CAP. 09 MAGIA (2)
Terminaron de comer y se
encaminaron a la tienda a comprar el objeto de discusión. Danny recordó
vagamente, que la vez anterior, Eve le estaba hablando de aquello, cuando
fueron interrumpidos por la llegada de Delos. Pero como en esa oportunidad no
había entendido nada, se volvió hacia Gail.
-
Me puedes explicar -- le dijo Danny
-- ¿Qué demonios es una Glidebryter y un Speler?
Gail lo miró como si hubiese
perdido el juicio, pero casi inmediatamente recordó que ellos no podían
saberlo.
-
Una Glidebryter, es la
herramienta principal para practicar el Vliegend --
dijo -- y un Speler,
es un miembro del equipo.
-
Bien, pero no adelantamos mucho
-- dijo Danny con fastidio --
sigo sin saber de qué hablas.
-
Verás -- dijo Gail
-- El Vliegend, es un deporte, y es fascinante.
-
¿Un deporte? -- los interrumpió Eve --
sería más apropiado decir, que es una estúpida manera de buscar romperse
el cuello.
-
Vamos Eve -- intervino Vlad -- no
exageres.
-
¡Ja! -- se burló ella
-- recuérdame cuántas veces
estuvieron en la enfermería, tú y los otros tres imbéciles.
-
Pero nunca fue nada grave
-- porfió Vlad
-
Claro, si no consideras grave romperte casi todos los huesos, o chocar
estrepitosamente contra una pared
-- siguió ella -- o
como en el caso de Daniel…
-
¿Papá lo practicaba? -- dijeron los gemelos al unísono
-
Oh sí -- dijo Eve
-- él era sin duda uno de los más
entusiastas suicidas que he conocido. Hasta que Amy decidió poner freno al
asunto.
-
Disculpa -- dijo Danny
-- pero ¿no se supone que un Arzhvael, es inmortal?
-
Se supone que podemos vivir indefinidamente, no que seamos inmortales,
hay una gran diferencia --
dijo Eve -- y créeme,
Arzhvael o no, nadie sobrevive a una decapitación.
-
¿Qué? -- preguntó Danny alarmado
-
Eve, estas asustando al chico
-- dijo Vlad
-
Pues mejor, a ver si tiene más juicio que el padre y que todos
ustedes, a decir verdad -- dijo tajante
-
Dijiste que mamá detuvo esto
-- dijo Samantha, mirando a
Eve --
¿Cómo?
-
Por el sencillo método del chantaje
-- esta vez fue Iván quien
contestó, ganándose una mirada de reproche de Eve.
-
Le dijo a Daniel que si lo volvía a ver sobre una Glide, se olvidara de ella
-- concluyó Eve
Tanto Danny como Gail, pensaron
que Iván tenía razón, y que aquello había sido chantaje. Pero Danny seguía sin
saber a ciencia cierta qué era el Vliegend,
cuando llegaron a la tienda de artículos deportivos.
Un gran letrero de vivos colores
anunciaba que aquel era el paraíso de los Speler.
Eve se negó tercamente a entrar, de modo que los niños fueron en compañía de
Iván y Vlad. La tienda estaba sumamente concurrida, pero al igual que siempre y
era algo a lo que ya los chicos comenzaban a acostumbrarse, al ver las capas de
los visitantes, varios vendedores se acercaron apresuradamente. Danny rio para
sus adentros, aquellos sujetos parecían pensar que los atacarían si no los
atendían de manera inmediata.
-
Claro que no es eso
-- escuchó claramente esto y se
volvió a su hermana, pero ésta miraba con atención, no sabía qué cosa y a
bastante distancia de él.
Danny se quedó mirando un
momento a Samantha pensando que estaba imaginando cosas. Pero rápidamente se
olvidó del asunto y prestó atención a lo que decía uno de los vendedores en
aquel momento.
-
Sin duda querrá ver…
-
Quiero la Uchel Snelheid --
dijo Gail interrumpiéndolo
-
Vaya -- dijo el vendedor -- veo
que su hijo está bien informado. La
Uchel , es el último
modelo de la casa Snelheid.
