CAP. 23 AMENAZA
Para el funeral de los McKenzie,
solo pudo asistir Eve, para los chicos
fue un alivio verla, pero insistieron mucho en saber si Iván y Vlad estaban
bien.
Fue bastante difícil hacer que
Diandra aceptara la muerte de sus padres. Cuando despertó seguía insistiendo
que todo aquello era un error, pero paulatinamente fue asumiendo la espantosa
realidad. En los tres años que llevaban conociéndola, era la primera vez que la
veían llorar, y por alguna extraña razón,
aquello incomodó mucho a Danny, quien trató en vano de molestarla y que
volviese la Diandra
a la que estaba acostumbrado, pero todo fue inútil. Sin embargo, y contrario a
sus costumbres, permaneció a su lado todo el tiempo, cuando lo normal era que
la evitara tanto como le era posible.
Para el regreso a Develieng, los
chicos vieron con extrañeza que no solo los acompañaban los McKenzie, sino que
unos minutos antes de partir hacia la terminal, hicieron acto de presencia
Iván, Vlad, y un grupo más o menos numeroso de Krigers. Estaban felices por la
presencia de los suyos, pero no dejaron de notar aquella inusual compañía.
Antes de partir, Vlad e Iván,
llamaron aparte a los varones.
-
Escuchen bien -- dijo Iván
-- las cosas están difíciles aquí
afuera, Nurión está causando muchos problemas, hacemos todo cuanto nos es
posible por detenerlo, pero no está resultando fácil.
-
Normalmente no les diríamos esto
-- intervino Vlad --
pero tenemos un problema -- hizo una pausa y miró a Iván antes de
continuar -- Eowaz había conseguido que las miembros de la Junta Escolar
accedieran a suspender las salidas del Colegio.
-
¿Salidas? -- preguntó Gail
-- Pero si no salimos a ninguna
parte.
-
No lo han hecho por lo que les estoy diciendo, pero los padres han
presionado para que esta medida sea derogada
-- continuó él -- los
muy imbéciles no son conscientes del riesgo que corren sus hijos fuera del
Colegio.
-
Espera, espera -- dijo Danny
-- ¿Quieres decir que nos
permitirán salir de la Escuela ?
-
Normalmente, todos los fines de semana los alumnos que lo deseen
pueden ir a Develieng Folk -- dijo Iván
-- pero lo que queremos decirles
es que ustedes de ningún modo lo harán ¿está claro?
-
¡Papá! -- exclamó Gail horrorizado -- ¿Por
qué?
-
Gail, ¿no nos has estado escuchando?
-- preguntó Vlad --
tenemos una amenaza real, ya vieron lo que sucedió con los McKenzie.
-
De acuerdo, eso es terrible
-- dijo el chico --
pero ¿por qué tendrían que atacar a escolares?
Tanto Iván como Vlad miraron a
Danny, y supieron que él sí había entendido.
-
No es que vayan a atacar a escolares Gail --
dijo Danny -- Vienen por nosotros ¿no es eso? --
dijo el chico mirándolos a su vez
-
Lo siento Danny -- dijo Iván
-- pero necesito tu promesa de
que no saldrás de la escuela, ni permitirás que tu hermana lo haga.
-
Descuida, no tengo más interés que tú en que ese sujeto me mate --
dijo con practicidad el chico
-- así que tienes mi palabra.
Pero eso no incluye a los demás, si nos persigue a nosotros, los demás deberían
estar a salvo ¿no?
-
En teoría así debería ser
-- dijo Vlad -- y
aunque no vemos la necesidad de
arriesgarse, tampoco podemos impedirle a los otros niños salir, si sus padres
los autorizan a ello.
-
Y en cuanto a ti jovencito
-- dijo Iván mirando a Gail --
tienes la desgracia de ser un Natchzhrer, de modo que tu apellido te
precede, por lo que eres un blanco especialmente importante, ya que si te ponen
las manos encima pueden utilizarte en dos sentidos. Primero para fastidiarme
porque eres mi hijo y saben que haré cualquier cosa por recuperarte, y segundo
para chantajearnos, porque todos saben que somos los tutores de los Douglas.
