Ninguno lo es...

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viernes, 2 de mayo de 2014

LA MAGIA DE ARZHVAEL El Inicio - Cap. 53 -

CAP. 53. CONOCIENDO CLEVER HOUSE…

Sam despertó en mitad de la noche son un sobresalto, miró a todos lados pero no había nada, de modo que volvió a recostarse, pero la sensación de había alguien en la habitación no se le terminaba de pasar. Aún así volvió a dormirse y en la mañana no recordaba el asunto.
Como era su costumbre, Sam se había levantado muy temprano, después de bañarse notó que no tenía ropas para cambiarse. El día anterior, Eve les había proporcionado un cambio de ropa, pero ahora tendría que ponerse las mismas que uso en la noche. Una vez que estuvo lista, intentó hablar con Danny, pero como no le contestó supuso que aún dormía, de modo que salió de la habitación y se dispuso a bajar, sin duda alguien estaría despierto ya.
Salió al pasillo y no escuchó ningún ruido, aunque la noche pasada se habían acostado bastante tarde, porque después del episodio del Juramento, aún se quedaron un buen rato más, no creía que los Arzhaelíes tuviesen por costumbre dormir hasta tarde.
Llegó al final de las escaleras y no se encontró con nadie, de modo que caminó hacia el comedor que era el único lugar de la casa del que conocía el camino, y allí se encontró a Delos.  Su primer impulso fue abandonar el lugar, pero algo en la actitud de él la detuvo. Estaba solo y sentado jugueteando con una taza evidentemente vacía en las manos, mientras su mirada estaba perdida en la distancia. Se acercó, tomó la jarra y llenó la taza. Él casi se la echa encima, porque no se había dado cuenta de nada.
-         Pero… ¿qué…  --  se detuvo al encontrarse con los ojos violeta  --  ¿Qué pretendes?  --  dijo malhumorado
-         Lo siento  --  se disculpo ella  --  pero parecías necesitarlo.
-         ¿Qué cosa, quemarme?
El genio Douglas estuvo a punto de hacer explosión ante tanta ingratitud, pero de algún modo logró contenerlo.
-         Solo quise ser amable  --  dijo colocando la jarra de nuevo en la mesa y dándole la espalda
-         Sí claro, después de intentar matarme.
Ella se volvió lentamente y lo miró. Por un momento Delos temió algún otro arranque como el de la noche anterior, y ella sonrió.
-         Para ser un Arzhaelí, careces del instinto adecuado para ver venir las cosas  --  le dijo  --  Lamento lo de anoche, pero ya es hora de que entiendas que Danny no es papá, que papá está muerto, y que la antipatía que sentías por él, sea cual fuere el motivo, es tiempo de que la dejes donde corresponde, y no nos hagas responsables a nosotros.
Dicho esto, le dio la espalda y salió. Casi atropella a Giulian en su precipitada salida.
-         ¡Princesa!  --  exclamó él asiéndola por los hombros  --  ¿A dónde con tanta prisa?
-         Lo siento  --  dijo ella  --  solo iba a…
Él la miró y elevó una ceja, ante su vacilación.
-         ¿Sucede algo?
-         No  --  dijo ella con rapidez  --  ¿Dónde están todos?
-         La mayoría en el estudio, y supongo que los chicos aún no despiertan  --  la miró y arrugo el entrecejo  --  ¿Por qué estás vestida con la misma ropa?
-         No tenía nada más que ponerme  --  y luego agregó en forma sarcástica --  tal vez no lo hayas notado, pero salimos con algo de prisa y no tuvimos tiempo de hacer equipaje
-         Pues le informo señorita  --  dijo él disimulando una sonrisa  --  que siendo esta su nueva casa, le habría bastado con abrir el armario, y encontraría allí todas sus cosas personales.
Ella abrió mucho los ojos, y luego se disculpó.
-         Lo siento Giulian, no quise ser grosera.
El rio de manera abierta y la abrazó.
