertido en un propósito por el que harían cualquier cosa.
Para los Kriger, si Giulian Cornwall ya era una leyenda antes, a partir de ese momento lo ascendieron a la categoría de semi dios, sin mayores trámites.
El breve silencio fue roto por Dorila.
-         Eowaz, los niños deben volver a Develieng.
-         Lo harán, pero no hoy  --  dijo Eowaz  --  Primero quiero una explicación de cómo es que se vieron involucrados en todo esto  --  y miró a Iván
-         Eso tendrán que explicarlo ellos mismos señor, porque no tuvimos tiempo de preguntárselos  --  le dijo
Eowaz miró hacia los chicos y les hizo señas de que se acercaran. Danny respiró profundo y tomando la mano de su hermana avanzó, seguido por los demás.
-         ¿Y bien jóvenes?  --  preguntó
-         Soy el responsable  --  dijo Danny
-         No es cierto  --  intervino Sam  --  Señor, cuando íbamos camino a Develieng, pude ver que Iván, Eve y Vlad estaban en problemas, y luego vi a Vlad en…  --  se detuvo un momento considerando por primera vez que no había sido a Vlad a quien había visto y se corrigió  --  creí ver a Vlad una celda  --  finalizó mirando a Giulian
-         ¿Y cómo llegaron hasta el lugar donde se encontraban?
-         Después que Sam nos lo dijo  --  aclaró Danny con rapidez, para evitar hablar del Djinn de su hermana  --  yo tuve la misma visión
-         También yo  --  lo apoyó Mael
-         Y decidí ir en su ayuda  --  continuó Danny  --  de modo que si van a castigar a alguien, debe ser a mí
-         Tú no nos obligaste  --  dijo Mael  --  nosotros quisimos ir, fue nuestra decisión.
-         El cachorro tiene razón  --  lo apoyó Gail  --  así que si hay un castigo, será para todos
-         Un momento jóvenes  --  dijo Eowaz  --  nadie ha hablado de castigo. Así que por favor continúen ¿qué sucedió después?
-         Llegamos al edificio del Consejo de Estado y mientras nos abríamos paso hacia donde estaban Iván y Vlad, escuché a Iván ordenar a sus hombres seguir a cualquiera que se desapareciese, de modo que cuando vimos a Vlad desaparecer tras Bastian  --  aquí los Arzhaelíes sonrieron con muy poco disimulo  --  fuimos tras ellos.
-         Ahora entiendo  --  dijo Vlad, y todos lo miraron  --  siempre que habíamos intentado seguir a los Nemhains, quedábamos como flotando en el vacío para luego aparecer en cualquier lugar. En esta ocasión, tuve la misma sensación por unos segundos, pero luego aparecí en el Castillo.
-         Es lógico  --  dijo Eowaz  --  ese breve lapso de tiempo en el que te sentiste en el vacío, fue el tiempo que Danny y Samantha tardaron en atravesar la barrera.
Danny y Sam se miraron confundidos, y luego miraron a Eowaz.
-         El lugar donde estaban  --  comenzó a explicarles  --  era Heimalandinu, el Castillo de Brevalaer Nemhain, y nadie, desde hace mucho tiempo, había podido acceder a él porque está protegido por una barrera encantada, y ésta solo puede ser atravesada con el expreso consentimiento de su legítimo dueño, es decir Bastian O’Neill, o por alguien que lleve su sangre, en este caso ustedes. De modo que gracias a ustedes, fue posible llegar hasta allí.
Los Kriger que no sabían nada de esto, se miraron con asombro, mientras que los chicos se miraron encantados de que su presencia hubiese servido de algo.
-         Eowaz  si eso es así  --  dijo Dorila  --   ¿Por qué no pudimos seguirlos nosotros? Una vez que cerré las heridas de Leomer, intentamos seguir a los Nemhains y nos sucedió igual que siempre.
-         Porque eso solo es efectivo si se hace en el momento preciso  --  dijo Eowaz  --  solo pudieron acceder aquellos que los siguieron justo en el momento en que Danny y Samantha abrían la barrera.
