Ninguno lo es...

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lunes, 10 de febrero de 2014

LA MAGIA DE ARZHVAEL El Inicio - cap. 13 -

CAP. 13 DEVELIENG

Ya había avanzado bastante la tarde. Los chicos habían vuelto a su tablero, y las niñas continuaban conversando. De pronto la puerta del salón fue abierta, y vieron avanzar a Kenneth.
-         Hola  --   saludó alegremente
Danny y Gail se pusieron rápidamente de pie, para ellos aquel chico era un desconocido.
-         Vine a avisarles…
Pero las palabras murieron en sus labios, en cuanto sus ojos se posaron sobre Danny. Como pronto se acostumbrarían los gemelos, el chico pasó su mirada de uno a otro varias veces en rápida sucesión, como tratando de asegurarse que veía bien.
-         Danny, Gail  --  dijo Sam  --  él es Kenneth McKenzie, el hermano de Aderyn.
Aquello pareció sacar a Kenneth de su momentánea abstracción, y avanzó con la mano extendida.
-         Un gusto conocerlos  --  dijo dando la mano a uno y a otro  --  Disculpa mis modales  --  se excusó con Danny  --  pero hasta hoy, no tenía idea de que fueran gemelos.
Después que Danny le aseguró que no había problema, comenzó a caminar de nuevo hacia la puerta.
-         Prepárense  --   les dijo antes de salir  --  aproximadamente en media hora estamos llegando.
Los chicos se sintieron contentos y emocionados. En primer lugar, porque nunca habían hecho un viaje tan largo y ya deseaban que terminase. Y en segundo, y a pesar de que Danny era el menos interesado en llegar a la Escuela, ya tenía ganas de hacerlo después de pasarse la tarde escuchando a Aderyn hablar sin cesar de Develieng. Ciertamente la chica parecía haberse tragado una enciclopedia, y esperaba que no fuese una obligación saber todo aquello, porque si era así, ya podía irse despidiendo de su ingreso.
Como dijo Kenneth una media hora después, anunciaban la llegada. Los chicos se apresuraron hacia las escaleras, pero al salir, fueron golpeados cruelmente por un frío bárbaro. Lo que los hizo preguntarse por primera vez, dónde estaba ubicada la escuela. La verdad era que no tenían ni idea, ni habían preguntado tampoco. Danny se volvió hacia Gail, que estaba tratando de cubrirse lo mejor posible, con su chaqueta. Tarde recordaron que Iván les había recomendado llevar a mano sus abrigos. Para empeorar las cosas, comenzó a caer una fina y extraordinariamente helada llovizna.
Danny miró a su alrededor y muchos de sus compañeros de viaje estaban en una situación similar, por supuesto no era el caso de Aderyn, ella sí llevaba un grueso abrigo.
Sam había cruzado los brazos sobre su pecho tratando de darse calor. Intentó divisar el edificio a donde se dirigían pero no alcanzó a ver más que niebla. Danny comenzó a quitarse su chaqueta para cubrir a Sam, pero una mano sobre su hombro lo detuvo.
-         Descuida Danny  --  escuchó  --  yo me haré cargo.
Cuando giró la cabeza, vio a Kenneth que se estaba quitando su capa de viaje y acto seguido, se la puso a Samantha sobre los hombros.
-         Gracias  --  dijo ella
-         Démonos prisa  --  dijo el chico  --  el transporte no está muy lejos, pero con este frío pescaran una neumonía si no se apresuran.
No necesitaron que se los repitiera, y comenzaron a caminar lo más a prisa que pudieron. Aunque Danny iba preguntándose de qué transporte hablaba Kenneth.  Pero no tuvo tiempo de pensarlo mucho, porque casi enseguida se toparon con una cosa redonda que a Danny le pareció una enorme burbuja de jabón. Sin embargo, dentro pudo divisar varios asientos, de modo que sin hacer preguntas se introdujeron en ella. Fue realmente un alivio, porque allí la temperatura era considerablemente más agradable. Una vez instalados cómodamente, los chicos comenzaron a mostrar su curiosidad.
-         ¿Aún está muy lejos la escuela?  --  preguntó Samantha
-         No, pero hacer el camino a pie y con este clima, no es lo más deseable ¿no crees?  --  dijo Kenneth
-         ¿Y “esto” qué es?  --  preguntó Danny señalando el vehículo
-         Esto se llama Bil  --  le contestó el chico  --  y no los verás en ningún otro lugar.
Notaron que estaban a las afueras de lo que les pareció, hasta donde les dejaba ver la niebla, un pequeño poblado.
-         ¿Dónde estamos exactamente?  --  Gail