-         Descuida princesa, no lo has sido. Vamos, te acompañaré a desayunar  --  le dijo
Sam vaciló recordando que Delos estaba aún en el comedor, pero ya Giulian la arrastraba hacia allí. En cuanto entró se detuvo y miró al Arzhaelí y luego a Sam comprendiendo de súbito por qué la chica había salido de esa manera del comedor. Sintió una ira repentina y el deseo de golpear a Delos, ya que sin duda era el responsable del malestar de ella.
-         Te esperan en el estudio  --  le dijo, pero Delos lo ignoró y miró a Sam
-         ¿Podemos hablar?
-         ¿Qué tienes tú que hablar con ella?
-         No es asunto tuyo, Cornwall.
-         Te recuerdo que Samantha es mi ahijada, y eso me hace responsable de ella  --  dijo entrecerrando peligrosamente los ojos  --  Así que cualquier cosa que debas decirle, lo harás en mi presencia.
Pero Sam tenía razón, Delos parecía carecer del instinto adecuado.
-         Cuando lo consideres oportuno, y te deshagas de este imbécil, búscame  --  le dijo y comenzó a caminar hacia la puerta
Giulian le bloqueó el paso y le puso la mano en el pecho.
-         Si te le acercas, si le dices algo desagradable o si le causas algún malestar de cualquier especie, te faltará tiempo para arrepentirte ¿está claro?
-         ¡Quítate de mi camino Cornwall!
-         Te recuerdo que estás en “mi” casa, y aquí quien da las órdenes soy yo  --  dijo en forma maligna  --  ¡Largo!
Delos lo miró con odio manifiesto y se marchó, pero del mismo modo que Sam había estado a punto de chocar con Giulian, él estuvo a punto de hacerlo con Iván, pero ni siquiera se detuvo a disculparse.
-         Buenos días linda  --  la saludo Iván y miro a Giulian  --  ¿Y a ese que le sucede?
-         No tiene que sucederle nada para ser desagradable  --  le contestó Giulian
Giulian llamó a Willow, pero algo muy extraño sucedió, en cuanto el Nisser vio a Sam, sus ojos se agrandaron con evidente terror y dio varios pasos hacia atrás. Tanto Iván como Giulian se miraron extrañados.
-         ¿Y a ti qué te pasa?  --  le preguntó Giulian
-         ¿El señor me permite retirarme?  --  preguntó el Nisser mirando hacia el piso
-         No  --  le dijo Giulian  --  si te llamé es porque necesito algo y aun no te lo he dicho
-         Willow puede enviar a Gore, señor  --  dijo el Nisser cada vez más asustado
Samantha intentó acercarse a él, movida por su compasión y pensando que el Nisser tal vez estaba enfermo. Llevaba años conociendo a Kobil, el Nisser de los Natchzhrer y nunca lo había visto comportarse de un modo similar, así que concluyó que aquel Nisser le sucedía algo serio. Pero Willow simplemente desapareció.
-         Pero… ¿qué demonios le pasa a este estúpido Nisser?  --  exclamó Giulian con indignación, pero antes de que pudiese llamarlo de nuevo, Sam lo detuvo
-         Déjalo Giulian, tal vez esté enfermo.
-         Los Nisser no se enferman  --  dijo Iván  --  pero estoy de acuerdo con Sam, déjalo, obviamente le sucede algo, ya te enterarás.
Aún muy molesto, Giulian llamó al otro Nisser y ordenó el desayuno para Sam. Se sentaron y antes de que se lo trajeran, aparecieron Aderyn y Mael. Y cuando ellos tres estaban comenzando a comer, hicieron su entrada Diandra, Gail y Danny.
-         ¿Durmieron bien?  --  les preguntó Giulian
-         Como un bebe  --  dijo Danny y los demás también asintieron
-         Según entiendo  --  dijo Gail  --  pasaremos una buena temporada aquí, así que necesitaremos nuestras cosas papá
-         Son ustedes los niños menos curiosos que he conocido  --  dijo Giulian
-         ¡Ja! No es eso lo que opinan en la escuela  --  dijo Danny  --  ¿Sabes cuantos castigos nos hemos ganado por andar donde no debíamos?
Y tanto él, como Gail y Mael rieron.