-         ¿Y por qué Vlad no pudo acceder con Nurión?  --  preguntó Delos
-         Porque es él quien la mantiene cerrada, en cambio los niños lo hicieron de manera inconsciente y por supuesto sin pensar en mantener el cierre, de modo que la abrieron para los que los seguían, pero como dije, solo para aquellos que lo hicieron en ese momento.
A partir de ahí, entre todos hicieron la narración de cómo habían estado las cosas, y del rescate de Giulian.
-         Una vez más  --  dijo Eowaz cuando finalizaron  --  han demostrado ustedes, un valor y unas habilidades extraordinarias, pero es momento de que vayan a descansar, mañana deben volver a la escuela, y tengo que pedirles, que por favor no revelen nada de esto a sus compañeros. Dorila se encargara de dar una explicación para su retraso en la llegada.
Los chicos se despidieron de Eowaz, y se retiraron hacia donde estaban los Kriger.
-         Tú también debes descansar Giulian  --  le dijo Eowaz  --  recupérate y luego puedes volver.
-         Señor, hay algo que quisiera decirle.
-         Muy bien, te escucho  --  y se apartaron un poco de los demás
-         No sé si las cosas han cambiado desde la última vez que estuve aquí, pero si no es así, creo que esos chicos  --  dijo señalando a Peter y a Jonathan  --  merecen ser considerados para su próxima admisión en la Orden.
-         Estoy de acuerdo contigo, y lo discutiremos en el próximo Consejo  --  le dijo  --  ahora ve y descansa, te queremos de vuelta lo más pronto posible.
Esta conversación tuvo lugar en privado, de modo que nadie se entero de lo que dijeron. Cuando los Arzhaelíes se retiraban, los Kriger inclinaron las cabezas a su paso, pero Giulian se detuvo ante Peter y Jonathan.
-         Gracias  --  les dijo poniendo las manos sobre sus hombros  --  a ustedes y a los niños, les debo la vida, y eso es algo que no voy a olvidar.
Por primera vez en la vida, al menos que Aderyn pudiese recordar, sus hermanos no encontraron que decir. Pero sin duda aquellas palabras viniendo de quien venían, significaban una enormidad para ellos.

Fueron directo a Allia, Giulian parecía querer preguntar muchas cosas, pero se abstuvo recordando la advertencia de Iván, de modo que decidió que lo primero que quería era darse un baño. Los niños hicieron lo mismo, solo que ellos estuvieron listos primero y ya estaban todos abajo, cuando un Giulian mucho más limpio, peinado, sin barba y ropas en buen estado, bajó a reunirse con ellos. Aderyn y Diandra, abrieron mucho los ojos, ya que ahora si fue visible para ellas el parecido. Aunque Giulian seguía viéndose en este momento más delgado que Vlad, habría sido fácil confundirlos. Sin embargo, Sam encontró otra diferencia, y estaba en sus ojos. Los ojos de Giulian eran tremendamente tristes.
-         Bueno  --  dijo Eve  --  ahora hay que alimentarte, pareces a punto de morir de inanición.
Pasaron al comedor, y aunque realmente se sentía famélico, el haber estado tanto tiempo sometido a una dieta escasa, había limitado su necesidad de alimento, por tanto quedó saciado muy de prisa, y se dedicó a mirar a los niños.
-         Bien, conozco a tres de ustedes por haber estado presente en el momento de sus nacimientos  --  dijo  --  pero ¿Quiénes son las lindas damitas, y el joven caballero?
-         Las lindas damitas  --  dijo Vlad  --  son la hija y la sobrina de Peter McKenzie ¿lo recuerdas?
-         Sí, por supuesto, el miembro del Consejo de Estado  --  dijo Giulian
-         Así es, ella es Aderyn, su hija  --  dijo señalándola  --  y ella es Diandra, su sobrina  --  Giulian les sonrió con la famosa sonrisa Cornwall, de la que habían oído tantas quejas de parte de Eve  --  y por cierto, los Kriger que te sacaron de la celda son los hermanos mayores de Aderyn.
-         ¡Vaya!  --  exclamó Giulian  --  estoy en deuda con muchos miembros de la familia McKenzie.