-         Develieng Folk, es el nombre de la población que acabamos de dejar  --  informó Kenneth
-         Pero estamos muy lejos de Helgard ¿cierto?  --  insistió el chico
-         Sí, pero si lo que quieres es saber la exacta ubicación geográfica, no puedo ayudarte  --  le dijo Kenneth
-         ¿Cómo que no puedes ayudarme?
-         No sé dónde estamos  --  y al ver la extrañeza y la duda en los rostros, agregó  --  los alumnos no sabemos la ubicación de Develieng hasta que terminamos nuestra educación.
-         ¡Estamos llegando!  --  exclamó Aderyn emocionada
Los chicos dejaron de mirar a Kenneth y se fijaron que Aderyn tenía razón. No se veía con claridad, pero sin duda era una gran edificación. El Bil, se detuvo y los chicos bajaron. Se apresuraron a seguir a Kenneth, ya que una vez fuera del Bil, sintieron nuevamente el terrible frío. Subieron a toda prisa unas escaleras y finalmente entraron.
Se encontraron en un amplio y muy iluminado vestíbulo. Como ya se habían acostumbrado, no vieron lámparas en ninguna parte. Avanzaron tras Kenneth hasta unas grandes puertas que daban acceso a un inmenso Comedor.
Había tres enormes mesas que ocupaban casi todo el espacio, dispuestas en forma paralela, y una de proporciones mucho más modestas al final y a una altura superior a las demás.  Kenneth se detuvo y se volvió hacia ellos.
-         Esperen aquí  --  les dijo  --  Una vez que todos hayan llegado, serán presentados al resto del Colegio y luego podrán ir a ocupar sus lugares a la mesa que les corresponde  --  levantó el brazo y señaló una que estaba a la derecha  --  Es aquella.
Los niños asintieron y lo vieron marcharse hacia donde les había indicado. Ya había un grupo más o menos grande de niños de su edad esperando. Pasados unos minutos, Sam tocó el brazo de su hermano.
-         Danny, mira quien está allí  --  le dijo
Danny miró hacia la mesa pequeña, que era la dirección que Sam le señalaba, y su expresión se volvió sombría.
-         No es posible  --  dijo el chico  --  ¿Qué hace Forecast aquí?
-         ¿Forecast?  --  preguntó Aderyn  --  ¿Delos Forecast?
-         Pues si no es él, es alguien que se le parece mucho  --  dijo Danny
-         ¿Dónde, cuál es?  --  preguntó la niña
-         ¿Por qué te interesa tanto?  --  preguntó Danny
-         Porque es un Arzhaelí  --  dijo la niña como si fuera la cosa más obvia del mundo
-         Es el individuo que se sienta a la derecha de la mujer que está al centro  --  le dijo él
La niña estiró el cuello para ver mejor, pero en ese momento alguien tiro de su brazo.
-         ¡Diandra!   --  exclamó emocionada  --  Que bueno que ya estás aquí ¿Cómo llegaste?
-         Ya sabes, Emersi, pero ya sabes que no me gusta, siempre me mareo  --  dijo la niña con fastidio
-         No vas a creer esto  --  dijo Aderyn
-         ¿El qué?
-         Ven,  quiero presentarte a unas personas  --  dijo tomándola del brazo  --  Ellos son Samantha y Danny Douglas  --  y señaló a los gemelos  --  y él es Gail Natchzhrer
La niña abrió mucho los ojos y la boca, pero de ella no salió ningún sonido. Danny ya se estaba cansando de aquella actitud de la gente, pero antes de que pudiese decir nada, la niña pareció recuperar el habla.
-         ¿Douglas? ¿Natchzhrer?  --  preguntó mirándolos  --  ¿Es broma?  --  dijo mirando aún a los gemelos especialmente
Pero no pudo enterarse de nada, porque en ese momento les pidieron silencio y atención.
Un individuo alto y de color, se paró de frente al alumnado con lo que les pareció una lista,  que flotaba al lado de él.  Miró hacia donde estaban los pequeños, y se aclaró la garganta.
-         Los iré llamando y pasaran al frente para que sus compañeros los conozcan  --  dijo 
Genial, pensó Danny, como no era suficiente con que apenas mencionaban sus nombres la gente parecía alcanzada por un rayo, ahora tendrían que pararse en medio de aquel atestado salón, a ser observados como fenómenos de circo por todas aquellas personas.
-         Deja de pensar estupideces  --  escuchó Danny
Como en anteriores ocasiones el chico se sobresaltó y miró a su hermana, que como de costumbre miraba a otro lugar cuando esto ocurría.
-         ¿Puedes dejar de hacer eso?  --  le preguntó, pero ella solo sonrió con malicia