-         De acuerdo, pero si hubiesen abierto sus armarios, habrían encontrado sus ropas y todo lo demás  --  les dijo
-         ¡Vaya!  --  exclamó Gail  --  Pero hablando de curiosidad, podemos echarle un vistazo a esta casa ¿no?
-         Por supuesto Gail, esta es tu casa también.
-         ¿Puedo preguntarte algo?  --  dijo Danny
-         Claro ¿qué sucede?
-         ¿Estás en banca rota?
-         ¡Danny!  --  exclamaron Sam y Aderyn
-         ¿Qué esperaban?  --  preguntó Diandra  --  El señor “delicadeza” en todo su esplendor.
Pero Giulian estaba muriéndose de la risa, de modo que los chicos lo miraron con curiosidad.
-         A ver  --  dijo cuando se le pasó el ataque de risa  --  ¿Qué te hace pensar eso?
-         Vamos hombre  --  dijo Gail  --  esta casa parece estar cayéndose.
-         Y ahí va el otro  --  dijo Aderyn
-         Lo que sucede es que este lugar llevaba mucho tiempo deshabitado  --  les dijo  --  Supongo que no han olvidado que pasé casi once años disfrutando de la “grata” hospitalidad de Bastian.
-         De acuerdo, pero ¿y Vlad?  --   insistió Danny
-         Para Vlad resultaba muy duro venir aquí, y enfrentarse solo a los recuerdos  --  dijo Iván  --  para él significaba encarar el hecho de que los había perdido a todos. Y aunque no aceptó que Giulian hubiese podido estar muerto, y nunca se dio por vencido, tampoco se animó a volver a pisar este lugar, una vez que Giulian desapareció.
-         Así que descuiden  --  intervino Giulian para quitarles la cara de pena  --  no van a morir de hambre
-         Que es lo único que a esos dos, en realidad les importa  --  dijo Diandra
Después de desayunar Iván y Giulian volvieron al estudio con los demás y los chicos se fueron a recorrer la casa. Realmente era enorme, era una construcción antigua de sólida piedra. Tenía cuatro pisos, y dos torres. Después de las primeras diez habitaciones, dejaron de contar, éstas ocupaban todo el segundo piso. En el tercer piso, había dos salones que parecían haber estado destinados a área de juegos, porque había una cantidad enorme de viejos juguetes. Otro salón sin duda había sido una especie de estudio de pintura, había varios caballetes sobre los que reposaban algunos lienzos con pinturas a medio hacer. Encontraron otro salón muy grande, que llamó su atención por el hecho de estar absolutamente vacío, no había muebles, ni alfombras y las paredes estaban desnudas. Lo abandonaron preguntándose la razón de aquella ausencia de todo, ya que el resto de las habitaciones y salones de la casa estaban perfectamente amueblados, de acuerdo al uso para el que habían sido destinados. En el cuarto piso no había mucho que ver, parecía estar destinado a acumular cosas en desuso. Encontraron juguetes rotos, un piano al que le faltaban muchas teclas, pinturas cuyos marcos estaban partidos, y un montón de cosas más en diferentes estados de deterioro.
Las torres parecían haber estado destinadas a servir de lugar de vigilancia. Se asomaron por las ventanas y vieron que a la propiedad la rodeaba un sólido muro, y delante de éste había un pozo. El único modo de acceder a la edificación era a través de un portón enorme, que servía a su vez de puente para poder atravesar el pozo.
-         ¡Diablos!  --  exclamó Gail  --  Esto parece un Castillo medieval.
-         Lo es  --  dijo Aderyn  --   Los Cornwall eran los señores feudales de este lugar.
-         ¿Qué?
-         Si prestaran atención a las clases de historia, lo sabrían  --  dijo ella con suficiencia
-         Pues parecen haber estado preparados para resistir ataques del exterior  --  dijo Danny
-         La mayoría de los Castillos de esa época lo estaban  --  dijo Mael  --  En estas torres se apostaban los vigías, de modo que…  --  y miró a su alrededor hasta encontrar lo que buscaba  --  si veían aproximarse al enemigo, tiraban de esta cuerda y alertaban al resto del edificio  --  se acerco de nuevo a la ventana y señaló hacia el muro exterior  --  ¿Ven aquellas escaleras?  --  y los demás asintieron  --  Desde aquí no podemos ver, pero el muro es bastante más ancho de lo que parece. De modo que en caso de un ataque, los defensores del castillo subían por esas escaleras y se apostaban en el muro para responder a cualquier ataque, y evitaban que los enemigos pudiesen ascender por el muro.