-         Y el joven caballero  --  dijo Iván señalando a Mael  --  es Mael Berserker.
-         ¿Berserker?  --  preguntó Giulian elevando una ceja
-         Sí  --  dijo Iván y luego agregó  --  su padre fue otra víctima de Bastian, y desde entonces yo soy su tutor, y por tanto vive con nosotros.
-         Lamento mucho eso, Mael  --  le dijo  --  pero no podías estar en mejores manos.
-         Lo sé señor Cornwall  --  contestó el chico
Ahora posó sus ojos sobre Gail, y el chico lo miró con aprehensión.
-         Espero que no vayas a comenzar a contar historias embarazosas de mi infancia  --  le dijo y Giulian soltó una carcajada
-         Pues ciertamente podría, como por ejemplo…
-         ¡Giulian!  --  exclamó el chico
-         Hey ¿y qué paso con aquello de “tío” Giulian?  --  ahora le tocó reír a Vlad
-         Nunca he logrado que este pequeño terremoto me llame de otra forma que no sea Vlad, de modo que dudo que tú tengas más suerte. Para él la única que merece esa distinción es Eve.
-         Eso habría sido difícil teniendo en cuenta que te comportas como él  --  dijo Eve  --  y lógicamente yo sí lo merezco por ser un adulto con juicio.
-         Y por adulto con juicio, debemos entender antipática y aburrida ¿cierto Vampi?  --  dijo Giulian, y los niños rieron junto con ellos
Cuando las risas cesaron, miró a los gemelos y sus ojos se ensombrecieron, aunque se las arregló para componer una sonrisa.
-         Son iguales a Daniel  --  dijo  --  claro, en tu caso eres mucho más linda princesa  --  le dijo a Sam.
-         Iguales en todos los sentidos  --  dijo Vlad  --  tienen un talento especial para meterse en problemas.
-         ¡Oyeme!  --  exclamó Danny  --  Si serás ingrato.
-         Dudo mucho que les ganen a ustedes  --  dijo Iván que no había contribuido mucho a la conversación y se notaba preocupado  --  es hora de que se vayan a la cama niños.
Hubo una gran cantidad de protestas, pero finalmente tuvieron que acceder. Se despidieron de todos,  pero en el caso de las McKenzie y Mael, hubo cierta reserva hacia Giulian.
-         Buenas noches señor Cornwall  --  dijeron y el arrugó el entrecejo
-         ¿Puedo saber por qué mi hermano es Vlad, y yo soy señor Cornwall?  --  las niñas enrojecieron y Mael disimulo la incomodidad  --  Si quieren llevarse bien conmigo comiencen a practicar, G-I-U-L-I-A-N  --  dijo deletreando su nombre  --  ¿de acuerdo?
Los chicos sonrieron y asintieron.
-         Buenas noches Giulian  --  dijeron
-         Así está mejor  --  dijo satisfecho  --  que descansen.
Una vez que los chicos subieron se volvió hacia los demás, pero antes de que dijera nada, Iván se disculpó diciendo que debía ver que los niños todos estuviesen en la cama. Giulian subió con él y verificaron que todos estuviesen ya en sus camas. Cuando asomaron la cabeza a la habitación de Sam, la vieron sentada en la cama. Como esto le sucedía con frecuencia, Iván entró.
-         ¿Qué te preocupa ahora, linda?  --  le preguntó y Giulian la miró con extrañeza
-         Soñé en varias ocasiones con esa celda  --  les dijo  --  solo que pensaba que se trataba de Vlad
-         Bueno, pero ya no tienes que preocuparte más por eso ¿bueno?  --  le dijo Iván  --  Ahora procura descansar.
La ayudó a meterse en la cama, le acomodó las mantas y le dio un beso de buenas noches.
-         Me alegra mucho que hayamos podido encontrarte  --  dijo Sam mirando a Giulian
-         También a mí  --  le dijo él  --  que descanses princesa  --  y le dio un beso en la frente

Una vez que llegaron abajo de nuevo, Giulian los miró en forma interrogativa, y ellos supieron que les esperaba una noche muy larga.

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