-
Y eso es algo que sabe cualquier idiota --
escucharon una voz a pocos pasos
Danny y Gail se volvieron con
rapidez e indignación, mientras que Samantha fue consciente de dos cosas. La
primera, de un escalofrío que recorrió su espalda, y la segunda, que Vlad se
había llevado la mano al interior de su capa, y había intentado ocultarla a
ella tras él. Cuando Samantha miró, el dueño de la voz veía con expresión de
asombro a Danny.
-
Esto tiene que ser una broma
-- decía en aquel momento --
Eres el hijo de Daniel Douglas
-
Lery -- dijo Iván en tono frío -- te
sugiero que si no tienes nada qué hacer, vayas a hacerlo a otro lado
Sin embargo, el hombre parecía
clavado al piso, y no dejaba de mirar a Danny, cosa que terminó por irritar al
chico, cuyo carácter no era precisamente dulce.
-
¿Qué le sucede? -- preguntó
-- ¿Se le perdió uno igual a mí?
-
Habría sido esperar demasiado, que no fueras tan insolente como tu
padre --
dijo con desagrado
-
Una vez más Lery, largo de aquí
-- pero esta vez fue Vlad
-
Tú no me das ordenes, Cornwall
-- comenzó el individuo --
mejor emplea tu tiempo en…
Pero la frase murió en sus
labios porque acababa de ver a Samantha. Si ver a Danny le había causado una
desagradable sorpresa, ver a la niña parecía a punto de producirle un paro
cardíaco.
-
¡Por los fuegos de Belenus! --
exclamó por fin -- ¿Dos? No es posible que tengamos tan mala
fortuna.
Si a Samantha le había producido
escalofrío la voz de aquel hombre, el choque con su mirada le produjo franco
terror. Era un hombre tan alto como Vlad, pero rubio igual que Iván, y que la
mayoría de los habitantes de ese lugar. Sus ojos eran de un verde casi
translúcido, y muy desagradables de mirar. Supo sin lugar a dudas, que aquel
individuo era una mala persona. Danny por su parte, experimentó un desagradable
malestar, pero no sabía a qué atribuirlo. Sin embargo, le molestaba enormemente
cómo aquel sujeto miraba a su gemela.
-
Si no deja de mirar a mi hermana ahora mismo --
dijo Danny adelantándose -- verá como su fortuna puede empeorar mucho.
-
¡Calla mocoso arrogante! Terminaras igual que tu…
Lery calló súbitamente, cuando
el brillo azulado de dos filosas hojas, apuntó a su garganta.
-
Intenta terminar esa frase, Lery
-- siseo Vlad -- y
será lo último que digas en tu maldita vida.
-
¡Largo! -- exclamó Iván
El hombre los miró con sumo
odio, pero no dijo nada más. Se volvió y colocó una mano sobre el hombro de un
chico que había permanecido detrás, y supusieron que era su hijo.
-
Vamos Frieg -- le dijo al niño, y ambos se encaminaron a la
salida
Con la misma rapidez que las
Athame de Iván y Vlad, habían aparecido, desaparecieron en el interior de sus
capas. Iván miró a los chicos.
-
Lamento todo esto -- les dijo
-
¿Quién es ese payaso? -- preguntó Danny
Iván y Vlad se miraron y no
pudieron evitar reír.
-
Dije que era un payaso, pero no es precisamente por gracioso --
dijo Danny
-
Lo sabemos -- le contestó Iván --
pero es que así lo llamaba Daniel. Su nombre es Kristof Lery y es un Nemhain.
-
¿Qué? -- dijeron sorprendidos los tres niños --
pero… pero… -- Danny no sabía cómo decir lo que pensaba -- es
igual a nosotros.
-
¿Y qué esperabas? -- preguntó Vlad
-- ¿Qué tuviera tres cabezas?
Claro que es igual a nosotros, la diferencia es que nosotros no andamos por ahí
queriendo adueñarnos del mundo.