Ante aquella clara exposición de
motivos, Gail no le quedaron ganas de discutir.
-
De acuerdo, también tienes mi palabra de que no saldré --
convino
-
Mala suerte compañero -- dijo Danny palmeándole el hombro
-
¿Sabes algo, Daniel Douglas?
Comienzo a arrepentirme de tener algo que ver contigo.
-
No seas necio, si no fuese así, tu vida sería muy aburrida.
Ambos comenzaron a reír, y los
adultos respiraron aliviados, pensando que afortunadamente todavía eran unos
niños y se tomaban las cosas de manera más
ligera.
Una vez que estuvieron a bordo
del Develieng Skik, Danny y Gail,
pusieron al corriente a los demás de lo que Iván y Vlad les habían dicho.
-
Yo sí sabía de esas salidas
-- dijo Aderyn
-
Me habría sorprendido que no
-- dijo Gail
-
Kenny se molestó mucho cuando las suspendieron --
continuó ella ignorando a Gail
-- pero papá le explicó que era
por su propia seguridad, y al final lo aceptó. Pero si papá opinaba así antes,
no creo que ahora opine diferente, así que no pienso salir tampoco.
-
Pues nosotros no tenemos alternativa
-- dijo Danny
-
Desde luego si ustedes no van, yo tampoco -- dijo
Mael --
Pero si tengo curiosidad por algo
-- agregó mirando a Danny --
¿Cuál es la manía de este tipo con ustedes?
-
Ve tú a saber -- le contestó Danny -- si
no saben ustedes, que saben más de
nosotros que nosotros mismos, tenemos tantas posibilidades de saberlo como de
ir a la luna en mi Glide.
La primera semana de clases
Develieng era un hervidero. La noche de
su llegada, la directora anunció que las salidas al pueblo se reanudarían, por
lo tanto, los alumnos mayores estaban muy contentos, mientras que los más
pequeños, fueron gratamente sorprendidos. Los que no estaban muy felices eran
los Ansvarig, ya que a ellos les correspondía el cuidado y vigilancia de los
alumnos de primero a tercero, así que disfrutaban poco de aquellas salidas.
El viernes en la noche, cuando
los chicos se dirigían al Comedor, vieron a Diandra discutiendo con un
Nemhain. De inmediato apresuraron el
paso. Y cuando estuvieron más cerca notaron que era un alumno de quinto.
-
Apártate de mi camino -- estaba diciendo Diandra en aquel momento
-
Vamos McKenzie, ahora estás sola en el mundo --
decía mientras estiraba el brazo
-- harías bien en… -- pero
no llegó a terminar
-
¡Aléjate de ella! -- escuchó y a continuación salió despedido
golpeándose la cabeza dolorosamente contra la pared.
Cuando comenzó a moverse y se le
aclararon las ideas, después del batacazo, vio que Danny lo apuntaba con su
Athame.
-
Te aseguro que no está sola
-- dijo Danny con ira
-
Douglas, yo en tu lugar no me metería donde no me llaman -- escupió con rabia
-
Y yo en el tuyo, no me volvería a acercar a ella. Claro, eso
suponiendo que quieras conservar la cabeza donde la tienes. Ahora, largo de
aquí o podría decidir hacerlo ahora
mismo --
lo amenazó
El chico miró a Danny y a los
otros, y luego a Diandra, que lo miraba a su vez con una mezcla de desdén y
asco.
-
Estás apostando por el equivocado
-- dijo el muchacho --
porque no vivirá lo suficiente.
Dicho esto se marchó. Danny
guardó su Athame y los tres se acercaron a Diandra.
-
¿Estás bien? -- preguntó Gail, pero ella miró a Danny
-
Daniel, soy perfectamente capaz de defenderme sola, así que deja de
seguirme a todas partes -- después de esto les dio la espalda y se
marchó
-
¿Sabes algo amigo? -- preguntó Gail, cuando la chica estuvo a prudente
distancia -- La verdad no sé por qué te
molestas en ayudar a esta “simpática” criatura, que la mitad del tiempo quiere
quitarte la cabeza, y la otra mitad de hecho casi lo consigue.