-         ¿Ascender?  --  preguntó Gail  --  Cachorro mírale el alto a esa cosa, eso sería imposible, además está el pozo y a menos que los sujetos pudiesen volar, no veo cómo…
-         Créeme Gail, estos individuos estaban acostumbrados a arriesgar sus vidas en estos menesteres. Tendían una especie de escalera desde una plataforma al otro lado, y mientras unos atacaban con flechas y ballestas a los del Castillo, otros intentaban trepar de esa manera, y en algunos casos lo conseguían, aunque eran muchos los que caían al pozo, pero si lograban entrar tenían la posibilidad de tender el portón y permitir el acceso de los suyos.
-         No debía resultar nada agradable caer a ese pozo helado  --   dijo Danny mirando hacia allí
-         No solo era el baño helado  --  agregó Aderyn  --  sino que ese pozo normalmente solía estar infectado de varios bichos peligrosos.
Bajaron de la Torre y se dirigieron nuevamente al piso de las habitaciones. En la mayoría de los casos, estaban ricamente amuebladas, aunque el polvo se había instalado en la mayor parte del mobiliario.  Danny se detuvo ante una pintura y después de un momento lo escucharon.
-         ¡Demonios!
Los demás se acercaron con curiosidad, mientras Danny colocaba las manos alrededor de la cabeza del hombre de la pintura.
-         Mírate  --  le dijo a Gail
En efecto todos pudieron comprobar que era exactamente el mismo rostro de Gail, pero cuando Danny retiró las manos, vieron que tenía el cabello negro.
-         ¿Quién será este hombre?  --  preguntó Gail
-         Tu abuelo  --  los chicos se volvieron sorprendidos y se encontraron con Vlad  --  Esa es una pintura de mi padre, y como ya pudieron notarlo, Gail es una copia casi exacta.
-         ¿Ya terminaron?  --  preguntó Sam
-         Sí, estaba buscándolos para que bajen a comer  --  les dijo  --  ¿Qué tal el paseo por la casa?
-         ¿Casa?  --  dijo Danny  --  Me pregunto qué nombre le darías al lugar donde yo vivía, si llamas a esto “casa”
-         Interesante  --  dijo Aderyn ignorando el comentario de Danny
-         Pero le hace falta una buena limpieza  --  agregó Gail
-         Los Nisser se vuelven perezosos si no hay alguien en casa  --  dijo Vlad  --  Vamos, nos están esperando
Los días siguientes, los chicos se dedicaron a explorar el Castillo con detenimiento, ya que no tenían nada más qué hacer, y los Arzhaelíes se la pasaban en el estudio o eventualmente efectuaban salidas inesperadas. En el primer piso descubrieron un Salón enorme, que luego supieron que era un salón de baile. Un salón de música, donde había varios instrumentos. Una biblioteca enorme, para gran alegría de Aderyn y de Sam, que a partir de aquel momento, pasaban la mayoría de las tardes y las noches, leyendo allí, mientras Diandra curioseaba con los chicos, el resto del Castillo. También en el primer piso, estaban el Salón principal, el estudio y el Comedor.
En el sótano, estaba la enorme cocina, donde había varios Nisser, y las dependencias donde éstos habitaban. Y al final del pasillo principal del sótano, descubrieron una puerta que daba a unas escaleras que descendían varios metros por debajo. La curiosidad los impulsó y bajaron, pero una vez que llegaron allí, Sam sintió el impulso de salir corriendo.
-          Vámonos de aquí  --  dijo con urgencia
-         ¿Por qué?  --  preguntó Gail pero no se detuvieron
-         Por favor…  --  dijo Sam y comenzó a desvanecerse
Mael la cogió en brazos y volvió la cabeza a los demás.
-         Sigan ustedes si quieren  --  les dijo  --  yo la llevo de vuelta.