-
Danny -- dijo Iván en un tono más pausado --
escuchaste cuando Eowaz dijo que podíamos convivir en paz con los Nemhain, ¿cierto?
-
Sí, pero…
-
No todos los Nemhain, han
cruzado la línea, Danny.
-
Pero sin duda éste sí -- dijo el chico con convicción
-
Pues la verdad, es algo que no hemos podido demostrar hasta ahora --
dijo Iván
Samantha repentinamente se
tambaleó e intentó sujetarse, pero no había nada de dónde hacerlo, por fortuna
Vlad fue veloz y detuvo su caída. No llegó a desmayarse, pero una serie de
aterradoras imágenes pasaron a gran velocidad por su mente. Aquello la había
tomado desprevenida haciendo que se marease.
-
¿Sam? -- dijo Vlad una vez que la hubo colocado sobre
un sillón
Ella trato de enfocar a su
alrededor, y vio las caras preocupadas de los niños y de Vlad. Pero en los ojos
de Iván, vio franco terror. No obstante, él se recuperó rápidamente.
-
Nada de eso sucederá, no, si yo
puedo evitarlo, y prometo que lo haré
-- escuchó ella, pero seguía asustada
-
Ese hombre es malvado, y nos hará mucho daño --
dijo
-
Linda, para eso tendría que pasar por encima de nosotros --
dijo Vlad -- no te preocupes
Pero ella lo estaba, y mucho.
Sin embargo, trató de tranquilizarse, y no arruinarle más aún, el rato a Gail.
Los vendedores se habían quedado
a una prudente distancia. Si bien era cierto que la familia Lery, era una de
las más importantes, no era menos cierto que nadie en su sano juicio, le
pediría explicaciones de su comportamiento a un Arzhaelí. De modo que una vez pasada la conmoción, volvieron a
acercarse y comenzaron a atenderlos de nuevo.
Gail se emocionó mucho, cuando
al fin tuvo en sus manos la Glidebryter. Esta
era una tabla, que Samantha había confundido la vez anterior, con una de Surf.
Pero vista de cerca, difería en mucho. La Glide ,
como le decían, era mucho más corta, y de un material diferente, porque
mientras las tablas de Surf son de fibra de vidrio, la
Glide era de acero muy brillante, y las
orillas eran tan filosas como las del Athame. En ese momento el vendedor
explicaba algo acerca de cómo la
Uchel , el modelo
que les mostraba, era capaz de romper la resistencia del viento. Mientras
escuchaban la explicación, Samantha comprendió dos cosas. Primero, que si
hablaban de la resistencia del viento, aquella “cosa” debía utilizarse en el
aire. Y segundo, por los comentarios que hacía el vendedor, entendió cabalmente
lo que quiso decir Eve. Aquello sonaba sumamente peligroso.
Finalmente, adquirieron la Glide ,
y Gail se mostró muy decepcionado, cuando Danny dijo que él no quería una. Al
menos de momento, pensó Samantha, su hermano demostraba buen juicio.
Esa noche durante la cena, Danny
estaba silencioso, lo que extrañó a todos, ya que normalmente se mostraba muy
parlanchín.
-
¿Te sientes bien Danny? -- peguntó Eve
-
Sí, es solo que pensaba en ese hombre que nos encontramos hoy --
dijo el chico -- No sé, pensé que los Nemhain, eran diferentes. Es decir que es difícil saber quiénes
son, porque son iguales a nosotros.
-
Danny -- dijo Iván
-- te repito de nuevo, no todos
los Nemhain, son nuestros enemigos. Y
créeme que cuando uno lo sea, lo sabrás sin lugar a dudas. Pero en general
podemos convivir con todas las razas sin mayores dificultades.
-
¿Y cuáles son las demás?
-- preguntó Samantha, tratando de
desviar la atención de su hermano
-
Pues aparte de los Nemhain, están
los Elfos, Los Licántropos, y los Vampiros
-- dijo Iván -- que
son con las que más nos mezclamos. El resto de criaturas mágicas, se mantienen
un poco más apartadas.
-
Espera -- dijo Danny --
dijiste ¿licántropos?