-
La verdad, yo comienzo a
preguntarme lo mismo -- le contestó Danny
Los tres se marcharon riendo,
pero en el fondo, Danny estaba contento porque la Diandra de costumbre,
parecía estar volviendo.
El sábado los niños vieron a sus
compañeros salir de la escuela, y por un momento se sintieron frustrados, pero
fue algo pasajero, por fortuna Danny poseía un espíritu muy práctico.
-
Veámoslo del siguiente modo
-- dijo volviéndose hacia los
demás --
tenemos el colegio, prácticamente para nosotros solos, así que podemos
hacer lo que queramos.
-
No veo gran diferencia -- dijo Diandra
-- al menos en tu caso, porque
siempre haces lo que se te viene en gana.
Danny sonrió complacido, esa sí
era “su” Diandra. Los chicos decidieron
irse a las pistas, mientras que las niñas optaron, por la nada agradable tarea,
en opinión de Gail y Danny, de terminar
sus deberes.
Aquel fue un año extraño, los
ánimos de casi todos eran tristes o preocupados. Muchos de los familiares de
los alumnos desaparecieron o murieron en extrañas circunstancias. De modo que
comenzaron a temer las noticias del exterior.
Sam vivía angustiada, si pasaba
mucho tiempo y no tenía noticias de los Natchzhrer y de Vlad, entraba en
pánico. Mientras que Aderyn y Diandra, vivían la misma angustia, ya que dos de
los McKenzie formaban parte del cuerpo de Krigers, y Kenny se preparaba para
ello.
En una de las últimas clases de
AV, uno de los alumnos le hizo una pregunta a Delos.
-
Profesor -- levantó la mano el chico --
¿Qué se necesita para convertirse en Arzhaelí?
Se trataba de uno de los
estudiantes cuyo padre había muerto recientemente. Lery lo miró con desprecio
manifiesto.
-
Algo de lo que probablemente tú careces --
dijo antes de que Delos pudiese responder --
Valor.
-
Podemos quitarle el “probablemente” en tu caso --
dijo Danny, y Lery, lo miró con odio
-
Para empezar -- dijo Delos
-- cuando llegan a séptimo, los
alumnos que aspiren a ello, deben tomar las materias que corresponden. Pero
después de salir de la escuela, deben rendir un examen en la Sede de los
Arzhaelíes, y si lo aprueban, pasaran otro año de entrenamiento, luego del
cual, ingresan al cuerpo de Krigers.
-
Pero un Kriger, no es un Arzhaelí
-- dijo otro
-
No, no lo es aún -- acordó Delos
-- pero con el tiempo, se
convertirá en uno.
Algunos chicos sacaban cuentas,
y pensaban que era un largo camino.
-
El otro método -- continuó Delos, y los chicos se mostraron
interesados -- es que demuestre en circunstancias
especiales, estar dotado del poder suficiente para serlo.
-
¿Cómo cuáles? -- preguntó Enid
-
Como por ejemplo, que estemos en algún conflicto grave, y por sus
propios medios logre resolverlo, o que con sus acciones evite alguna catástrofe.
Gail y Danny se miraron y
sonrieron. Cada vez que les habían preguntado a Iván, a Vlad o a Eve, cómo era
que se habían convertido en Arzhaelíes siendo tan jóvenes, ellos evitaban el
tema. Ahora con lo que Delos estaba diciendo, tenían una imagen algo más clara
y no les cabía ninguna duda, de que habían realizado alguna hazaña memorable.
-
Y aún hay otra forma -- dijo Delos
-- Ser descendiente por línea
directa, de los fundadores de esta casta de guerreros. Esto es más bien una
predisposición natural, más no un seguro, porque igual deben rendir la
prueba para convertirse en un Arzhaelí.
-
¿Y quiénes fueron los Fundadores?