Subió tan de prisa como pudo, pero Sam seguía sin sentido. De modo que se dirigió hacia el primer piso y cuando llegó arriba se encontró con…
-         ¿Vlad?  --  preguntó
Nunca estaban seguros de con quién hablaban, hasta no haberlos visto a ambos a lo largo del día y saber cómo iban vestidos. La única que parecía no tener esa dificultad era justamente la que llevaba en brazos.
-         No, Giulian  --  dijo él acercándose a toda prisa  --  ¿Qué sucedió?  --  preguntó quitándosela de los brazos
-         ¡Sam!  --  exclamaron Iván y Vlad que venían en ese momento, seguidos de Delos y Eowaz
-         ¿Qué le pasó?  --  preguntó Iván mirando al chico
-         No lo sé, de pronto se sintió mal y perdió el conocimiento
Pero mientras ellos se dirigían hacia el salón escucharon a Gail
-         ¡Papá!
Iván se volvió y vio que las chicas ayudan a Gail que traía Danny casi a rastras.
-         Pero… ¿qué…
-         ¿Dónde demonios estaban ustedes?  --  preguntó Vlad mientras llevaban a Danny también hacia el salón
Eve y Dorila estaban junto a Giulian tratando de reanimar a Sam, cuando entraron los demás con Danny. Aunque él no había perdido el conocimiento por completo, estaba apenas consciente.
-         Danny  --  estaba diciendo Iván  --  Danny ¿puedes escucharme?
-         Sí…  --  contestó pero tenía los ojos desenfocados
-         Danny, mírame  --  le ordenó Iván, pero lo que vio el Arzhaelí lo desconcertó  --  Danny ¿qué sucedió?
-         No… no lo sé, de pronto me sentí… como si me faltara el aire y… todo empezó a girar
-         No es él  --  dijo Eowaz  --  es ella, recuerda que lo que afecta a uno lo resiente el otro.
Pero Sam seguía sin sentido.
-         ¿Qué sucedió, dónde estaban?  --  preguntó Vlad
-         Bajamos al sótano  --  dijo Gail  --  no nos dijeron que no podíamos hacerlo  --  se defendió antes de que lo reprendieran  --  pero apenas llegamos, Sam dijo que quería irse y al minuto siguiente se desmayó. Mael la subió pero no habíamos dado dos pasos, cuando Danny se apoyó de la pared y comenzó a caer. 
Los Arzhaelíes se miraron y se volvieron hacia Sam. Los chicos estaban asustados y confundidos, pero no se atrevieron a decir nada más, y esperaron. Pasados varios minutos, Danny seguía muy pálido pero más consciente, mientras que Samantha tardó mucho más en recuperarse.
-         ¿Princesa?  --  dijo Giulian cuando vio que comenzaba a moverse, seguía pálida y un sudor frío perlaba su frente
Iván apartó a Giulian y le tomó la mano a Sam
-         Linda tranquilízate, eso ocurrió hace mucho tiempo  -  le dijo
-         ¿Por qué?  --  preguntó ella con lágrimas en los ojos
-         Era otra época Sam, eran prácticas que se consideraban normales  --  intentó tranquilizarla él  --  todo está bien
-         Tanto dolor, tanta sangre y tanta muerte, nunca puede estar bien  --  dijo ella
-         Tienes razón, desde luego  --  dijo Eowaz  --  pero como te ha dicho Iván, era otra época Samantha, y lo que hoy nos parece mal y sin duda lo es, en ese entonces era considerado adecuado
-         Eve  --  dijo Iván  --  acompáñala a su habitación, que tomé un té fuerte y dulce, y que descanse un rato.
-         Yo lo haré  --  dijo Giulian
-         Puedo caminar  --  dijo ella cuando Giulian la alzó en brazos
-         No, no lo harás
Una vez que Giulian y Eve, salieron con Sam, Iván se volvió hacia los chicos que aún no entendían nada.