-
Sí.
-
¿Esos no son los hombres lobo?
-
Así es -- dijo Iván
-- pero al igual que los
Vampiros, no son como tú crees. Hay tres especies, para empezar. Los
auténticos, para los que la licantropía es un rasgo genético. Los infectados,
que son aquellos que han sido atacados por un licántropo auténtico. Y los
artificiales, que son magos que se valen de algún hechizo u objeto mágico, para
lograr la transformación.
-
¿Y qué diferencia hay entre ellos?
-- preguntó Samantha --
Siguen siendo la misma cosa ¿no?
-
No, un licántropo auténtico, tiene pleno control sobre sus
transformaciones, y no lo afectan las fases lunares. Mientras que un infectado,
sufre las transformaciones cuando hay luna llena, y no tiene control alguno
sobre sus actos. Y en el caso de los artificiales, generalmente utilizan esto,
para causar daño a consciencia.
-
¿Pero no son todos igualmente peligrosos, papá? --
preguntó Gail
-
Los artificiales, definitivamente y en su mayoría, lo son. Los
infectados, obviamente cuando sufren la transformación. Y los auténticos, solo
si así lo han decidido -- dijo Iván
Terminaron de cenar, y cuando
estaban a punto de levantarse de la mesa, Samantha decidió preguntar una de las
cosas que le causaba curiosidad.
-
Iván, he notado que la mayoría de las personas aquí, son rubias y con
ojos verdes, azules o grises, en cambio nosotros --
dijo señalando a su gemelo y a sí misma
-- y Vlad, no.
-
Es una condición genética Sam
-- le dijo él --
Seguramente recuerdas lo que les explicó Eowaz. Los Arzhvael somos el resultado de la unión de una Elfa con el Dios
Baldr, de modo que heredamos sus características. Sin embargo, nuestra raza se
ha mezclado con otras, y aunque en su mayoría conservan sus rasgos genéticos,
en ocasiones hay algunos cambios. En el caso de los Douglas, que por cierto,
son una de las familias más antiguas de nuestra raza, adquirieron el color del
cabello y los ojos, de la unión de un Douglas con una Ninfa. Y los Cornwall, lo
hicieron de la unión con una Dríade.
-
He escuchado acerca de las Ninfas
-- dijo Danny --
pero ¿qué es una Dríade?
-
Al igual que las Ninfas -- dijo Vlad
-- son hadas, pero mientras las
Ninfas lo son de las aguas, las Dríades lo son de los árboles.
Había otra cosa que rondaba las
mentes de los gemelos, pero que no sabían cómo preguntar sin parecer groseros.
Pero Eve los sacó del apuro.
-
En nuestro caso -- dijo la chica
-- somos el resultado de la unión
de una Arzhvael con un Vampiro, pero
no habría sido así, si ella no hubiese adquirido la condición de Vampiro, ya
que este es un rasgo genético, que no se transmite a menos que ambos lo sean.
Por ejemplo, Gail no lo es.
-
Pero entonces -- dijo Danny después de pensar un poco -- los
Vampiros se alimentan de sangre ¿sí o no?
-
Sí -- dijo Iván
-- lo hacen.
-
Peo ustedes…
-
Nosotros somos unos Arzhvael Danny,
y heredamos las costumbres y características de nuestra raza materna original,
poseemos los poderes de un Vampiro, pero no practicamos sus costumbres --
siguió explicándoles Iván -- Genéticamente somos Vampiros, el olor a
sangre despierta nuestros instintos, pero por convicción y preparación, sabemos
y podemos controlarlo.
Después de todas estas
explicaciones, los niños comenzaron a dar muestras de cansancio y fueron
enviados a la cama. Pero tanto Danny como Samantha, tardaron en conciliar el
sueño. Por una parte Samantha no podía olvidar los ojos de Kristof Lery, y por
su parte Danny, no podía olvidar lo dicho por Samantha con respecto a Lery, y
tampoco lo que había dicho la vendedora de las Gwialen con respecto a su gemela: Posee el don de ver aquello que
otros no pueden ver.
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