-- preguntó otro alumno
-
Si prestara atención a sus clases de Historia, señor McGregor, no me
estaría haciendo esa pregunta -- concluyó
En cuanto salieron de clases,
Danny y Gail se lanzaron sobre Aderyn.
-
¿Y bien? -- dijo Gail
-- ¿Quiénes fueron? --
completó Danny
-
Si tanto quieren saber, abran alguna vez sus libros --
dijo la chica
-
Oh, vamos Aderyn -- se quejó Gail
-- tu eres nuestra mejor fuente
de información.
-
Pues no soy una enciclopedia
-- les dijo con mal humor y se
adelantó con las otras chicas
-
Odio cuando hace eso -- dijo Gail
-
Si estás interesado en ser uno
-- dijo Mael --
tendrás que hacerlo por el camino difícil. Lo que no es tu caso --
dijo mirando a Danny -- porque Cearbhall Douglas, fue uno de los
Fundadores de la Orden de los Arzhaelíes, que es su denominación original.
Los chicos lo miraban
boquiabiertos. Quizá por el hecho de que Mael era callado y tranquilo, solían
olvidar que al igual que Aderyn, era un amante de los libros.
-
Cachorro -- dijo Gail
-- me alegra enormemente, que
pases tantas horas en la biblioteca con las chicas.
-
Veamos -- dijo Danny
-- ese tal Cearbhall o como se
llame, cómo saber que es pariente mío.
-
Porque los Douglas, al igual que los Cornwall --
informó el chico -- son las dos familias más antiguas de la raza,
y sus árboles genealógicos están perfectamente documentados y disponibles en
los archivos de la Biblioteca Nacional.
Aparte de ser mencionados en más de la mitad de los libros de historia.
-
¡Demonios! -- exclamó Danny
-
Bueno compañero -- dijo Gail
-- ya tienes la mitad del camino
andado.
-
Claro, suponiendo que quisiera ser un Arzhaelí --
dijo éste
-
Por supuesto, tal vez quieras ser Profesor de Alquimia --
dijo Gail con sorna -- No seas necio Danny, tenemos escrita la
palabra Arzhaelí en la frente. Aparte de que nuestros padres lo han sido, por
si no lo has notado, hay un loco maniático con ganas de asesinarte, así que esa
es tu mejor opción -- concluyó en tono doctoral
-
Bueno, en cualquier caso llegaré primero que tú, al igual que al
comedor -- y echó a correr por el pasillo seguido de
Gail
Mael meneó la cabeza llegando a
la conclusión, de que sus dos amigos estaban rematadamente locos.
****************************************
Durante las vacaciones vieron
poco a los Natchzhrer y menos aún a Vlad. El señor McKenzie se veía preocupado
y pasaba muy poco tiempo en casa. Diandra, por supuesto, ahora vivía en Escocia
con sus tíos. Kenny ya formaba parte de los Krigers, de modo que lo vieron muy
poco aquellas vacaciones.
Para el cumpleaños de los
gemelos, tuvieron la enorme alegría de que pudieron venir Iván, Eve y Vlad,
pero se quedaron muy poco tiempo.
Una tarde de mediados de enero,
Diandra y Aderyn estaban leyendo, mientras que Sam le escribía a Mael, cuando
entraron Gail y Danny.
-
Las puertas están allí por una razón
-- dijo Diandra
-
Bueno, imagina que tocamos ¿sí?
-- le dijo Danny -- de
cualquier manera ya estamos dentro.
-
Pero deberían dejar de hacer eso
-- los reprendió Sam --
alguna de nosotras podría estar cambiándose de ropa.
-
¿Por qué habrían de cambiarse de ropa a esta hora? --
preguntó Gail
-
¿Y qué? -- preguntó Danny al mismo tiempo que Gail
hablaba -- ustedes entran a nuestra habitación cuando
nosotros nos estamos vistiendo, así que no veo la diferencia.
Diandra se levantó y salió dando
un portazo. Sam volvió a su escritura, mientras que Aderyn tuvo que renunciar a
leer, con el parloteo incesante de los chicos. Pero al cabo de unos minutos
Diandra entró corriendo a la habitación.