-         Tienen razón cuando dicen que no les dijimos que no debían bajar allí  --  les dijo  --  pero espero que no  vuelvan a hacerlo, no hay nada allí que valga la pena ver
-         Pues ganas no tenemos, pero ¿qué es ese lugar de cualquier modo?  --  quiso saber Gail
-         El cuarto de “juegos” de los Cornwall  --  dijo Delos mordazmente, y aquello le costó un violento puñetazo de Vlad
Iván y Eowaz lo sujetaron para evitar que descargara su ira de forma aún peor.
-         ¡Fuera de mi vista!  --  le gritó Vlad a Delos y éste le dio la espalda aún limpiándose la sangre de la boca
En ese momento venían entrando los McKenzie y miraron la escena, ya sin mucho asombro.
-         ¿Papá?  --  llamó Gail aún con la pregunta en los asombrados ojos
-         Allí se encuentran las celdas  --  dijo Iván
Gail y Danny lo miraron con expresión de extrañeza, pero Mael, Aderyn y Diandra, si habían comprendido tanto la reacción de Sam, como el mal intencionado comentario de Delos.
-         Entiendo que no es interesante  --  dijo Gail finalmente  --  pero ¿por qué Sam reaccionó de ese modo, y dijo todo eso?
-         Porque ese lugar también servía como cámara de tortura, y murió mucha gente allí  --  dijo Vlad  --  no estoy orgulloso de ello, pero como dijeron Iván y Eowaz, en esa época eso era considerado normal. Si atrapabas a un enemigo vivo, lo encerrabas y lo hacías hablar de cualquier manera.
-         ¡Demonios!  --  dijo Danny
-         Descuida papá, no volveremos allí  --  aseguró Gail, y se volvió a los demás  --  Vamos a ver a Sam
Cuando salían Danny se volvió y miró a Vlad.
-         Vlad, bonito golpe y bien merecido  --  le dijo sonriendo
-         Gracias
Los chicos se quedaron con Sam hasta la hora de la cena, pero ella se negó a bajar, de modo que Giulian tampoco lo hizo.
-         Estaré bien  --  le dijo ella, cuando todos salieron  --  solo no tengo hambre, ve con ellos
-         No, ya te he dejado sola mucho tiempo  --  le dijo sentándose en la cama  --  así que tendrás que soportar mi presencia
Y ciertamente no se movió de allí. Los chicos volvieron a subir después de la cena y no se marcharon hasta la hora de dormir. Pero Giulian seguía allí, aún después que ella se había dormido. Iván, Eve y Vlad, entraron cerca de medianoche, y lo vieron sentado en un sillón cerca de la cama.
-         Vete a descansar  --  le dijo Iván  --  ella estará bien
-         Es posible, pero pasó un mal momento y no quiero que esté sola.
-         Yo puedo quedarme con ella  --  se ofreció Eve
-         No, yo lo haré Vampi, es mi responsabilidad  --  porfió él  --  váyanse a dormir
Vlad no dijo nada, pero lo miró con extrañeza. Ciertamente Giulian nunca había sido del tipo paternal, eso estaba bien para Iván, pero no para él. Sin embrago, llegó a la conclusión de que su hermano había decidió tomarse su papel de padrino muy en serio.  Mientras que Eve sintió que aquella sobreprotección, disparaba una señal de alarma en su cerebro. Giulian siempre había sido un individuo de sentimientos extremos, y si así comenzaba a ejercer la figura de padrino, a la pobre Sam le esperaba un futuro muy difícil.
Hacia las tres de la madrugada, Giulian miraba por la ventana, cuando sintió a la niña quejarse. Corrió a su lado y la sacudió un poco al darse cuenta que tenía una pesadilla. Balbuceaba incoherencias, hasta que una palabra fue entendible.
-         Papá…
-         Él no está, princesa  --  dijo él acunándola en sus brazos  --  pero te juro que yo te protegeré como si lo fuera.

Se quedó allí, sosteniéndola con la intención de que se tranquilizara y volviese a dormir. Y así lo encontraron Iván y Vlad en la mañana cuando entraron a ver cómo había amanecido Sam, se había quedado dormido sentado, con la cabeza apoyada en la pared y con Sam en los brazos. Ellos miraron el cuadro unos segundos, y salieron sin hacer ruido. Definitivamente, sí que había decidió tomárselo muy en serio.

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