Ya habían pasado varios niños. Después de Berseker Mael,  Danny tragó grueso.
-         Douglas O’Neill, Daniel Iván.
Danny abrió mucho los ojos y miró a su hermana quien tenía aproximadamente la misma expresión. Evidentemente ninguno de los dos sabía que Danny tuviese un segundo nombre, y menos aún que fuese “Iván”. Sin embargo, no tuvieron tiempo de nada porque el chico tenía que avanzar. Ocupados como estaban en sus pensamientos, no se dieron cuenta que en el salón se había hecho un denso silencio, y todas las miradas se centraron en el chico que caminaba hacia el centro.
Danny sintió el peso de las miradas, pero las ignoró con decisión. El individuo que lo había llamado, le dio la mano en cuanto llegó hasta a él.
-         Bienvenido a Develieng, señor Douglas  --  le dijo
Después de colocarlo de cara a todo el alumnado, le dijo que podía irse a su mesa. Mientras se retiraba, escuchó claramente, como se incrementaban poco a poco los murmullos a su alrededor. Pero si el nombre de Danny había causado sorpresa y curiosidad, esta rebasó todos los límites a continuación.
-         Douglas O’Neill, Samantha Sofía.
En esta ocasión fue audible un “qué” generalizado, seguido de la sensación de que todos contenían la respiración. Mientras Sam avanzaba, se sintió aturdida con los mil pensamientos que captó el suyo, pero al igual que Danny había ignorado las miradas, ella se esforzó en ignorar lo que estaba percibiendo.
Al igual que con Danny, el hombre la recibió dándole la bienvenida y un suave apretón de manos. La hizo volverse para que la viesen y luego la envió a su mesa. Apenas la niña alcanzó su lugar, fue como si se rompiese un dique. Se armó tal alboroto en el Comedor que fue necesario que los llamaran al orden.  Evidentemente la llegada de un Douglas, era de esperar que causara cierta conmoción, pero dos, superaba en mucho cualquier cosa que hubiesen podido esperar. No obstante, lograron silenciar a todos los que querían comentar el asunto y continuaron con la presentación. Los chicos vieron pasar a Frieg Lery entre otros, y sintieron el mismo rechazo. En ese momento Sam aprovechó para contar a su hermano, la poco agradable “visita” de Frieg, y como era de suponer a Danny se le revolvieron los apellidos, pero no podía hacer nada en ese momento. Después que fue llamada Llyn Enid, que resultó ser una Elfa, fue el turno de las McKenzie.
-         McKenzie Diermissen, Diandra Gretchen
La prima de Aderyn avanzó, fue saludada y luego enviada a la mesa.
-         McKenzie Windsor, Aderyn Scarlett
Aderyn caminó un poco más nerviosa que su prima, y luego del saludo caminó a toda prisa hacia la mesa.
Todo se había desarrollado de manera bastante normal, hasta que llegaron a Gail.
-         Natchzhrer McLean, Gail Vladimir
De nuevo se hizo un espeso silencio, pero Gail al igual que Danny, caminó de forma indiferente, saludó al individuo, se giró y miró de manera desafiante a la multitud, en su caso él sabía con exactitud lo que todos estaban pensando.  Entre tanto en la mesa, Danny escuchó claramente a uno de los chicos mayores.
-         El hijo del Vampiro, tendremos que cuidarnos.
Si bien es cierto que Danny había tenido una reacción poco favorable al enterarse de la condición de los Natchzhrer, no era menos cierto que su ira se desato violentamente al escuchar aquello, porque al menos él había crecido lejos de ese mundo y no sabía lo que aquel imbécil seguramente sí. De manera que se volvió con la furia brillando en los ojos, pero no tuvo ocasión de decir ni hacer nada, porque en aquel momento Sam estaba enfrentando al individuo.
-         Yo en tu lugar elegiría con sumo cuidado mis palabras, y más si corres el riesgo de ser escuchado por la persona equivocada  --  le dijo con frialdad
El chico la miraba con expresión de susto, cosa bastante extraña ya que le llevaba al menos un par de años y ella era una niña. Sin embargo, se disculpó apresuradamente.
-         No fue mi intención ofender  --  dijo  --  solo bromeaba.
-         Pues bromea con otra cosa idiota  --  dijo Danny
Si el chico bromeaba o no, no lo sabrían, pero lo cierto es que aquella fue la primera y única vez que lo hizo.



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