-
Iván… acaba… de llegar -- dijo intentando recuperar el aliento
Evidentemente había subido a
toda carrera. Los chicos se pusieron de pie de un salto y corrieron a la
puerta.
-
Esperen -- dijo ella
-- me parece que no trae buenas
noticias, porque lo escuché decirle a
tía Anne, que necesitaba hablar urgentemente con ellos a solas.
Gail, Sam y Danny se miraron con
el mismo terror pintado en los rostros. ¿Vlad? ¿Eve? Se negaban a aceptar
cualquiera de las dos posibilidades, de modo que se precipitaron hacia las
escaleras, pero aminoraron el paso cuando llegaban abajo. Prestaron atención
pero no escucharon nada. De manera que no estaban en el Salón. Aderyn señaló en
silencio el estudio, y se dirigieron hacia allá. Como pudieron, se pegaron a la
puerta tratando de escuchar.
-
¿Pero el niño está bien?
-- escucharon que preguntaba Anne
-
Está mal herido -- dijo Iván
-- pero aún así, lo sacaremos de
allí lo antes posible.
Los chicos se miraron, y aunque
sintieron cierto alivio, al no escuchar los nombres que temían, se preguntaban
de qué niño hablaban.
-
¿Y qué sucederá ahora? -- preguntó Peter -- ¿Ya
han avisado a sus familiares?
-
No tiene más parientes -- escucharon que decía Iván
-
Pobre criatura, Iván -- dijo Anne
-- ¿Y qué sucederá con él
entonces?
-
Nos movimos rápido, y hemos conseguido la custodia y aquí es donde
entran ustedes -- Iván hizo una pausa antes de continuar --
sabemos que ya los hemos ocupado en demasía, pero son pocas y cada vez
son menos, las personas en las que podemos confiar.
-
Gracias, por eso -- dijo Peter
-- y ten la seguridad de que
siempre será así.
-
Iván si lo que necesitas es que cuidemos de él, no tienes ni que
pedirlo. Y no solo por la situación, sino porque lo conocemos y es un niño
encantador -- aseguró Anne
-
No saben cómo se los agradezco, Vlad en este momento está llevando a
un Läkare de nuestra entera confianza para que evalúe los daños y saber si en
realidad tiene alguna posibilidad de sobrevivir, pero no sabemos qué clase de
atención necesite luego.
-
No te preocupes por eso -- lo tranquilizó Anne -- sea
cual fuere, aquí la tendrá.
-
Peter -- dijo con mayor seriedad Iván -- las
cosas empeoran, es necesario reforzar la seguridad de esta casa, no solo por la
presencia de los niños, sino por tu posición. Ya nos enteramos del
enfrentamiento que tuviste con el Delegado de Nurión, y eso te pone
directamente en su lista negra.
-
Lo sé, Eowaz vino a conversar conmigo, pero no pienso esconderme Iván,
y ciertamente no voy a hacer concesiones de ninguna especie a ese
maniático -- dijo con furia
-
¡Pues deberías pensar en tu familia!
-- exclamó Anne, y los chicos se
sobresaltaron al escucharla gritar --
¡Mira lo que le acaba de suceder a Berserker, por “mantener su posición”!
-
Anne, si comenzamos a ceder, se adueñará de todo en un abrir y cerrar
de ojos. ¿Es ese el mundo que quieres para tus hijos? --
escucharon a Peter
-
¡Los quiero vivos! Y no como el pobre Mael que ahora está
muriendo -- finalizó con un sollozo
Sam, Diandra y Aderyn gritaron
las tres al mismo tiempo, descubriendo así su presencia. Aunque los chicos
hubiesen pensado en correr, aparte de ser inútil, en realidad no estaban en
condiciones de hacerlo, ya que se encontraban paralizados por el horror.
Cuando Iván abrió la puerta,
cinco pares de ojos lo miraban con autentico terror, y con una sola pregunta en
todos ellos.
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